La rotura de varios espejos en el GP de Canad¨¢ desata la pol¨¦mica

El cuarto puesto de Fernando Alonso en el Gran Premio de Montreal est¨¢ bajo sospecha. Y no porque el espa?ol, o su equipo, hicieran nada incorrecto. Lo hicieron otros. Si el director de la carrera, Charlie Waiting, hubiera aplicado el reglamento a rajatabla hubiera obligado a detenerse, a pocas vueltas del final, tanto a Ralf Schumacher como a Juan Pablo Montoya, ambos corredores de Williams. Y el resultado hubiera sido bien distinto: Alonso, que fue cuarto, hubiera acabado segundo en la carrera, s¨®lo por detr¨¢s del Ferrari de Michael Schumacher.

Ocurri¨® que, mediada la carrera, al coche de Montoya se le desprendi¨® uno de los dos espejos retrovisores, que qued¨® colgando. Pocas vueltas despu¨¦s, le ocurri¨® lo mismo a su compa?ero de equipo, Ralf Schumacher. En ese momento, los tres comisarios de la carrera advirtieron al director de la peligrosidad de lo que suced¨ªa. Seg¨²n el reglamento, cuando a un coche se le descuelga una pieza y ello puede suponer un riesgo para otros pilotos, aqu¨¦l debe detenerse en boxes para arreglar la aver¨ªa. Pero Waiting consider¨® que el hecho de que dos espejos colgaran de sendos coches no supon¨ªa peligro alguno, aunque al desprenderse del todo pudieran haber impactado contra el veh¨ªculo que circulaba a continuaci¨®n.

200 gramos

Por si no fuera suficiente, a dos vueltas del final, cuando marchaba en tercer lugar por delante de Alonso, a Montoya se le desprendi¨® el segundo espejo mientras, el que ya colgaba, volaba y se separaba definitivamente del veh¨ªculo. Sigui¨® el intercambio de opiniones entre los comisarios -uno de ellos, el espa?ol Joaqu¨ªn Verdegay- y Waiting. Pidieron aqu¨¦llos que se verificara el peso del retrovisor perdido. En una carrera, el veh¨ªculo, piloto incluido, no puede pesar menos de 610 kilos. Tras la prueba se comprob¨® que la pieza pesaba 200 gramos y que el coche, sin ella, se ajustaba al reglamento.

El caso es que, pese a lo ocurrido, Renault no present¨® ninguna reclamaci¨®n oficial. Seg¨²n la versi¨®n de Williams, los problemas con los anclajes de los retrovisores de sus dos monoplazas se debieron al ajuste de las microc¨¢maras de televisi¨®n instaladas en ellos. La F¨®rmula One Media (FOM), la empresa encargada de esa tarea niega su responsabilidad. Sea como fuere, la interpretaci¨®n del reglamento por parte del director del Gran Premio de Canad¨¢ impidi¨® que Alonso pisara el podio.