La costilla del ¨ªdolo

Cuenta Beckham que se enamor¨® de ella viendo a las Spice Girls por la

telly con su colega y amigo Gary Neville. "La forma en que Victoria se vest¨ªa", relata el jugador; "y el modo en que se comportaba en la telly me atrajo desde el primer momento, especialmente las minifaldas y las piernas. Su ropa y su aspecto fueron siempre incre¨ªbles y todav¨ªa lo son".

El grupo Spice Girls, un quinteto de chicas de pose feminista y actitud desafiante, estaba compuesto por la Spice Ni?a, la Spice Deportiva, la Spice Intimidante, la Spice Sexy y la Spice Pija. A Beckham le gust¨® la

Pija, de nombre Victoria Adams, morena, ufana y huesuda. La se?al¨® en la televisi¨®n como un objetivo y cuando comenzaron a salir, hace seis a?os, a Inglaterra le falt¨® poco para experimentar una conmoci¨®n. La prensa amarilla encontr¨® un argumento para tapar el hueco dejado por la malograda Princesa de Gales.

Beckham y Adams parecen enamorados, y su historia es una sucesi¨®n de confesiones banales. "Yo tengo un guardarropa mayor que el de Victoria", explica el jugador en su autobiograf¨ªa; "tengo m¨¢s ropa de la que ella tiene, a pesar de lo cual soy muy ordenado y s¨¦ ad¨®nde pongo cada cosa. Mi mam¨¢ dice: 'Cuando era un ni?o hasta doblaba la ropa sucia antes de d¨¢rmela'. El vestidor de Victoria es muy desordenado".

Las fiestas de Gucci, las portadas en revistas de moda, las escapadas a Estados Unidos e Italia, el compadreo con los estilistas, el palacete en la Costa Azul y los coqueteos con el mundo del cine son el aporte fundamental de Victoria Adams a la relaci¨®n. En Inglaterra la prensa especula con que ella tiene la sart¨¦n por el mango. En realidad, su poder se circunscribe al exhaustivo trabajo que supone el moldeado de la imagen de Beckham como estrella pop. Si sus ingresos son cada vez m¨¢s escasos en comparaci¨®n con los de su marido -su capacidad econ¨®mica ha disminuido al mismo ritmo que su producci¨®n discogr¨¢fica: desde 1997 las Spice no editan un disco importante- su poder se refleja en cosas como la firma de contratos publicitarios, el maquillaje, la depilaci¨®n de las cejas, los gestos p¨²blicos, el vestuario y el corte de pelo de su c¨®nyuge.

Desde que Beckham negociaba su salida del Manchester, Adams se ha limitado a hacer comentarios p¨ªcaros. "?Es cierto que se va a Espa?a?", le pregunt¨® a Beckham un periodista en Estados Unidos, la semana pasada. El jugador se qued¨® mudo. Ella contest¨® por ¨¦l: "Nosotros vivimos en Londres, y all¨ª estamos m¨¢s cerca del continente que de Manchester".