Los m¨²ltiples rostros de Cindy Sherman frente al grito demoledor de Bacon

La fotograf¨ªa se ha impuesto sobre otros medios art¨ªsticos en la oferta cultural del verano londinense. Cindy Sherman re¨²ne parte de sus autorretratos en una muestra retrospectiva y Francis Giacobetti expone la serie in¨¦dita de retratos que le hizo a Francis Bacon poco antes de su muerte, en 1992. Incluso la Tate Modern se apunta a la explosi¨®n fotogr¨¢fica con una revisi¨®n del realismo en el siglo XX.

Sherman se fotograf¨ªa a s¨ª misma en diferentes poses, disfraces, actitudes y situaciones sin caer en el estricto autorretrato. Documenta, en cambio, estereotipos humanos a partir de una figura solitaria, cuyo significado deja en manos de cada espectador. "Me gusta que la gente fantasee sobre la vida de una persona o sobre lo que est¨¢ pensando", ha comentado.

La galer¨ªa Serpentine muestra la ¨²ltima creaci¨®n de esta artista de 49 a?os. Ha creado una serie de payasos en respuesta a los atentados del 11 de septiembre, una tragedia que le anunci¨® el fin de la iron¨ªa, seg¨²n explica en una entrevista reciente. "Los pasayos", dice, "tienen un sentido subyacente de tristeza pese a que intentan animar a la gente. Son tristes, pero tambi¨¦n son hist¨¦ricamente alegres".

Frente a los mil rostros de Sherman, la galer¨ªa Marlborough se centra en un ¨²nico creador: Francis Bacon. Francis Giacobetti, fot¨®grafo franc¨¦s de origen corso, se aproxim¨® al pintor un a?o antes de su muerte, en 1992, con el prop¨®sito de a?adir una pieza m¨¢s a su serie de grandes personalidades mundiales, entre ellas Garc¨ªa M¨¢rquez, el Dalai Lama y Akira Kurosawa. El n¨²cleo de la colecci¨®n son tres tomas del retratado: de la cara, las manos y el iris de los ojos.