Una carpa en un centro comercial
El proyecto Circ¨®polis difunde la historia del circo entre ni?os y mayores en Gl¨°ries
Los centros comerciales son los nuevos templos que congregan a las familias, as¨ª que all¨ª se ha trasladado el circo para dar a conocer su historia y su presente. Se trata del proyecto Circ¨®polis que re¨²ne hasta el pr¨®ximo 2 de julio en el centro de Gl¨°ries una exposici¨®n, un taller circense para ni?os y actuaciones.
Emilio acaba de cumplir tres a?os e intenta hacer girar por primera vez un plato chino; no tiene mucha suerte. Su madre dice que se ha lanzado a hablar, aunque su timidez lo convierte en un chico de pocas palabras. S¨®lo niega con la cabeza la pregunta sobre si ha acudido alguna vez al circo, y vuelve a concentrarse en su plato. ?l, junto a una decena de ni?os, jugaba en la tarde del pasado viernes en la Circoludoteca de Circ¨®polis, donde ni?os menores de ocho a?os juegan con zancos, hacen ejercicios de equilibrio o aprenden juegos malabares con pelotas, mazas o di¨¢bolos, adem¨¢s de maquillarse.
En la plaza del centro comercial, bajo un sol de justicia, Yasir ha subido al escenario para participar en el juego de malabares que realiza uno de los 15 artistas que todas las tardes, de jueves a domingo, act¨²an en el centro comercial. Como el calor puede m¨¢s que el circo, otros ni?os juegan entre los chorros que sueltan unas fuentes, a ellos se dirige con un caramelo y una sonrisa la payasa Vicky Soie. Ella es tambi¨¦n colaboradora de la ONG Payasos sin Fronteras, que tambi¨¦n colabora en Circ¨®polis, y el pr¨®ximo 15 de julio espera partir hacia Palestina para actuar por segunda vez en los campamentos de refugiados. "Los ni?os de all¨ª tienen m¨¢s capacidad de sorprenderse, de entrar en el juego", comenta Vicky despu¨¦s de que una ni?a asustada le rechace un caramelo. Ella es una de las pocas que a¨²n conf¨ªa en la magia que se vive bajo la carpa de los circos, "en el fondo soy una rom¨¢ntica".
A los que creyeron antes en este espect¨¢culo se dedica una exposici¨®n que se reparte por los pasillos del centro comercial. Se ve as¨ª un cartel de Charlie Rivel, un traje de la trapecista Pinito del Oro y la vestimenta del funambulista Tonito, aunque es inevitable cruzarse tambi¨¦n con la publicidad que promociona la ¨²ltima oferta de congelados o los nuevos modelos de telefon¨ªa m¨®vil. El Ateneo de Nou Barris y la biblioteca de este distrito (con una secci¨®n especial dedicada a este arte), la Escuela de Circo Rogelio Rivel, la Asociaci¨®n de Circo de Catalu?a y la sastrer¨ªa Menkes colaboran en Barcelona con este proyecto, que desde hace tres a?os va rotando por distintos centros comerciales espa?oles.
La exposici¨®n recoge una breve historia del circo, desde sus primeras manifestaciones -seg¨²n dicen, hace 3.000 a?os en Egipto-, hasta el nacimiento del circo moderno en el siglo XVIII o la instalaci¨®n del primer edificio dedicado a este espect¨¢culo en Madrid, alrededor de 1820. Hay espacio tambi¨¦n para las grandes familias como los Price o los Rivel, o para recordar las pel¨ªculas ambientadas en una carpa. Unos j¨®venes se paran a ver la fotograf¨ªa de La Mu?eca Viviente, una mujer que con s¨®lo 65 cent¨ªmetros de estatura lleg¨® a convertirse en estrella del mayor espect¨¢culo del mundo. Soie se acerca a ellos para explicarles que lo m¨¢s dif¨ªcil es saber re¨ªr. Payasos sin Fronteras recuerda que la risa escasea cada vez m¨¢s, por lo que ha puesto en marcha un programa para que la Unesco la declare Patrimonio de la Humanidad.
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