La Embajada de Cuba respeta las cr¨ªticas, pero no las sanciones
"Si es por la pena de muerte, que Espa?a promueva tambi¨¦n medidas contra EE UU"
La embajadora de Cuba en Madrid, Isabel Allende, convoc¨® ayer una rueda de prensa para "satisfacer el inter¨¦s mostrado" por los medios de comunicaci¨®n en torno a la crisis entre Madrid y La Habana, durante la cual asegur¨® que la "en¨¦rgica respuesta" del Gobierno cubano "no est¨¢ dirigida en absoluto contra [el] pueblo espa?ol". Allende afirm¨® que "respeta la oposici¨®n" a la pena de muerte, pero no las sanciones promovidas por Espa?a en la UE.
"No nos extra?a en absoluto que, por parte de la poblaci¨®n espa?ola y de sectores que no son los del partido en el poder, haya habido rechazo, reprobaci¨®n e incomprensi¨®n a la aplicaci¨®n de la pena de muerte en Cuba, ya que este pa¨ªs sufri¨® 40 a?os de represi¨®n franquista y en esos a?os se luch¨® por la abolici¨®n de la pena de muerte. Lo que no podemos aceptar es que se tomen medidas fuertes contra Cuba, cuando no se hace lo mismo con otros pa¨ªses. Si Espa?a, Italia o Alemania est¨¢n en contra de la pena de muerte en Cuba, tendr¨ªan que adoptar medidas tambi¨¦n contra Estados Unidos. Y si no queremos pensar en Estados Unidos, porque es el imperio, hay muchos otros pa¨ªses que aplican la pena de muerte", dijo la embajadora, que concluy¨®: "La preocupaci¨®n por los derechos humanos en Cuba comenz¨® a ra¨ªz de que somos la ¨²nica sociedad socialista en el mundo occidental. A Cuba se le exige lo que no se le pide a nadie".
Isabel Allende respondi¨® as¨ª a la pregunta de si no encontraba l¨®gico que las ejecuciones tras juicios sumar¨ªsimos de tres cubanos que secuestraron un trasbordador sin causar v¨ªctimas hayan merecido una fuerte repulsa por parte de un pa¨ªs que en septiembre de 1975 vivi¨® con impotencia los ¨²ltimos fusilamientos ordenados por Franco desde su lecho de muerte. "Respetamos la oposici¨®n a la pena de muerte, pero no las sanciones que no se aplican a otros pa¨ªses", reiter¨®.
Por lo dem¨¢s, Allende no aclar¨® -por considerarlo materia "confidencial"- si, en su calidad de embajadora, ha jugado alg¨²n papel en esta crisis; ni los datos concretos que pueda tener el Gobierno cubano para asegurar que Espa?a fue la promotora, junto a Italia, de las medidas adoptadas por la UE; ni qu¨¦ actividades del Centro Espa?ol en La Habana le parecen al Gobierno cubano tan incompatibles con el acuerdo que lo fund¨® como para denunciarlo. S¨®lo se?al¨® que, aunque el convenio, firmado en 1995, preve¨ªa reciprocidad, sigue sin haber un Centro Cubano en Madrid.
[Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, quit¨® ayer hierro a la decisi¨®n cubana de clausurar el centro cultural espa?ol, cuando afirm¨®, en Luxemburgo, que la denuncia de ese tipo de convenio es bastante habitual. Los servicios jur¨ªdicos de Exteriores est¨¢n analizando la legalidad de la iniciativa cubana, a?adi¨® la ministra, que dijo no conocer a¨²n ese dictamen, informa Efe.]
Tampoco quiso hacer Allende pron¨®sticos sobre el futuro de las relaciones hispano-cubanas. Se limit¨® a afirmar que, en las relaciones con Espa?a, ninguno de los puntos bajos registrados "ha sido iniciativa del Gobierno cubano", y, refiri¨¦ndose a las circunstancias que han determinado el encontronazo actual, insisti¨®: "Son hechos graves, y nuestra reacci¨®n no pod¨ªa ser m¨¢s que la de protestar en¨¦rgicamente".
Asegur¨® que "hay una gran campa?a medi¨¢tica contra Cuba". Se declar¨® "ofendida porque hay cubanos que mienten, que hablan de 100.000 fusilados que nunca hubo, que dicen que nuestros problemas son problemas internos y no consecuencia del bloqueo, que pasan por alto el uso instrumentalizado de la inmigraci¨®n pol¨ªtica".
No terminan ah¨ª las ofensas que acusa la representante del r¨¦gimen de Fidel Castro en Madrid. "Como cubana", dijo, "me ofende mucho que aqu¨ª se diga todos los d¨ªas que los cubanos, cuando se manifiestan en la calle, es porque les obligan a hacerlo, porque les dan el d¨ªa libre en el trabajo. ?Por qu¨¦ se ofende al pueblo? A m¨ª nunca se me habr¨ªa ocurrido pensar que los espa?oles hagan algo obligados. Creo que tienen capacidad de discernimiento. Recon¨®zcannos la nuestra".
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