"En la pintura, si no hay riesgo, no hay nada"
El brillo del genio suele eclipsar el valor del esfuerzo que supone su creaci¨®n, pero a Jos¨¦ Hern¨¢ndez (T¨¢nger, 1944), uno de los grandes pintores vivos, no le da ning¨²n pudor decir que vive para el trabajo. Sus cada vez m¨¢s largas estancias en el cortijo que compr¨® hace a?os
en la provincia de M¨¢laga le proporcionan la paz necesaria, y en agradecimiento eligi¨® la capital malague?a para celebrar una monumental retrospectiva de 43 a?os de pintura que no tuvo una justa repercusi¨®n.
Pregunta. En los ochenta se hablaba constantemente de usted. Ahora est¨¢ muy perdido.
R. No, lo que pasa es que las cosas se dosifican. Cuando planeamos la exposici¨®n de M¨¢laga pensamos que iba a pasar muy desapercibida, y han ido m¨¢s de 10.000 personas.
"Si la oferta en el arte no es como deber¨ªa es porque la demanda tambi¨¦n es deficiente"
"Uno no est¨¢ para pintar lo que le mandan o lo que se lleve"
P. Ni se anunci¨® en la fachada del Palacio del Obispo.
R. No, pero es que M¨¢laga estaba muy distra¨ªda en esos d¨ªas porque era el Festival de Cine, y el poder medi¨¢tico que tienen los del cine no lo tiene jam¨¢s un triste pintor, ya sea un triste pintor importante. Y luego estaba tambi¨¦n el rodaje una pel¨ªcula, que entorpeci¨® la marcha normal de las visitas. Incluso llegu¨¦ a hacer un cartel anunciando la exposici¨®n y no s¨¦ si tuvo difusi¨®n. Pero lo importante es que una vez que la vimos colgada nos gust¨® mucho.
P. Eran casi 400 obras. Debi¨® ser complicado montarla.
R. S¨ª, porque la mitad eran pr¨¦stamos de coleccionistas noruegos, franceses, italianos, americanos, y eso tiene un procedimiento muy complicado. No es que uno espere una recompensa, pero s¨ª un reconocimiento al esfuerzo de una serie de personas, entre ellos el comisario, David Villalba, o Unicaja, que cumpli¨® con creces como patrocinadora.
P. Era su primera retrospectiva en muchos a?os.
R. De ese tama?o se hizo una en Madrid a ra¨ªz del Premio Nacional de Artes Pl¨¢sticas, pero ¨¦sta era m¨¢s importante porque hab¨ªa m¨¢s obra ¨²nica. Cerca de 400, de hecho, que es mucho, y muchas posteriores a 1986, el a?o de la de Madrid.
P. Sus pinturas son muy minuciosas. ?Cu¨¢nto le lleva acabar un ¨®leo?
R. Todo el que quiera, pero no por la minuciosidad, sino porque en el proceso de preparaci¨®n de las telas, de las pinturas, se tarda much¨ªsimo. Yo produzco muy poquito, a pesar de dedicar a esto todo mi tiempo.
P. En sus primeras pinturas se apreciaba una angustia que va seren¨¢ndose despu¨¦s.
R. S¨ª, porque cuando uno empieza anda muy t¨ªmido y muy torpe en la expresi¨®n, y con el tiempo las ideas se despojan de lo que sobra y te vas quedando con lo esencial. Creo que esa es la trayectoria de cualquier artista; llegar a esa especie de s¨ªntesis, a la que algunos llegan dram¨¢ticamente.
P. ?Dram¨¢ticamente?
R. En el sentido de que llegan a un punto en que ya no ven nada m¨¢s all¨¢ y ante la posibilidad de repetirse prefieren acabar. Yo no estoy en esa fase, y espero que no me ocurra.
P. Mima mucho la t¨¦cnica.
R. La t¨¦cnica es m¨¢s que un veh¨ªculo. El que yo fabrique determinados colores que existen en el mercado forma parte del trabajo. Es fundamental conocer la t¨¦cnica y los materiales que uno manipula porque as¨ª sabes sus l¨ªmites, y aunque las pinturas no suelen ser eternas, se puede hacer que duren un poco. Porque uno no est¨¢ aqu¨ª de paso para pintar lo que le mandan o lo que se lleve. Yo estoy fuera de eso y siempre lo he estado. Se pinta para los dem¨¢s, pero antes se pinta para uno. Yo nunca me propuse ser pintor. Sal¨ª pintor porque parec¨ªa que eso es lo que ten¨ªa que hacer, y lo ¨²nico que he hecho es darle rienda suelta a la cosa.
