Los Quince aprobar¨¢n hoy el proyecto de Carta Magna

El presidente de la Convenci¨®n, Val¨¦ry Giscard d'Estaing, arrancar¨¢ hoy en la cumbre de Sal¨®nica el aval inicial de los l¨ªderes europeos al proyecto de Constituci¨®n elaborado por esa asamblea a lo largo de 16 meses. La inc¨®gnita en esta cumbre reside en conocer el grado de compromiso de los jefes de Estado y de Gobierno con el proyecto y, por tanto, en qu¨¦ medida querr¨¢n modificarlo durante las negociaciones en la Conferencia Intergubernamental (CIG) que hoy convocar¨¢n los l¨ªderes para que comience en octubre.

Giscard d'Estaing lleg¨® ayer a Porto Barras, un complejo tur¨ªstico a unos 120 kil¨®metros de Sal¨®nica, custodiado por los dos vicepresidentes de la Convenci¨®n, el italiano Giuliano Amato y el belga Jean Luc Dehaene. Los tres encaran la cumbre con el convencimiento de que han cumplido la tarea que les fue asignada en diciembre de 2001 en Laeken. El tr¨ªo afirma en el prefacio que la Convenci¨®n "ha hallado respuestas" a las preguntas planteadas en la Declaraci¨®n de Laeken. As¨ª lo considera la mayor¨ªa de los Gobiernos, aunque su nivel de aceptaci¨®n var¨ªa: desde el apoyo pr¨¢cticamente cerrado de Alemania y Francia al disgusto de Espa?a por la nueva f¨®rmula de voto en el Consejo.

"Paso hist¨®rico"

Los Gobiernos, en efecto, creen que la Convenci¨®n ha sido "un experimento provechoso", y califican su resultado de "paso hist¨®rico" en el proceso de integraci¨®n europea. La creaci¨®n de un presidente estable del Consejo Europeo para poner fin a las presidencias semestrales, la figura del ministro europeo de Exteriores, la cl¨¢usula de solidaridad y asistencia mutua en caso de ataques terroristas graves o la desaparici¨®n del derecho al veto en todas las materias relacionadas con la seguridad y la justicia son algunos de los aspectos m¨¢s destacados del proyecto.

Los l¨ªderes europeos consideran que con el texto se acerca el proyecto europeo a los ciudadanos y a sus instituciones, se refuerza su car¨¢cter democr¨¢tico y su capacidad para adoptar decisiones en una Europa ampliada y se incrementa la capacidad de la UE para actuar como una fuerza unificada y coherente en la escena internacional. Para Giscard, como se indica en el prefacio que hoy presentar¨¢ a los jefes de Estado y de Gobierno, la Convenci¨®n propone un mejor reparto de las competencias de la Uni¨®n y de los Estados, simplifica los actuales tratados, aumenta el nivel de democracia y la transparencia y hace m¨¢s f¨¢cil y comprensible los mecanismos de toma de decisiones en el club, cuyas instituciones, dice, resultan reforzadas.

Pero, con independencia del grado de satisfacci¨®n de cada pa¨ªs, ninguno suscribe al cien por cien el proyecto. Por eso, el riesgo reside en que cada uno quiera modificar en la CIG el cap¨ªtulo que le disgusta y, al final, se rompa el consenso que lograron los 105 integrantes de la Convenci¨®n. El Gobierno espa?ol ha sido el que ha expresado con mayor contundencia su deseo de abrir la v¨ªa de las modificaciones, porque, como dijo su ministra de Exteriores, Ana Palacio, tiene una "reserva fundamental": quiere eliminar el sistema de votaci¨®n propuesto (mayor¨ªa de Estados que representen al menos al 60% de la poblaci¨®n) y mantener el del Tratado de Niza para lograr m¨¢s f¨¢cilmente bloquear decisiones pactadas entre los pa¨ªses m¨¢s grandes.

Lo que no tendr¨¢ nada f¨¢cil de conseguir hoy Giscard es el acuerdo de los Quince para que ¨¦l y los dos vicepresidentes de la Convenci¨®n participen en las negociaciones durante la CIG, ni siquiera como observadores, para vigilar que los cambios de los Gobiernos no desvirt¨²en el consenso alcanzado. El presidente del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, se oponen a cualquier intromisi¨®n de Giscard en los trabajos de la CIG.

La CIG comenzar¨¢ en octubre con la participaci¨®n, como miembros de pleno derecho, de los representantes de los Gobiernos de los 10 pa¨ªses candidatos.