Versiones sobre el paro
Bien puede decirse que el Gobierno ha conseguido imponer en la opini¨®n p¨²blica algunas im¨¢genes propagand¨ªsticas muy poderosas: que el crecimiento del PIB duplica el crecimiento medio de los socios europeos; que el paro disminuye mientras el empleo crece; que el d¨¦ficit ha sido reducido a casi cero y que bajan los impuestos. Los fundamentos reales de la propaganda ofrecen diversos grados de justificaci¨®n. Por ejemplo, el diferencial de crecimiento con Europa es menos discutible que el d¨¦ficit cero debido a los evidentes -y en algunos casos toscos- efectos de maquillaje en el Presupuesto o que la proclamada rebaja fiscal que, cuando se examina con m¨¢s detenimiento, se convierte en realidad en una rebaja del IRPF y una subida del resto de los tributos, cuyo balance final es un crecimiento continuado de la presi¨®n fiscal. Es decir, que los espa?oles pagan cada vez m¨¢s impuestos aunque paguen menos IRPF.
En mayo, el desempleo en Espa?a tendi¨® a aumentar. Corregido de variaciones estacionales, el paro registrado aument¨® en 7.400 personas
La idea de que el mercado laboral espa?ol est¨¢ consiguiendo reducir el paro gracias a un dinamismo excepcional generado por la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno est¨¢ fuertemente contaminada por la propaganda y la interpretaci¨®n interesada de las estad¨ªsticas. Un ejemplo reciente ilustrar¨¢ mejor esta cuesti¨®n. El pasado 4 de junio el Ministerio de Trabajo dio a conocer la evoluci¨®n del empleo y el paro durante el mes de mayo. De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Empleo (Inem), convenientemente amplificadas por todo el Gobierno, el paro hab¨ªa descendido durante el mes en 49.689 personas (pas¨® de afectar a 1,658 millones de trabajadores en abril a 1,608 en mayo) y la tasa de desempleo (versi¨®n Inem; la homologada en Europa es la tasa de paro de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa) hab¨ªa descendido al 8,34%. El ministro Eduardo Zaplana, henchido de entusiasmo ante sus propias cifras, lleg¨® a decir en Bruselas que "estamos a la cabeza de la reducci¨®n del paro de la UE".
Las prisas del Gobierno por apuntarse la medalla del empleo pueden entenderse; pero caben dudas sobre los m¨¦ritos contra¨ªdos para conced¨¦rsela. Porque cuando se examina la evoluci¨®n del paro registrado durante el mes de mayo en Corregidos de Variaciones Estacionales (en adelante CVE), resulta que el paro no s¨®lo no baj¨® sino que, por el contrario, aument¨® en 7.400 personas. El t¨¦rmino CVE indica que las cifras se han depurado de las modificaciones de d¨ªas u horarios trabajados producidos por la estacionalidad, tales como la fecha en que cae Semana Santa, los puentes o los d¨ªas en los que se recogen los datos de los parados.
As¨ª que seg¨²n la cifra de parados CVE -que es la que deber¨ªa utilizarse en realidad, para evitar las distorsiones estad¨ªsticas- la tendencia del paro en mayo fue a subir, y no a bajar como difundi¨® alborozadamente el ministro de Trabajo. Lo mismo sucedi¨® en marzo, cuando el paro registrado CVE. aumento en casi 10.000 personas, a pesar de que en t¨¦rminos absolutos el Ministerio de Trabajo vendi¨® una rebaja del desempleo en m¨¢s de 14.000 personas.
No se trata s¨®lo de que el Ministerio de Trabajo -y, por extensi¨®n, el Gobierno- privilegie la informaci¨®n m¨¢s favorable para sus intereses, sino que simplemente ignora cualquier estad¨ªstica que contradiga la versi¨®n oficial. No se entiende por qu¨¦ el Instituto Nacional de Estad¨ªstica corrige las cifras de crecimiento trimestral con las evaluaciones de ciclo tendencia y, en cambio, no filtra las estad¨ªsticas de paro, cuando deber¨ªa hacerse con mayor raz¨®n.
Parecidas reflexiones cabe hacer sobre la evoluci¨®n de los contratos -CVE han descendido mes a mes entre enero y abril, y han subido ligeramente en mayo-, de forma que la tendencia de la contrataci¨®n es a la baja. Tal evoluci¨®n indicar¨ªa que la creaci¨®n de empleo se est¨¢ agotando, proyecci¨®n que es razonable y en armon¨ªa con la desaceleraci¨®n del crecimiento. En lugar de reconocer el car¨¢cter natural de esta evoluci¨®n, el Gobierno se esfuerza en ocultar las aristas de la realidad y en conferir estatuto de milagrosas a las cifras que supuestamente abrillantan la pol¨ªtica econ¨®mica oficial. Uno de los fen¨®menos m¨¢s sorprendentes -dignos de conmiseraci¨®n ser¨ªa m¨¢s exacto- de la liturgia oficial es la inevitable celebraci¨®n de las ¨²ltimas cifras de cotizaciones a la Seguridad Social como r¨¦cord hist¨®rico. Por la misma raz¨®n deber¨ªan exaltar desde los ministerios los r¨¦cords hist¨®ricos en volumen de PIB nominal.
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