"Me preocupa que por la acci¨®n de ETA se den dentelladas a la democracia"
El catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV) Gurutz J¨¢uregui (Urretxu, 1946) ha visto reconocida hace unos d¨ªas su labor investigadora con el Premio Eusko Ikaskuntza, un galard¨®n por el que est¨¢ "muy agradecido y satisfecho". Sus sentimientos, sin embargo, se tornan hacia el pesimismo al hablar de la situaci¨®n pol¨ªtica vasca. "Somos una sociedad dividida en bloques", "necesitamos hablar", dice J¨¢uregui, cuyo trabajo gira fundamentalmente en torno a tres temas: el Pa¨ªs Vasco, la teor¨ªa de la naci¨®n y la teor¨ªa de la democracia.
Pregunta. ?Cu¨¢l es su postura ante el plan Ibarretxe?
Respuesta. En el Pa¨ªs Vasco existen fundamentalmente dos grandes problemas: uno interno, de cohesi¨®n de la sociedad vasca, y otro externo, de relaci¨®n del Pa¨ªs Vasco con Espa?a. El plan Ibarretxe no me parece excesivamente problem¨¢tico desde este ¨²ltimo punto de vista, en el sentido de que la cosoberan¨ªa es un tema muy de actualidad en el proceso de globalizaci¨®n y de unificaci¨®n europea. Hay aspectos del plan que no son compatibles con la Constituci¨®n, pero las constituciones no son absolutamente inmutables.
"El 'plan Ibarretxe' no favorece la cohesi¨®n de la sociedad vasca, dividida en bloques"
"El poder judicial, al m¨¢s alto nivel, est¨¢ muy presionado por el Ejecutivo"
P. ?Y desde la perspectiva interna?
R. Me parece m¨¢s problem¨¢tico. Somos una sociedad poco cohesionada, dividida en bloques y muy necesitada de tener valores comunes, y el plan Ibarretxe no ayuda a esta cuesti¨®n. Es un plan planteado para el nacionalismo, un plan que no permite atraer, al menos en su actual contenido, a un sector muy importante de la sociedad vasca, el no nacionalista, que ronda el 50%. En este momento me parece mucho m¨¢s importante tratar de dar cauce y soluci¨®n al problema interno, a la cohesi¨®n de la sociedad vasca.
P. ?Ve posible a corto plazo un entendimiento entre nacionalistas y constitucionalistas?
R. Tal y como est¨¢n las cosas, no parece que haya viso alguno de que pueda haber acuerdo entre estos dos mundos. Lamentablemente, porque necesitamos el di¨¢logo. Y cuando hablo de di¨¢logo me estoy refiriendo a las fuerzas democr¨¢ticas, no a ETA, que lo que tiene que hacer es desaparecer y dejar de influir en la vida pol¨ªtica vasca. Me parece muy grave que haya una incomunicaci¨®n absoluta entre los partidos y los gobiernos espa?ol y vasco.
P. ?Estamos, pues, en un callej¨®n sin salida?
R. Las posiciones de enrocamiento, a corto plazo, pueden dar alg¨²n r¨¦dito electoral, pero a medio y largo plazo se van a volver contra los partidos. La pol¨ªtica de altura es la de los matices. La pol¨ªtica del negro o el blanco absoluto, que es la que se est¨¢ practicando en este pa¨ªs, no favorece en nada al desarrollo y asentamiento de la sociedad vasca.
P. ?Mete en el mismo saco a todos los partidos?
R. Dejando ETA y Batasuna al margen, que est¨¢n en la ¨®rbita no democr¨¢tica, al que m¨¢s achaco la falta de di¨¢logo es al Gobierno espa?ol y, m¨¢s concretamente, a la persona de Aznar. Pero el PNV tambi¨¦n est¨¢ demasiado encerrado en s¨ª mismo y a la defensiva.
