La guerra sigue
Los intensos combates que se est¨¢n librando estos d¨ªas demuestran que la guerra de Irak sigue inconclusa. Las tropas de EE UU, que el mi¨¦rcoles hab¨ªan perdido un helic¨®ptero, mataron ayer a decenas de personas y detuvieron a varios centenares en un supuesto campo de entrenamiento al norte de Bagdad, al tiempo que otro enfrentamiento cercano dejaba 27 cad¨¢veres. Es la mayor ofensiva desde el anunciado final de los "grandes combates".
Estados Unidos presenta la resistencia como "terrorista" y sigue buscando su vinculaci¨®n a la red Al Qaeda. La posguerra les est¨¢ resultando a los ocupantes m¨¢s dif¨ªcil de lo previsto. No todos los iraqu¨ªes los ven como libertadores pese a la ca¨ªda del r¨¦gimen de Sadam Husein, y el restablecimiento del orden aparece cada vez m¨¢s como un objetivo inalcanzable, en medio del caos y de los incendios provocados de oleoductos.
No est¨¢ clara la estrategia de EE UU, que ha perdido m¨¢s de una treintena de soldados desde el fin de lo que fue la guerra en sentido estricto. Tampoco lo est¨¢ la naturaleza de los resistentes y sus objetivos. Seg¨²n las autoridades estadounidenses en Irak, se trata de una "cierta resistencia organizada", aunque no necesariamente guiada por un mando central. Estos combates est¨¢n retrasando los planes estadounidenses de retirar parte de sus 140.000 soldados desplegados en Irak. En virtud de las necesarias rotaciones de efectivos, la tercera parte de la fuerza estrat¨¦gica m¨®vil de EE UU est¨¢ comprometida en la operaci¨®n de Irak.
En medio de esta situaci¨®n de caos y guerra, Espa?a va a mandar a Irak un batall¨®n de 1.100 soldados, y un cuartel general de brigada, que quedar¨¢n bajo mando polaco. Aunque Polonia apoy¨® a EE UU durante la guerra y mand¨® un destacamento militar simb¨®lico a la zona durante el conflicto, no deja de ser extra?o que este pa¨ªs, que atraviesa dificultades para mantener sus Fuerzas Armadas, se haya visto premiado con el control de una zona en torno a Al Qadisiya, del que depender¨¢n unas fuerzas espa?olas que se integrar¨¢n con tropas de Bulgaria, Hungr¨ªa, Lituania, Letonia y Estonia, adem¨¢s de Ucrania. ?Es ¨¦sta la nueva Europa en Irak? De Espa?a depender¨¢n tambi¨¦n otras fuerzas centroamericanas que se entrenar¨¢n antes en nuestro pa¨ªs.
Pese a que ¨¦sta no parece una buena recompensa por el apoyo del Gobierno espa?ol a EE UU durante la guerra -los primeros contratos posconflicto para Repsol resultan m¨¢s significativos-, no es cuesti¨®n de entrar en pol¨¦micas de gallard¨ªa sobre qui¨¦n depende de qui¨¦n, sino sobre si este tipo de organizaci¨®n de las fuerzas multinacionales es el m¨¢s efectivo o puede llegar a situaciones de descontrol y peligro. El Gobierno espa?ol ha de asegurar que tiene medios de evitarlo. Llegados a este punto, y sin que sirva para legitimar la guerra a posteriori, es positivo que Espa?a, y el resto de Europa, se involucren en la estabilizaci¨®n de Irak, tarea para la que no bastan las dos potencias ocupantes, EE UU y el Reino Unido. Guste o no, ¨¦sta es ahora una prioridad. En una regi¨®n con un potencial conflictivo enorme, el hundimiento de Irak en el caos ser¨ªa un desastre para todos.
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