El Pamesa barre al Unicaja
El conjunto valenciano jugar¨¢ ante el Barcelona la primera final de su historia tras imponer su fortaleza en el rebote y en el contraataque
La final de la ACB est¨¢ servida. Estaba invitado ya el Barcelona, y ayer se sum¨® el Pamesa, que barri¨® al Unicaja en el ¨²ltimo partido de semifinales, y buscar¨¢ su primer t¨ªtulo de Liga. Los dos mejores equipos del curso, los dos campeones europeos, frente a frente. Antes tuvo el Pamesa que sudar para eliminar a un gran Unicaja, v¨ªctima ayer de la mejor defensa del torneo.
No hay secretos ya entre Unicaja y Pamesa, de tan bien que se conocen. Despu¨¦s de un igualado mano a mano durante todo el curso, ni a Maljkovic ni a Olmos les sirve el factor sorpresa. Por eso desde el principio ambos pusieron las cartas sobre la mesa. El Pamesa captur¨® el primer bal¨®n en el salto inicial y segundos despu¨¦s ya estaba en las manos de Oberto, que forjaba con pico y pala la canasta debajo del aro. El Unicaja tampoco escondi¨® sus armas. En la jugada siguiente, Sonko busc¨® el triple. Unos por dentro y otros por fuera.
PAMESA 80 - UNICAJA 67
Pamesa: Montecchia (7), Luengo (16), Para¨ªso (6), Tomasevic (12), Oberto (9) -equipo inicial-; Rodilla (7), Hopkins (9), Kammerichs (2), Liadelis (12) y Asier Garc¨ªa.
Unicaja: Bullock (15), Sonko (7), Gurovic (14), Okulaja (2), Kornegay (2) -equipo inicial-; Risacher (16), Esteller (3), Slater (4), Weis (2), Cabezas y Rodr¨ªguez (2).
?rbitros: Sancha, De la Maza y Mart¨ªn B.
8.300 espectadores en la Font de Sant Llu¨ªs.
El equipo de Maljkovic intent¨® cerrar la puerta a los p¨ªvots del Pamesa con ayudas constantes. Recib¨ªa Tomasevic, todav¨ªa con un ojo morado por un golpe en el segundo partido de la serie, cerca del aro y cuando levantaba la vista estaba rodeado de camisetas verdes agitando los brazos. Lo mismo le pas¨® a Hopkins y Oberto, envueltos en la tela de ara?a de Maljkovic. De tanto mirar a los protagonistas, Unicaja descuid¨® la vigilancia a varios actores secundarios. Uno de ellos fue Rodilla, condenado ¨²ltimamente al banquillo y especialmente motivado ayer. Escucha el base valenciano, con contrato vitalicio en el Pamesa, rumores sobre su posible marcha, y ayer sali¨® a pista con los dientes apretados. Fue su reivindicaci¨®n.
Rodilla, Luengo y Kammerichs comenzaron a correr, y Unicaja dobl¨® la rodilla en defensa. La clave se encontraba en el rebote, faceta en la que el conjunto de Olmos impuso su fortaleza. El Unicaja sali¨® siempre perdedor de la lucha bajo los aros, y el Pamesa lo aprovech¨® para salir disparado al contraataque. Sobre todo mediante Luengo, el capit¨¢n, un jugador al que el partido, movido, loco, de ida y vuelta, le iba como anillo al dedo. Luengo (16 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias) fue un hurac¨¢n.
El Unicaja aguant¨® con las penetraciones de Bullock y Sonko al coraz¨®n de la defensa. En el segundo cuarto Maljkovic apost¨® por el quinteto de los bajitos, con Gurovic de p¨ªvot junto a Slater, y un ataque muy abierto, lejos del cuerpo a cuerpo. Repiti¨® la f¨®rmula durante el partido, pero no le funcion¨®. Al Pamesa le va el m¨²sculo, y no tard¨® en dar el estir¨®n. Se march¨® en el marcador antes del descanso (43-30) y en el tercer cuarto, autoritario en el rebote y con Luengo y Liadelis tocando la corneta al contragolpe, tir¨® al Unicaja del partido (56-36). Los andaluces, con una puntuaci¨®n muy baja y entregados a las individualidades, s¨®lo anotaron cuatro puntos en casi seis minutos.
Pese a la reacci¨®n final, el choque estaba sentenciado. La grada tir¨® varios petardos y en la Fonteta se respir¨® olor a p¨®lvora. El Pamesa estaba en la final, la primera de su historia. Espera el Bar?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.