Francia defiende su "tesoro nacional"
El cine galo busca nuevas f¨®rmulas frente a una Europa cada vez m¨¢s colonizada
El deseado Airbus cinematogr¨¢fico sigue sin despegar. El cine europeo no consigue exportarse y plantarle cara al Boeing hollywoodense. La UE produce casi tantos t¨ªtulos como EE UU pero no logra, como estos, controlar el propio mercado. Si en EE UU el 93% del cine que ven es fabricado en Hollywood, en el Reino Unido el porcentaje procedente del otro lado del Atl¨¢ntico es de un 80%, de m¨¢s de un 70% en Espa?a y Alemania, y de casi un 65% en Italia. En su conjunto, Europa es un continente culturalmente dominado, al menos en el apartado de las im¨¢genes. La tentativa de crear una major europea en torno a Vivendi-Universal se ha revelado inviable y el hundimiento del proyecto ha hecho m¨¢s evidente la fragilidad del minifundio cinematogr¨¢fico de la UE.
El cine franc¨¦s, el m¨¢s potente industrialmente hablando en Europa -Jacques Chirac, el presidente de la Rep¨²blica, lo cataloga de "tesoro nacional"- vuelve a imponer su ejemplo en un continente cada d¨ªa m¨¢s colonizado. Una de sus principales iniciativas tendr¨¢ lugar la semana pr¨®xima. Durante tres d¨ªas, los espectadores podr¨¢n ver todos los t¨ªtulos franceses que deseen por solo 1,5 euros. Tambi¨¦n en julio se celebrar¨¢n por primera vez los llamados Rencontres Internationales, con retrospectivas y homenajes a grandes cineastas europeos.
La estrategia de supervivencia del cine franc¨¦s se desarrolla en cuatro direcciones: perennizar y diversificar las fuentes de financiaci¨®n; relocalizar los rodajes en Francia; aumentar la diversidad de la oferta, e intensificar la capacidad exportadora. Para garantizar los ingresos, la explosi¨®n de las ventas de DVD abre una puerta y permite abandonar la monodependencia de un languideciente Canal +. En 2004, la tasa sobre la venta de DVD debe aportar al fondo que maneja el Centre National de Cinematographie (CNC) unos 20 millones de euros. Otra v¨ªa en estudio contempla aumentar las ventajas fiscales para los fondos de inversi¨®n en cine e incluir ¨¦ste dentro de la nueva ley de mecenazgo.
Para exportar m¨¢s se crear¨¢ un dispositivo que avance el dinero que se prev¨¦ recaudar con las ventas al extranjero mientras que para que la diversidad sea mayor, se aumentar¨¢n los cr¨¦ditos disponibles en concepto de ayuda selectiva y se doblar¨¢ el fondo destinado a la ayuda a la preproducci¨®n, ese concepto que en EE UU engulle un 10% del presupuesto de una pel¨ªcula mientras en Francia apenas representa un 2%.
La se?al de alarma la hizo sonar Canal + tras su desastrosa aventura con Vivendi. De nada serv¨ªa que Francia figurase detr¨¢s de India, EE UU, Jap¨®n, China y Filipinas por el n¨²mero de producciones. Si s¨®lo 30 pa¨ªses producen m¨¢s de 20 largometrajes al a?o, el 85% de las entradas vendidas en el mundo son para las producciones de Hollywood. Aunque el cine galo conserva m¨¢s del 35% del mercado interior, y en el extranjero tiene regularmente m¨¢s de 50 millones de espectadores, otros s¨ªntomas anuncian la crisis, como el que en el mercado franc¨¦s del v¨ªdeo y DVD la producci¨®n nacional s¨®lo represente el 17%, la mitad de la obtenida en las salas.
Otras medidas pretenden s¨®lo mantener vivo el amor al cine, sea cual sea su nacionalidad. Es el caso de la F¨ºte du Cin¨¦ma, una fiesta que permitir¨¢, por decimonoveno a?o consecutivo, que los pr¨®ximos domingo, lunes y martes, 22, 23 y 24 de junio, los espectadores que compren una entrada de cine vean c¨®mo les ofrecen tantas sesiones como sus ojos sean capaces de resistir durante tres d¨ªas a s¨®lo 1,5 euros la proyecci¨®n. El invento acostumbra a llevar a las 5.000 salas francesas entre 3 y 4 millones de espectadores.
Y en esa misma direcci¨®n se inscribe la creaci¨®n de unos encuentros internacionales en Par¨ªs, del 2 al 15 de julio, en colaboraci¨®n con 38 salas de la capital, que no son otra cosa que un festival que no quiere llamarse as¨ª. En su primera edici¨®n, presidida por Costa-Gavras, los Rencontres Internationales presentar¨¢n 27 t¨ªtulos y retrospectivas dedicadas a Terry Gilliam, Eliseo Subiela, Antonioni y Maurice Pialat, as¨ª como homenajes a 50 a?os de comedia popular italiana, al productor Daniel Toscan du Plantier, a las actrices Bulle Ogier y Leslie Cheung, a la realizadora Solveig Anspach o al actor Fabrice Luchini, al compositor Antoine Duhamel o a la pasi¨®n restauradora, con la proyecci¨®n de 20 filmes en copias ¨ªntegras, de Bucking Broadway (John Ford, 1917) a Pat Garrett & Billy the Kid (Sam Peckinpah, 1973). Son iniciativas complementarias eficaces para mantener vivo un sector y una pasi¨®n, que alimentan las cajas del CNC pero que no se traducen necesariamente en m¨¢s p¨²blico en las salas o ante la peque?a pantalla.
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