Una exposici¨®n re¨²ne en Biarritz obras de 60 grandes artistas sobre lo festivo

De Dal¨ª a Mir¨®, de Sorolla a Picasso, de Picabia a Braque, Giacometti o Man Ray, la mayor¨ªa de los grandes artistas tomaron en alg¨²n momento de su carrera la fiesta y lo festivo como tema de inspiraci¨®n, aunque con muy distintos lenguajes y prop¨®sitos. El Bellevue de Biarritz re¨²ne ahora un centenar de trabajos de 60 maestros, incluidos los citados, y ofrece la posibilidad de realizar todo un recorrido por el arte de los siglos XIX y XX a trav¨¦s de sus pinturas y esculturas. La muestra, abierta hasta el 5 de octubre, viajar¨¢ el 16 de ese mismo mes al Museo Valenciano de la Ilustraci¨®n y la Modernidad.

No es la primera vez que el Bellevue sustenta una exposici¨®n tan ambiciosa en un ¨²nico motivo. El verano pasado exhibi¨® obras de pintores y escultores de primera fila dedicadas al juego. "Lo de la fiesta no es m¨¢s que una excusa, un pretexto para mostrar un conjunto de piezas clave con una coherencia", reconoci¨® ayer el director de Cultura del Ayuntamiento de Biarritz, Serge Fohr. No era dif¨ªcil encontrar creaciones de grandes autores sobre esta tem¨¢tica. "Es un tema cotidiano", dijo Fohr, "y ustedes lo saben mejor que nadie". Tambi¨¦n para los artistas.

La fiesta. El arte de la fiesta en el siglo XIX hasta nuestros d¨ªas, comisariada por Solange Auzias de Turenne, re¨²ne un centenar de obras originales entre pinturas, esculturas, instalaciones e incluso joyas. La m¨¢s antigua es Feu d'artifice tir¨¦ ¨¤ ambassade d'Espagne, le 21 janvier 1782 ¨¤ l'occasion de la naissance du duc de Normandie, un ¨®leo sobre lienzo realizado a principios del XIX por Pierre-Antoine Demachy sobre un espect¨¢culo de fuegos artificiales.

El pasado y el presente

La exposici¨®n arranca en un peque?o sal¨®n de color rojo dedicado a las obras del siglo XIX, que lleva al visitante hacia el espacio de baile, donde se exhiben algunas de las Meninas del valenciano Manolo Vald¨¦s realizadas en bronce, madera y m¨¢rmol, junto a lienzos y esculturas de otros maestros.

A lo largo de la exposici¨®n del Bellevue se funde lo contempor¨¢neo con el pasado: la propuesta del artista Patrick Mimran para penetrar a trav¨¦s de una instalaci¨®n en una singular discoteca se relaciona con un ¨®leo de 1906 de Joaqu¨ªn Sorolla; un colgante de oro de Pablo Picasso con un broche o un dibujo de Dal¨ª; un ¨®leo sobre las constelaciones de Mir¨® con una sortija de Calder.

"Uno entra en la muestra y se pregunta el v¨ªnculo entre todas las piezas", explic¨® ayer

Fohr, "pero al final sale con la sensaci¨®n de que existe una coherencia en las distintas concepciones de los artistas, algunas convencionales y otras mucho m¨¢s personales y originales". Por ejemplo, apunt¨®, la de Jeff Koons, que presenta Bread whith Egg, la evidencia palpable de que para el padre de Puppy comer un huevo frito es toda una fiesta.