P. ?Un cambio en el Gobierno central redundar¨ªa en una situaci¨®n m¨¢s optimista?
R. Aunque ganase el PP en las pr¨®ximas elecciones generales, estoy convencido de que si es otra persona la que dirige el partido, salvo el caso de Mayor Oreja, practicar¨ªa una pol¨ªtica m¨¢s flexible. Y, desde luego, si las ganase el PSOE, har¨ªa una pol¨ªtica m¨¢s flexible. Al margen de la posici¨®n pol¨ªtica del Partido Popular como tal, creo que hay tambi¨¦n un plus personal por parte de Aznar. Le falta altura pol¨ªtica, como tambi¨¦n le falta a dirigentes de partidos nacionalistas, para, por encima de las filias y las fobias personales, plantear las cosas, aunque sea para llegar a desacuerdos.
P. Se pronunci¨® usted en contra de la Ley de Partidos.
R. Hice un informe en el que consideraba anticonstitucional el borrador del anteproyecto de la Ley de Partidos. Luego el texto se modific¨®, se suaviz¨® bastante. A¨²n as¨ª, y aunque ya no lo segu¨ª de forma cient¨ªfica, pienso que es dudosamente democr¨¢tico y constitucional, si bien la verdad oficial es la que ha establecido el Tribunal Constitucional, al menos provisionalmente, a expensas de lo que diga el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Lo que me preocupa mucho es que la acci¨®n terrorista de ETA traiga como consecuencia dentelladas a la democracia por parte de los propios sistemas democr¨¢ticos.
P. ?La ilegalizaci¨®n de Batasuna va a favorecer la resoluci¨®n del conflicto vasco o lo va a enconar a¨²n m¨¢s?
R. Desde el punto de vista pol¨ªtico desconozco cu¨¢les van a ser los efectos. No s¨¦ si va a tener efectos internos en Batasuna y ETA, si les va a llevar o no a una reflexi¨®n. Evidentemente, a corto plazo, no va a disminuir la acci¨®n de ETA.
P. ?Tenemos ETA para rato?
R. Parece que s¨ª. Por muy debilitada que est¨¦, tiene una infraestructura m¨ªnima y capacidad para dar golpes de mano en cualquier momento.
P. ?Es factible acabar con ETA sin hablar con ella?
R. Hablar con alguien que tiene armas encima de la mesa no me parece, al menos en una primera fase, oportuno, pues ser¨ªa una situaci¨®n de desigualdad absoluta. Pero s¨ª hay que hablar mucho con Batasuna, entre otras cosas porque representa a un sector importante de la poblaci¨®n. Hay que ver qu¨¦ plantea y si la democracia tiene instrumentos para asumir, si no todas, algunas de sus peticiones, que, en definitiva, son las que plantea ETA.
P. Alrededor de 130.000 personas apoyaron a Batasuna con sus votos nulos.
R. Es una situaci¨®n no normal y, en esa medida, no normaliza la democracia. Hay dos formas de resolver esta cuesti¨®n. Una, mandar al infierno a esta gente y dar la situaci¨®n como no existente, que yo creo que es la pol¨ªtica del avestruz. Otra, ser consciente de que existe este mundo y buscar f¨®rmulas para tratar por todos los medios de que dicho mundo, o al menos el sector m¨¢s importante, asuma los valores democr¨¢ticos, bien a trav¨¦s del sistema actual, de ciertas modificaciones del mismo, de una ampliaci¨®n...
P. ?Se cumple en Espa?a la separaci¨®n de poderes?
R. El predominio absoluto del poder ejecutivo sobre el legislativo es evidente, pero no s¨®lo en Espa?a. Adem¨¢s, no es de la ¨¦poca de Aznar, tambi¨¦n se dio en la etapa socialista de Felipe Gonz¨¢lez. El dato nuevo con Aznar es que este predominio est¨¢ llegando tambi¨¦n al poder judicial. Al m¨¢s alto nivel, Tribunal Supremo y Tribunal Constitucional, hay una presi¨®n absoluta por parte del ejecutivo. Con eso no quiero decir que el Poder Judicial deje de ser independiente en los niveles m¨¢s bajos, en los ¨¢mbitos no directamente relacionados con las grandes decisiones pol¨ªticas.
P. Suele ser llamado por los pol¨ªticos para pronunciarse sobre temas de actualidad. ?Suelen escuchar?
R. Tengo la sensaci¨®n de que no. Los pol¨ªticos pretenden confirmar o dar una p¨¢tina de cientificidad a una idea que ya tienen preestablecida.
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