De vuelta a Granada
Miguel R¨ªos, ya instalado en su ciudad natal, ofrece ma?ana un concierto a beneficio de una asociaci¨®n de enfermos
Miguel R¨ªos grab¨® en 1968 la canci¨®n Vuelvo a Granada, una especie de himno nost¨¢lgico compuesto desde el extra?amiento en Madrid que resum¨ªa ya un lustro de ausencia. Miguel fija en el a?o 1963 el momento en que sus peri¨®dicos viajes a Madrid a grabar un disco por trimestre, iniciados en 1961, se convirtieron en una mudanza en toda regla. Ya no iba a Madrid sino que volv¨ªa a Granada. Y as¨ª ha estado cuarenta a?os, yendo y viniendo, cada vez con m¨¢s constancia, hasta hace apenas un mes, en que se instal¨® definitivamente en su ciudad de origen. Y aqu¨ª le esperaban amigos, colaboradores y algunos proyectos pospuestos, como el concierto que, junto a un grupo de compa?eros, ofrece ma?ana en el Palacio de Deportes a beneficio de la Asociaci¨®n de Paral¨ªticos Cerebrales.
Miguel, pues, se instal¨® en Madrid y rompi¨®, como ¨¦l dice, "el c¨ªrculo granadino" en los primeros a?os sesenta. "Entonces hab¨ªa dos opciones en el mundo de la canci¨®n, Madrid o Barcelona. Escog¨ª la primera porque era una ciudad m¨¢s acogedora, abierta y rockera, aunque lo principal es que la compa?¨ªa de discos estaba all¨ª. Hoy Madrid es una ciudad hostil, de derechas. El PP ha hecho all¨ª un gran trabajo contra la cultura suprimiendo, por ejemplo, los locales para tocar", dice.
Su marcha, sin embargo, no supuso un completo desarraigo. "Para la gente de mi edad y de mi oficio ir a Madrid era liberador, pero el apego con Granada fue constante. Era una ciudad de la que no sent¨ªas verg¨¹enza al hablar". En las giras por Alemania a comienzos de los setenta, en pleno ¨¦xito del Himno a la alegr¨ªa, los emigrantes espa?oles de cualquier provincia le imploraban el Vuelvo a Granada. Granada significaba el lugar de origen, cualquiera que fuese. Hoy el tema suena como m¨²sica de fondo, entre espera y espera, en la centralita del Ayuntamiento granadino, al que cedi¨® los derechos de la canci¨®n hace una d¨¦cada.
Hace tambi¨¦n muchos a?os que Miguel dijo que regresar¨ªa a Granada, tantos que era una de las preguntas m¨¢s frecuentes en las entrevistas. El traslado de su oficina era la parte m¨¢s engorrosa de la mudanza, y la que iba demorando la promesa. Hace quince a?os que adquiri¨® la casa donde vive, pero hasta hace un par de meses no acometi¨® en serio la partida.
Ya asentado en su nuevo despacho, Miguel trabaja en diferentes proyectos, entre ellos la edici¨®n de un disco que re¨²ne una selecci¨®n de temas de todos los g¨¦neros, del cl¨¢sico al pop, que tiene como motivo de inspirac¨ª¨®n a Granada.
Pero lo que requiri¨® su esfuerzo inmediato fue una vieja promesa hecha a la Asociaci¨®n de Paral¨ªticos Cerebrales, consistente en la organizaci¨®n de un concierto para recaudar fondos. "Hab¨ªa comprometido hace tiempo lo del concierto, pero lo fuimos aplazando hasta que estuviera instalado en Granada y pudi¨¦ramos organizar un espect¨¢culo de gran altura y personalmente pudiera dedicarme a su promoci¨®n".
"Yo he dejado de trabajar en la industria como lo hice durante 30 a?os. Desde que produje el disco con la big band comprend¨ª que pod¨ªa trabajar en realidad desde cualquier lugar. Yo vendo ideas y las ideas pueden nacer en cualquier sitio", se?ala. Y el semillero de proyectos es inagotable: ya espera una nueva gira para 2004. "Nunca me he visto como un jubilado, pero me seduce la imagen de ir a menos velocidad", matiza.
Un concierto memorable por muchas razones
El concierto que Miguel R¨ªos, acompa?ado por la Granada Big Band, ofrecer¨¢ ma?ana por la noche en el Palacio de Deportes de Granada es, por muchas razones, especial. Ser¨¢ un espect¨¢culo irrepetible: coincidir¨¢ con su 59 cumplea?os; es su primer gran proyecto desde que se avecin¨® definitivamente en Granada y, adem¨¢s, porque estar¨¢ acompa?ado por un selecto grupos de amigos y compa?eros y, en fin, porque entre los m¨²sicos que subir¨¢n al escenario est¨¢ la versi¨®n ac¨²stica del grupo Balboa cuya cantante es su hija, L¨²a R¨ªos, una mujer de voz hermosa que se encuentra en plena expansi¨®n profesional.
La Granada Big Band es un conjunto excelente que dirige Kiko Aguado. "Quise organizar un concierto popular pero con mucha distinci¨®n, una gala elegante. Escuch¨¦ los discos de la banda y me pareci¨® muy bien. Ha sido una gran sorpresa porque son todos unos m¨²sicos cojonudos y se han tomado gran inter¨¦s", dice Miguel. Kiko Aguado estrenar¨¢ algunas versiones de temas cl¨¢sicos de Miguel, entre ellos una de Vuelvo a Granada.
Junto a Miguel R¨ªos por el escenario del Palacio de Deportes desfilar¨¢n V¨ªctor Manuel y Ana Bel¨¦n, que se trasladar¨¢n expresamente, y s¨®lo por unas horas, para intervenir en el concierto. Especial m¨¦rito ha tenido Ana Bel¨¦n, que ha interrumpido su participaci¨®n en el rodaje de una pel¨ªcula y que el mismo s¨¢bado regresar¨¢ al trabajo.
Junto a ellos vendr¨¢ el grupo Ketama, otros granadinos del ¨¦xodo que, seg¨²n el anfitri¨®n, llevan mal que sus paisanos los consideren de Madrid antes que de la tierra originaria de la familia. Junto a ellos vendr¨¢ Juan Habichuela, patriarca de la saga.
Otro nombre importante es el de Raimundo Amador que hace ya a?os, cuando Miguel R¨ªos lo invit¨® al programa televisivo Fiebre del Sur, se mostr¨® deseoso de preparar un tema entre ambos. Y junto a ellos actuar¨¢ Ra¨²l Alcover, un cantautor que mantiene una estrecha relaci¨®n con el anfitri¨®n y que no ha dudado incorporarse al concierto ben¨¦fico, y Marina Heredia, cuyo avanzado embarazo s¨®lo le permitir¨¢ interpretar un tema. Y, en fin, Balboa, un grupo saludado por la cr¨ªtica como de "rock furioso" pero en su versi¨®n m¨¢s mansa o ac¨²stica.
"El concierto es un aldabonazo de que existen hoy conciudadanos que viven en una situaci¨®n insostenible en una sociedad que supuestamente est¨¢ colocada en el podio del planeta", dice R¨ªos.
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