Polonia act¨²a contra el barco fletado por feministas para abortar en alta mar

La llegada a Polonia del Langenort, un barco fletado por organizaciones feministas holandesas para interrumpir embarazos fuera de las aguas territoriales, desat¨® ayer la respuesta de las autoridades. La fiscal¨ªa, tras registrar el buque, sell¨® su cargamento de p¨ªldoras abortivas RU-486. El presidente polaco, Aleksander Kwasniewski, calific¨® el viaje de "muy negativo" y el arzobispado de Gdansk exigi¨® a las autoridades que hicieran todo lo posible para evitar "la muerte de polacos". El buque, equipado con una peque?a cl¨ªnica y dos ginec¨®logos, espera recoger a mujeres polacas para facilitarles la RU-486 en alta mar.Grupos antiabortistas apredearon el barco.

La fiscal¨ªa polaca registr¨® ayer el Langenort, fletado por la organizaci¨®n holandesa Mujeres sobre las olas y atracado desde el domingo en el puerto b¨¢ltico de Wladyslawowo, (noreste del pa¨ªs) para comprobar si llevaba en su interior la p¨ªldora abortiva RU-486. Prohibido por el Gobierno de Varsovia, dicho medicamento puede interrumpir un embarazo en sus primeros estadios. La organizaci¨®n Mujeres sobre las olas est¨¢ facultada por el Ministerio de Sanidad de los Pa¨ªses Bajos para ofrecer el f¨¢rmaco dentro de las seis primeras semanas y media de gestaci¨®n, siempre que permanezca en aguas internacionales. El aborto s¨®lo est¨¢ permitido en Polonia desde 1993 en casos de violaci¨®n o cuando peligre la vida del hijo o de la madre.

Una vez efectuado la inspecci¨®n, Malgorzata Wilkosz-Sliwa, portavoz del ministerio p¨²blico local, admiti¨® que el Langenort no vulnerar¨ªa las leyes polacas siempre que la p¨ªldora permaneciera sellada en el barco. "Si nadie trata de distribuirla en tierra tampoco puede hablarse de delito", dijo.

Jeanette Kruseman, miembro de la tripulaci¨®n, reconoci¨® que ten¨ªan la p¨ªldora RU-486, pero asegur¨® que no pensaban administrarla mientras estuvieran en territorio polaco. La organizaci¨®n holandesa sostiene que su objetivo es fomentar la libertad de elecci¨®n de las mujeres en un asunto tan crucial como el embarazo, pero el hecho de que s¨®lo disponga de licencia para dispensar la RU-486 en aguas internacionales le obliga a efectuar numerosas maniobras. Una vez a bordo, las mujeres interesadas la toman cuando el barco se distancia al menos a 20 kil¨®metros de la costa.

En el caso del Langenort, su llegada ha provocado la repulsa del propio presidente polaco, Aleksander Kwasniewski, que ha calificado el viaje de "muy negativo". Por su parte, el arzobispado de Gdansk, otro puerto pr¨®ximo, ha pedido a las autoridades que hagan todo lo posible por "evitar la muerte de polacos".

La percepci¨®n de la ginec¨®loga Gunilla Kleiverda, que pertenece al equipo m¨¦dico del buque, es distinta. Seg¨²n ella, cuentan con apoyo entre la poblaci¨®n porque nadie est¨¢ c¨®modo con la estricta ley de interrupci¨®n del embarazo vigente en un pa¨ªs de fuerte raigambre cat¨®lica. "Al a?o se practican en Polonia unos 200.000 abortos ilegales, as¨ª que nuestra presencia es una gota min¨²scula, pero es importante que reavivemos el debate", dijo.

El barco avist¨® Wladyslawowo el pasado viernes en medio de una fuerte tormenta. Las autoridades portuarias le negaron al principio el permiso para atracar y el capit¨¢n puso rumbo al muelle m¨¢s pr¨®ximo, en Gdynia. All¨ª fue recibido por un grupo de activistas antiaborto que lanzaron piedras y exigieron que abandonara la zona. Los manifestantes afirmaron que tomar¨ªan nota de todas las mujeres que subieran al Langenort para ver qu¨¦ sanciones pod¨ªan imponerse.

A pesar de ello, de vuelta en Wladyslawowo, portavoces de Mujeres sobre las olas aseguraron sentirse satisfechos ante el apoyo mostrado por la poblaci¨®n. "Ha habido protestas por parte de un grupo de unos 200 seguidores de la Liga de las Familias Polacas, que han tirado piedras y huevos. Pero tenemos el aplauso de muchos polacos y hemos recibido numerosas llamadas y consultas en nuestras l¨ªneas de informaci¨®n", dijeron ayer a trav¨¦s de Internet.

Efect¨²ar un aborto al margen de las condiciones que establece la ley polaca puede suponer hasta tres a?os de c¨¢rcel. "Todos nuestros servicios, cualquiera que sean, ser¨¢n brindados en aguas internacionales", repiti¨® ayer Jeanette Kruseman. Kazimierz Undro, director del puerto de Wladyslawowo, hab¨ªa recordado poco antes que el buque y sus ocupantes deb¨ªan respetar las normas polacas, o arrostrar las consecuencias de sus actos.