El franc¨¦s impasible
Raynald Denoueix, el entrenador de la Real Sociedad, sigue siendo como parece. Tiene cara de bueno, de esas caras que auguran que no ha roto nunca un plato, lo que en t¨¦rminos futbol¨ªsticos significa de no haber rozado el ¨¦xito, a pesar de haber ganado una Liga de Francia como entrenador del Nantes y dos Ligas y una Copa como jugador del mismo equipo.
Trabaja como si hubiera empezado en esta profesi¨®n hace unos d¨ªas a pesar de haber transitado por todos los escalones del f¨²tbol: escuela de base del Nantes, por el segundo equipo y por el equipo campe¨®n franc¨¦s. Se comporta en la Real como si fuera uno m¨¢s de un puzzle tramado por los dirigentes en el que ¨¦l es tan s¨®lo una pieza m¨¢s, cuando ya cuenta con una designaci¨®n como mejor entrenador de la Liga francesa y ahora sus compa?eros le han renovado el t¨ªtulo en Espa?a.
La filosof¨ªa del t¨¦cnico de la Real se resume en una frase: "S¨®lo se es campe¨®n por el juego"
No le pregunte por las razones del ¨¦xito porque s¨®lo les contestar¨¢ una cosa: trabajo. Pero, hurgando en su pensamiento, se aprecia que, adem¨¢s de trabajar, le gusta el f¨²tbol, por eso en Francia le definieron como "el heredero perfeccionista", atendiendo a la continuidad del trabajo desarrollado en el Nantes por sus predecesores Jos¨¦ Arribas y Jean Claude Suaudeau, art¨ªfices de lo que ya se conoce como "f¨²tbol a la nantesa". Algo que se podr¨ªa resumir con un frase que Denoueix suele repetir con asiduidad. "S¨®lo se sale de las situaciones por el juego" u otra m¨¢s definitiva: "S¨®lo se es campe¨®n por el juego".
Es decir, nada que ver con lo que los aduladores del m¨²sculo entienden por trabajo, como ¨²nico argumento de su trabajo. Denoueix es la expresi¨®n espa?ola de la escuela del Nantes, el conjunto que mejor ha jugado -junto al M¨®naco- en la Liga francesa de la ¨²ltima d¨¦cada.
A Jos¨¦ Luis Astiazar¨¢n se lo recomend¨® Jos¨¦ Mar¨ªa Amorrortu, ex director de la la cantera del Athletic y ca¨ªdo en desgracia tras las elecciones de 2001 que llevaron a la presidencia a Javier Uria. El presidente realista pens¨® en ¨¦l como director deportivo, pero su pasado rojiblanco impidi¨® su contrataci¨®n. No fue un trauma, por el talante de ambos interlocutores. De ello qued¨® la contrataci¨®n de Denoueix, a quien Amorrortu hab¨ªa conocido en sus visitas a Nantes.
Ah¨ª hab¨ªa prestigio del equipo y humildad del entrenador. Una filosof¨ªa basada en el toque y en la velocidad, es decir en el culto al juego, algo as¨ª como la traslaci¨®n natural del esp¨ªritu de la selecci¨®n francesa (el Brasil europeo se le lleg¨® a llamar) a un club y toda la investigaci¨®n a?adida en el trabajo con las categor¨ªas inferiores.
De ah¨ª surge Denoueix, un amante de la monta?a, de los paseos, de los v¨ªdeos, que vive en Urnieta, localidad cercana a Zubieta donde entrena la Real Sociedad, y no en San Sebasti¨¢n o Zarauz,-lugar habitual de los ex entrenadores de la Real-, que estudia espa?ol con una fe inquebrantable pero que no utilizar¨¢ hasta que se sienta absolutamente seguro consigo mismo y que, desde la discreci¨®n, ha decidido poner en marcha un proyecto sorprendente.
La escuela de Nantes en estado puro. Si ruido, sin declaraciones altisonantes, sin demasiados nombres propios, con mucho f¨²tbol. Probablemente, la tercera v¨ªa en el f¨²tbol espa?ol. Ni estrellas, ni aut¨®ctonos. Otra cosa.
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