P. Nunca estudi¨® pintura.
R. No, y cuando dec¨ªan que era autodidacta al principio me pon¨ªa muy nervioso, porque parece que uno va de desvalido por la vida. Pero yo tengo una idea del autodidactismo muy distinta. Beckett dec¨ªa que el deber del artista es trabajar en lo que cree desafiando el fracaso. De ah¨ª que haya habido legiones de personas muy sensibles que no llegaron a dar el paso por no s¨¦ qu¨¦ extra?o pudor. El artista antes de pintar no va a pensar en el posible fracaso.
P. Antes ha hablado de perdurabilidad. Me sorprende, porque su pintura habla mucho de la futilidad de la existencia.
R. Cuando digo que la pintura tiene que durar no es tanto por la idea de eternidad. Todo es ef¨ªmero, pero si lo que se hace est¨¢ basado en una idea que procede de una sensaci¨®n muy profunda, pues tendr¨ªa que durar un poco m¨¢s que lo que dura uno, para que los rezagados se puedan acercar. Yo todo lo pienso mucho y lo elaboro mucho. No participo de las cosas dichas a la ligera. Por eso me gusta el dibujo; porque es la elaboraci¨®n de la idea, donde uno se tiene que aplicar para llegar a expresar el m¨¢ximo de la idea inicial. Los cuadros no surgen espont¨¢neamente. Hay muy pocas ideas y miles, millones de ocurrencias. Lo que siempre tengo muy claro es qu¨¦ es una idea y qu¨¦ es una ocurrencia.
P. Supongo que eso enlaza con lo que perdura en sus cuadros: el arte, la naturaleza.
R. Claro, lo que se desvanece es lo superfluo. Lo que para m¨ª es m¨¢s importante es crear una atm¨®sfera. Hay cuadros que quedan en esa cosa plana de una combinaci¨®n de figuras y colores. A m¨ª me interesa que sea lo que sea lo que se represente, produzca una atm¨®sfera. Eso tiene una correspondencia directa con el modo de pintar. Yo pinto con colores b¨¢sicos y luego el trabajo largo es una sucesi¨®n de veladuras, transparencias y frotados que van matizando esos colores.
P. ?El gusto por la lentitud es un modo de rebeld¨ªa?
R. Siempre he ido contracorriente. No es que me haya propuesto luchar contra los molinos, pero he ido a mi aire, tejiendo y entretejiendo esa tela de ara?a que es mi mundo. Mis fuentes son inagotables. Cuando adolescente las lecturas que m¨¢s me estimulaban eran las de esa literatura que describ¨ªa ambientes de misterio, de atravesar el espejo y ver lo que hab¨ªa detr¨¢s. Por eso digo que nunca me hice el prop¨®sito formal de ser pintor, entre otras cosas por ignorante, porque no sab¨ªa yo que esas cosas se aprenden en la escuela de Bellas Artes. Y lo que ense?an all¨ª lo he aprendido por mis medios.
P. ?Hay fraude en el arte actual?
R. Hombre, algo falla. Lo que pasa es que la labor de uno no es investigar d¨®nde est¨¢ el fallo, sino en lo que t¨² propones. No falta quien se escandaliza por lo que se hace ahora. Pero yo pienso que si la oferta no es la que tendr¨ªa que ser, es porque tambi¨¦n la demanda es muy deficiente. No se puede cargar toda la culpa en el artista.
P. ?Presta atenci¨®n a la interpretaci¨®n que hace el p¨²blico de sus pinturas?
P. No demasiada, pero tampoco me cierro. De entrada es un gesto de generosidad que alguien se acerque, y si esa persona se identifica y queda atrapada en un cuadro tuyo te satisface mucho, porque te ayuda a pensar que no estabas tan descarriado y loco, porque algo que a ti te preocupa le ha preocupado a otro. Si adem¨¢s esa persona compra el cuadro, pues muy bien, porque eso sirve para seguir haciendo m¨¢s.
P. ?Cuando se ha trabajado tanto llega un momento en que las cosas salen m¨¢s f¨¢cilmente?
R. No, al contrario. Es cada vez m¨¢s dif¨ªcil, porque tienes un sentido de la responsabilidad mayor. No digo que sea una tortura, porque si lo fuera habr¨ªa que pensar en otra cosa. Pero simplificar es mucho m¨¢s dif¨ªcil que lo contrario.
P. Tambi¨¦n ser¨¢ m¨¢s libre.
R. S¨ª, porque el mero gesto de eliminar cosas que consideras superfluas es un gesto de libertad. No te obligas a repetir el mismo cuadro siempre, porque lo peor que le puede pasar a un pintor es que se copie a s¨ª mismo. En la pintura si no hay riesgo no hay nada. Seguir¨¢ habiendo colores, pero eso no es nada. Cada vez te sientes m¨¢s comprometido contigo mismo, cada vez profundizas m¨¢s, te interesas m¨¢s, quieres llegar m¨¢s al fondo de las cosas, y eso hace que produzcas menos. Pero hasta eso tiene su sentido. Produces lo que produces, para qu¨¦ quieres producir m¨¢s.
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