Los apuros de Wall Street
Las bolsas electr¨®nicas quieren el negocio de la contrataci¨®n en corros
Robert Glauber, presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Corredores de Bolsa (NASD), se ha quitado un peso de encima esta semana al vender el American Stock Exchange (Amex), la tercera Bolsa norteamericana, a una compa?¨ªa privada de inversiones de Chicago, GTCR Golder Rauner. Pero eso no aleja las presiones de los mercados electr¨®nicos contra Wall Street.
La sospecha de actuaciones il¨ªcitas en la Bolsa de Nueva York impulsa al Nasdaq y otros mercados a 'vender' las virtudes de la electr¨®nica
Ahora le queda a Robert Glauber desinvertir su participaci¨®n en el Nasdaq, el mercado sin¨®nimo de los valores tecnol¨®gicos, para centrarse, como desea, en expandir las funciones de la NASD, que ya es el mayor ente regulador del sector en el pa¨ªs, dentro y fuera de Estados Unidos. Mientras llega la hora, el Nasdaq ha reabierto su guerra contra el l¨ªder, al todopoderoso New York Stock Exchange (NYSE), al amparo de irregularidades favorecidas por el sistema de negociaci¨®n f¨ªsica en el parqu¨¦ frente a la electr¨®nica del Nasdaq.
El predecesor de Glauber, Frank Zarb, tuvo el sue?o de unir Nasdaq y Amex en lo que llam¨® un mercado de mercados que hiciera la competencia al NYSE, la Bolsa de Nueva York por antonomasia, a cuya sombra siempre ha estado el Amex. El Amex es conocido como The Curb (El Bordillo) en atenci¨®n a su nacimiento, siglos ha, como mercado callejero alternativo al m¨¢s exigente NYSE. Zarb lo compr¨® en 1998 con la idea de buscar sinergias con el Nasdaq y convertir al veterano en refugio de las empresas peque?as, cuyo menor volumen de negocio jugaba en desventaja en el sistema de contrataci¨®n electr¨®nica del moderno. La burbuja de la alta tecnolog¨ªa, que empez¨® a hincharse en 1999, convirti¨® en irrenunciablemente atractivo el listado en Nasdaq y ninguna firma quiso abandonar esa vitola por la del longevo Amex.
A Zarb le sucedi¨® en 2000 Glauber, que nada m¨¢s llegar hizo p¨²blico su deseo de deshacerse del Amex. Le ha costado dos a?os y medio, en los que no han faltado potenciales compradores, incluidos algunos mercados extranjeros interesados en poner un pie en el templo del capitalismo, que abandonaron ante las dificultades burocr¨¢ticas del empe?o. Al final, ha sido GTCR, una firma de gesti¨®n de inversiones con una cartera de casi 5.000 millones de d¨®lares, la que ha dado el paso a cambio de 110 millones. Es una cantidad que no se embolsar¨¢ la NASD, porque como parte del pacto de compraventa, Glauber debe cumplir la promesa de Zarb de invertir 110 millones en la modernizaci¨®n de infraestructura y tecnolog¨ªa del Amex, y varias decenas de millones m¨¢s en costes de reestructuraci¨®n y para el fondo interno.
Para la NASD, el Amex nunca ha sido un buen negocio y Glauber ha decidido que el negocio est¨¢ en soltar lastre y dejar de perder, en una cantidad que NASD no ha revelado. Por eso lo ha regalado, aunque formalmente lo haya vendido. Lo que s¨ª es evidente y se sabe es que Amex ha ido cediendo progresivamente terreno frente a sus competidores en los ¨²ltimos a?os y despu¨¦s de dejar de ser el segundo mercado en beneficio del Nasdaq tambi¨¦n ha ca¨ªdo hasta el n¨²mero tres en el de opciones, tras el International Securities Exchange (ISE), nacido en el a?o 2000 y ya l¨ªder con el 29% de la facturaci¨®n, y el veterano Chicago Board Options Exchange (26%), que intent¨® infructuosamente a ¨²ltima hora una alianza con el Amex (22%) para hacer frente a la incontenible pujanza del ISE.
La ofensiva electr¨®nica
Otras cifras y otros ranking dan cabal idea de d¨®nde est¨¢ el Amex que a la desesperada quer¨ªa colocar Glauber. En el NYSE hay listadas unas 2.800 compa?¨ªas y otras 3.500 tienen su casa en el Nasdaq frente a las 600, y a la baja, que acoge el Amex, donde entre las m¨¢s conocidas se hallan las oscuras Devon Energy, un productor de gas y petr¨®leo, o Ivax, un laboratorio farmac¨¦utico. El derecho para operar en el NYSE se vende hoy por 1,5 millones d¨®lares, algo m¨¢s del doble de lo que costaba el Amex en la fiebre inversora del a?o 2000. Ahora, The Curb apenas reclama 130.000 d¨®lares.
