Jacinto Pell¨®n
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garz¨®n ha decretado el sobreseimiento del caso Expo 92. Dice Garz¨®n que se ha demostrado que la Sociedad Estatal no pag¨® comisiones ilegales a la sociedad Telemundi. El juez justifica su decisi¨®n en el hecho de que las m¨²ltiples diligencias realizadas no llevan a establecer, de manera m¨ªnimamente solvente, la distracci¨®n con ¨¢nimo de lucro de los fondos p¨²blicos indebidos de comisiones. Y a?ade el juez que "antes al contrario, la dilatada y dificultosa instrucci¨®n ha demostrado exactamente lo contrario", por lo que ha ordenado archivar la causa. Han tenido que pasar 11 a?os, con lo cual se demuestra que, en este pa¨ªs, la justicia es, sobre todo, lenta y en tanto que tal sin duda injusta, porque no es justo que las seis personas imputadas, entre ellas el que fuera presidente de la Sociedad Estatal Jacinto Pell¨®n, hayan tenido que pasar 11 a?os aguantando la verg¨¹enza que supone siempre el verse se?alado por el dedo acusador de todos los que pusieron tanto y a veces tan sospechoso empe?o en querer demostrar que en la Expo hab¨ªa habido asuntos sucios. Jacinto Pell¨®n, no s¨¦ si oficialmente, pero s¨ª extraoficialmente, fue invitado a participar en algunos de los actos de celebraci¨®n del d¨¦cimo aniversario de la Expo y ¨¦l, que sali¨® de Sevilla como Santa Teresa de ?vila, sacudi¨¦ndose el polvo de los zapatos, no quiso venir. Hizo bien, no s¨®lo porque durante el tiempo que trabaj¨® para hacer la Expo fue maltratado por una ciudad que, salvo honrosas y escasas excepciones, siempre ha sabido mejor mirar y criticar que poner manos a la obra en cualquier cosa, sino porque pesa todav¨ªa sobre ¨¦l la condena de persona non grata, t¨ªtulo con el que le obsequi¨® el Ayuntamiento en 1991. No se puede ir adonde le hacen uno esas cosas, m¨¢s a¨²n si uno ha dejado atr¨¢s una obra que s¨®lo por parte de, entre otros, los promotores de aquel t¨ªtulo de persona no grata, recibi¨® desprecio. Ahora que los jueces le hacen justicia, cabe preguntarse si estar¨¢ dispuesto el Ayuntamiento de Sevilla a hac¨¦rsela tambi¨¦n, anulando aquel ignominioso acuerdo de 1991 sobre su persona. Nadie le va a quitar de todas maneras la decepci¨®n que se llev¨® en la maleta el d¨ªa que sali¨® sin que nadie se ocupara, pr¨¢cticamente, de decirle adi¨®s.
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