Cosas del querer

Los aficionados a la zarzuela est¨¢n de enhorabuena. Uno de los t¨ªtulos m¨¢s bellos de toda la historia del g¨¦nero -La rosa del azafr¨¢n- se representa de una manera primorosa en Madrid hasta el 13 de julio. Suena la m¨²sica con garbo bajo la batuta de Miguel Roa, el coro tiene una de sus actuaciones m¨¢s felices de los ¨²ltimos tiempos y la historia se cuenta con una precisi¨®n ejemplar no exenta de una profunda y sutil melancol¨ªa.

Debuta en el terreno de la zarzuela Jaime Ch¨¢varri. Se nota que viene del mundo del cine en el tono y ritmo que imprime a la narraci¨®n. Opta por el despojamiento, se vuelca en la direcci¨®n de actores, resalta los sentimientos cotidianos y las cosas del querer. El anuncio del estomacal Dandi que da la bienvenida a la Rep¨²blica desde el tel¨®n de boca en el primer acto, felicita a las Fuerzas Nacionales en el segundo, mientras la casa del pueblo se transforma en estanco. Los cantantes-actores transmiten vida en todo momento. Las escenas secundarias, como las de los ni?os, son resueltas con gracia y agilidad. En el coro de las espigadoras, sobrio y hermoso esc¨¦nicamente, se invita a cantar al p¨²blico. La memoria de esta m¨²sica es suya y as¨ª se integra a¨²n m¨¢s en una historia que no le es ajena. Emociona la propuesta de Ch¨¢varri y sus colaboradores -Ana Garay, Pedro Moreno- por la sencillez. Y por los detalles, desde el matizado lenguaje rural hasta la po¨¦tica iluminaci¨®n.

Hay varios repartos. En el de la primera representaci¨®n sobresali¨® Luis Cansino, que ya desde la popular romanza del sembrador mostr¨® elegancia en el fraseo y car¨¢cter. Mar¨ªa Rey-Joly dibuja bien teatralmente su personaje y canta con estilo y nobleza. Estupendos teatral y musicalmente Carmen Gaviria y Carlos Crooke, especialmente en el primer acto, y magistral Alicia S¨¢nchez en el papel hablado de La Custodia. El amplio elenco canta y act¨²a, en l¨ªneas generales, muy satisfactoriamente.