"Estamos tremendamente agradecidos por haber encontrado un socio que reconoce nuestro potencial de crecimiento y el valor de nuestro negocio", dijo Robert Rendine, portavoz de Amex, para comentar el acuerdo. Pero no ha dicho Collin Roche, uno de los responsbles del GTCR, con qu¨¦ nuevos instrumentos financieros piensa dotar al Amex, que ve c¨®mo se le escapan de las manos hasta los ETF (cestas de t¨ªtulos negociables por los inversores como si de un solo valor se tratara), que fueron invenci¨®n propia. Conocedores del modo en que GTCR trata sus inversiones, piensan que el nuevo propietario -una vez sea aprobada la transacci¨®n por la Comisi¨®n del Mercado de Valores (SEC), los consejos de administraci¨®n de Amex y NASD y por los operadores del The Curb, un proceso que llevar¨¢ del orden de dos meses- dejar¨¢ al frente de la operaci¨®n al actual equipo y que tambi¨¦n mantendr¨¢ durante algunos a?os el modelo de negociaci¨®n basado en los corros sobre el parqu¨¦.
El vigor del ISE deriva del uso exclusivo de la electr¨®nica en sus operaciones y los expertos consideran que la supervivencia del Amex depende de su transferencia, como m¨ªnimo, al sistema h¨ªbrido de transacci¨®n f¨ªsica y electr¨®nica en el que la competencia, en casa y llegada de fuera, le lleva buena delantera. Al empleo exclusivo de la electr¨®nica en las transacciones han convertido a mercados como el Nasdaq e Instinet en un arma de m¨¢rketing de gran calibre. Instinet, participado al 63% por Reuters, y el Nasdaq han lanzado en las ¨²ltimas semanas una campa?a publicitaria contra el NYSE al amparo de las irregularidades descubiertas en la actuaci¨®n sobre el parqu¨¦ de los especialistas.
Estos agentes est¨¢n obligados a casar de inmediato cada propuesta recibida de venta de t¨ªtulos con una oferta de compra. En los crecientemente populares sistemas alternativos basados en la electr¨®nica, como Instinet, Archipelago, Liquidnet y Posit, entre otros, o en mercados como el Nasdaq los ordenadores hacen esa operaci¨®n de forma instant¨¢nea, pero en el NYSE se ha descubierto recientemente que los humanos ca¨ªan en la tentaci¨®n que no tienen las m¨¢quinas de dejar pasar un tiempo entre compra y venta. Muy poco tiempo, aunque el suficiente para que, por ejemplo, una orden de venta de 1.000 acciones recibida con el valor a 15 d¨®lares fuera colocada a 15,01 previa compra por el especialista, que se embolsaba as¨ª 10 d¨®lares tras haber violado la llamada obligaci¨®n negativa de no intervenir entre comprador y vendedor.
Sospechas de actuaciones il¨ªcitas
La sospecha de actuaciones il¨ªcitas viene pesando desde hace tiempo sobre el NYSE, que ya en 1998 sancion¨® a una decena de especialistas y tuvo que pagar una multa a la SEC por dejaci¨®n de responsabilidades al permitir que surgiera la plaga.
Las negociaciones en el parqu¨¦ del NYSE bajaron el a?o pasado hasta el 81,9% del volumen negociado, frente al 84% del ejercicio anterior, como reflejo del malestar de los brokers con la mediaci¨®n de los especialistas. Para sacar partido de esa insatisfacci¨®n, Instinet ha publicado anuncios en los que asegura que es posible operar en el NYSE "eliminados todos los posibles conflictos de intereses". A trav¨¦s de la electr¨®nica de Instinet, naturalmente, porque "la confianza es nuestro mayor activo". Nasdaq, el primer mercado electr¨®nico del mundo, est¨¢ enviando correos electr¨®nicos en los que ya da la puntadita desde el momento en que describe el asunto. "Compre IBM en Nasdaq", lee el receptor del mensaje, sorprendido porque sabe que el gigante azul s¨®lo se negocia en el NYSE. El texto va al coraz¨®n de la pol¨¦mica: "Haga una ejecuci¨®n instant¨¢nea, evite la discrecionalidad de los especialistas y las fugas de informaci¨®n previas a la compraventa".
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