Hijas arrebatadas
Resulta inquietante la noticia que daba EL PA?S Andaluc¨ªa el 12 de junio sobre el caso de Carmen Espejo a la que la delegaci¨®n sevillana de Asuntos Sociales arrebat¨® a sus dos hijas en octubre de 2001. El relato de los hechos es escalofriante: a una madre que acude a la asistente social en busca de ayuda para buscar una guarder¨ªa para sus dos hijas, una de ellas con minusval¨ªa, y poder conseguir un empleo, la Administraci¨®n auton¨®mica responde con las medidas m¨¢s extremas, llev¨¢ndose a las ni?as y despu¨¦s separando a las dos hermanas, al entregar a la mayor en acogimiento preadoptivo. Una bonita lecci¨®n de pol¨ªtica social por parte de un gobierno de izquierda.
El problema es que casos similares vienen repiti¨¦ndose con demasiada frecuencia en nuestra comunidad, sin que causen la menor alarma, seguramente porque afectan al sector de la poblaci¨®n socialmente m¨¢s desprotegido. Y, sin embargo, hay motivos m¨¢s que sobrados para indignarse. Ante todo, por la sospecha de arbitrariedad que planea sobre este tipo de decisiones, donde Asuntos Sociales ejerce de juez y parte, con la consiguiente indefensi¨®n de los afectados. El cuadro se hace a¨²n m¨¢s negro cuando a la inhumanidad burocr¨¢tica se suma la ineptitud administrativa: ?c¨®mo puede tardar Asuntos Sociales m¨¢s de un a?o en entregar un informe psicosocial a la justicia? A lo que hay que a?adir la falta de control judicial efectivo, pues un expediente de desamparo puede tardar a?os en resolverse. ?Qu¨¦ importan unos a?os en la vida de una ni?a, separada de su madre y de su hermana? Parece una burla, cuando menos, hablar de la protecci¨®n de los derechos del ni?o.
Hace falta que Asuntos Sociales d¨¦ explicaciones, sin refugiarse en la excusa de que el asunto est¨¢ en tr¨¢mite judicial. Hace falta abrir un debate sobre la pol¨ªtica de la consejer¨ªa en tales casos y sobre las garant¨ªas efectivas que deben acompa?ar a las declaraciones de desamparo, para reducir abusos y arbitrariedades. Esta clase de actuaciones ponen en cuesti¨®n el sentido mismo de la pol¨ªtica social: pocas cosas suenan m¨¢s siniestras que la menci¨®n a las "limitaciones intelectuales" de los progenitores en el art¨ªculo. ?Hay que recordar que las pol¨ªticas sociales deber¨ªan ir encaminadas a prestar ayuda a las personas socialmente vulnerables y no a castigarlas de la forma m¨¢s cruel?
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