"Prefiero el toro de los artistas, que los hombres se inspiren con ¨¦l"

Pedro Guti¨¦rrez Moya, Ni?o de la capea (Salamanca, 1952), viene a Bilbao como ganadero. Como torero tom¨® la alternativa en la bilba¨ªna plaza de Vista Alegre el 19 de junio de 1972 de manos de Paco Camino y Paquirri como testigo. Diez a?os m¨¢s tarde fue nombrado presidente de la Asociaci¨®n de Matadores de Toros. Ha dejado una considerable estela de triunfos en Espa?a y Am¨¦rica. Considerado un maestro de gran regularidad, excelente profesional y con unos conocimientos del toro de muchos quilates, ahora debuta como ganadero, justamente en Bilbao.

Pregunta. ?Est¨¢ nervioso el ganadero?

Respuesta. Preocupado, pero al tiempo muy ilusionado. Si me dicen hace 32 a?os, cuando llegu¨¦ aqu¨ª por primera vez, que hoy iba a estar debutando como ganadero le hubiera llamado chalado al que me lo hubiera dicho.

"Para ser ganadero el secreto es la paciencia; te examinas cada cinco a?os con cada animal"

P. En alg¨²n momento dado se dijo que el Capea era el torero de Bilbao. ?Habr¨¢ que empezar a llamarle el ganadero de Bilbao?

R. Ser¨ªa una continuaci¨®n muy bonita, ?no? Quiz¨¢ lo de ganadero nunca lo ser¨¦, porque siempre ser¨¦ torero, y la gente me considerar¨¢ el torero de Bilbao.

P. Dijo un matador de toros que si fuera ganadero no dar¨ªa mucha fiereza a sus toros, porque hab¨ªa sido torero. ?Le puede pasar a usted algo parecido?

R. Lo que s¨ª est¨¢ claro es que hay dos clases de toros. El que permite que el hombre exprese su capacidad art¨ªstica y el que provoca que el torero muestre sus agallas, su voluntad. Yo prefiero el toro de los artistas, que los hombres se inspiren con ¨¦l y toreen con sentimiento.

P. ?Quiere eso decir que los toreros llamadas figuras no torean los toros brav¨ªsimos?

R. Los toreros torean todo lo que hay en el campo bravo. No conozco ninguna figura del toreo que no haya hecho frente en alg¨²n momento de su vida con todas las ganader¨ªas del campo, sin excepci¨®n.

P. Eso ocurr¨ªa antes, hace m¨¢s a?os...

R. Y ahora tambi¨¦n, eso est¨¢ ah¨ª. Lo que ocurre es que los toreros procuran matar el toro que mejor se adapta a su forma de interpretar el toreo.

P. Cuatro o cinco a?os de espera desde que nace un toro hasta que se lidia. ?Son a?os de incertidumbres?

R. S¨ª, y adem¨¢s sabes que una equivocaci¨®n no es de un momento sino que son cinco a?os perdidos de trabajo. Pero ah¨ª est¨¢ el secreto de ser ganadero, tener esa paciencia, saber que cada cinco te examinas con cada animal. Por eso conviene poseer muchos animales diferentes, con varias l¨ªneas de bravura, para no correr el riesgo de que cada cinco a?os la equivocaci¨®n sea total.

P. ?Cu¨¢l es la l¨ªnea de su ganader¨ªa?

R. Murube, porque es de las pocas ganader¨ªas que quedan en Espa?a puras de sangre, que no hay tenido nunca cruces con otra.

P. ?Cu¨¢ntas corridas lleva lidiadas?

R. Llevamos unas sesenta o setenta corridas de toros.

P. ?Qu¨¦ tal ha ido el promedio?

R. Para m¨ª excesivamente bueno. Apenas llevamos diez a?os lidiando en corridas de toros y ya tenemos premios de la importancia de las plazas de Pamplona, Valencia y Salamanca. Son plazas muy serias; y eso quiere decir que Dios es generoso conmigo.

P. Es obligado hablar de Victorino y su triunfo sonado en el ¨²ltimo San Isidro.

R. Victorino es el buque insignia de los ganaderos. Es un hombre que, al igual que yo, buscaba una ganader¨ªa pura. La pureza la encontr¨® en Saltillo, y ah¨ª est¨¢n los frutos. Yo le admiro mucho.

P. En los toros que ha tra¨ªdo a Bilbao, a alguno parece que le sobran kilos...

R. Aqu¨ª gusta el toro m¨¢s grande, m¨¢s amplio que en ning¨²n otro sitio.

P. Pero se corre el riesgo de que se caigan...

R. Riesgo que a ninguno nos gusta; pero en plazas como Bilbao es necesario correr ese riesgo.

P. ?Cu¨¢ndo sale un toro suyo lo torea imaginariamente?

R. S¨ª, desde el momento en que sale. A veces me dan impulsos, cuando veo que a un toro que hay que empezar a torear por el lado derecho, para corregir alg¨²n defecto, lo empiezan por el izquierdo. Pero cuando acierta un torero con un toro y hace lo que t¨² crees que debe hacer, es una gran satisfacci¨®n.

P. ?C¨®mo llevan usted y su familia lo del hijo que quiere ser torero?

R. Con mucha preocupaci¨®n, porque s¨¦ lo que se juega. Aunque cu¨¢ndo t¨² ves que un hijo es feliz y que su felicidad la quiere buscar en el riesgo, pues le tienes que ayudar. Y eso voy a hacer yo.