El Gobierno intercede ante Marruecos a favor de Al¨ª Lmrabet
Gil Casares se re¨²ne con el embajador Baraka
El n¨²mero dos de la diplomacia espa?ola, Ram¨®n Gil Casares, recibi¨® ayer al embajador de Marruecos en Madrid, Abdesalam Baraka, para interceder por el periodista marroqu¨ª Al¨ª Lmrabet, seg¨²n se?alaron fuentes diplom¨¢ticas espa?olas. Lmrabet fue condenado hace un mes por ultraje al rey Mohamed VI -desde entonces est¨¢ encarcelado-, al tiempo que sus dos revistas, Demain, en franc¨¦s, y Douman, en ¨¢rabe, fueron prohibidas.
El secretario de Estado de Pol¨ªtica Exterior expres¨® al embajador la "preocupaci¨®n humanitaria" del Gobierno espa?ol por Lmrabet, que lleva 46 d¨ªas en huelga de hambre, en protesta por la condena, y cuyo estado de salud es muy delicado, seg¨²n varios m¨¦dicos y sus familiares. Lmrabet, de 43 a?os, es un marroqu¨ª hispan¨®filo cuya compa?era sentimental, Laura Feliu, es espa?ola.
La Embajada marroqu¨ª desminti¨® esta versi¨®n de la entrevista y sostuvo que la conversaci¨®n entre Gil Casares y Baraka estuvo dedicada al intenso calendario de las pr¨®ximas visitas ministeriales espa?olas a Marruecos y que en ning¨²n momento se abord¨® el caso Lmrabet.
La gesti¨®n de Gil Casares se enmarca en una larga lista de iniciativas discretas del Ejecutivo espa?ol instando al marroqu¨ª a encontrar una soluci¨®n humanitaria para el periodista, pero evitando criticar el funcionamiento de las instituciones de ese pa¨ªs, empezando por la justicia.
La primera diligencia espa?ola se llev¨® a cabo el 22 de mayo con motivo de la visita a Rabat de la ministra de Exteriores, Ana Palacio, para manifestar su solidaridad con Marruecos, golpeado una semana antes por el terrorismo integrista. Desde entonces Palacio ha seguido insistiendo y, el mi¨¦rcoles pasado, mantuvo dos conversaciones telef¨®nicas con su hom¨®logo, Mohamed Benaissa.
El propio presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, se involucr¨® en el asunto al recibir, el 5 de junio, a su hom¨®logo Driss Jettu en Quintos de Mora (Toledo). Le pidi¨® que Laura Feliu fuese autorizada a visitar a Lmrabet en la planta para reclusos del hospital Avicenas, donde est¨¢ ingresado desde que, el 26 de mayo, su salud se deterior¨® bruscamente.
Hasta entonces, el ministro de Justicia marroqu¨ª, el socialista Mohamed Buzubaa, hab¨ªa hecho o¨ªdos sordos a las gestiones del Consulado de Espa?a en Rabat y, despu¨¦s, a la nota verbal que envi¨® la Embajada. La petici¨®n de Aznar dio resultados y Feliu, profesora de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, pudo reunirse con Lmrabet tres d¨ªas seguidos.
Cautela francesa
Las m¨²ltiples iniciativas espa?olas y de las instituciones europeas -el presidente del Parlamento Europeo, Pat Cox, remiti¨® ayer una carta a Jettu- contrastan con la cautela de Francia, el pa¨ªs europeo que, junto con Espa?a, mantiene la relaci¨®n m¨¢s estrecha con Marruecos. Adem¨¢s de la marroqu¨ª, Lmrabet posee la nacionalidad francesa.
La Embajada de Francia en Rabat rehus¨®, por ejemplo, recibir a Laura Feliu y sus servicios consulares no han brindado ninguna ayuda al periodista. El presidente Jacques Chirac s¨ª manifest¨®, en cambio, su inquietud por la suerte del director de Demain cuando recibi¨® esta semana a Jettu en Par¨ªs.
Los socialistas franceses, en la oposici¨®n, han sido m¨¢s contundentes. El viernes pasado tacharon de "arbitrario" el juicio de Lmrabet y exigieron, en un comunicado, su liberaci¨®n.
Al d¨ªa siguiente, el secretario general del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, dio un paso m¨¢s -sus colaboradores hab¨ªan hablado previamente con Buzubaa y con el l¨ªder socialista marroqu¨ª, Abderram¨¢n Yussufi- y escribi¨® cartas a Mohamed VI, a Jettu y a su correligionario Yussufi.
El seguimiento que la prensa espa?ola hace del caso Lmrabet est¨¢ provocando reacciones airadas en Marruecos que recuerdan los tiempos de la crisis hispano-marroqu¨ª. "La mayor¨ªa de los diarios espa?oles aprovechan cualquier oportunidad para arremeter contra Marruecos", escrib¨ªa ayer Al Ahdat Al Magribia, un rotativo af¨ªn a los socialistas. Este estado de ¨¢nimo no ha repercutido, por ahora, sobre la relaci¨®n oficial.
[El copresidente de la comisi¨®n de derechos humanos del Congreso de EE UU, Frank R. Wolf, envi¨® el martes una carta al embajador marroqu¨ª en Washington, Aziz Mekouar, en la que manifiesta su preocupaci¨®n por la "falta de libertad de expresi¨®n" en Marruecos y por la salud de Lmrabet. Wolf apremia al Gobierno de Rabat para que libere al periodista].
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