Caballeros en combate

La obsesi¨®n del moscovita Oleg Maddox por crear el mejor simulador de combate a¨¦reo de la II Guerra Mundial le ha llevado a darle una vuelta de tuerca m¨¢s a IL2 Sturmovik. Fue lanzado el pasado a?o siendo alzado al podio de los imprescindibles tanto por los usuarios como por la cr¨ªtica especializada. No en vano Maddox es ingeniero del Instituto de Aviaci¨®n de Mosc¨² adem¨¢s de un excelente programador de videojuegos.

La nueva entrega es IL2 Forgotten Battles; adem¨¢s de muchas mejoras t¨¦cnicas que afectan al aspecto visual y el manejo de los aviones, se ha centrado en la contienda que tuvo lugar en 1941 que enfrent¨® a rusos contra alemanes, en un movimiento por parte del tercer Reich que signific¨® el inicio de su derrota.

Encarnando a uno de los muchos h¨¦roes an¨®nimos que se adentraban en territorio enemigo a bordo de inestables aeroplanos, el jugador deber¨¢ seguir una campa?a que le conducir¨¢ por el transcurso de la historia. Eso s¨ª, para garantizar un hilo conductor coherente, durante las misiones no se cambiar¨¢ sustancialmente el destino de la guerra; a lo sumo se podr¨¢n debilitar las tropas que intervendr¨¢n en la siguiente contienda, pero nunca inclinar la balanza hacia una espantosa victoria nazi, por poner un ejemplo. El usuario podr¨¢ elegir el bando que desee, el sovi¨¦tico, el alem¨¢n o incluso el finland¨¦s y el h¨²ngaro. Los aviones que pilotar¨¢ ser¨¢n distintos si se inclina por unos o por otros, pero la estrella es, sin duda, el IL2 ruso. Se trata de un caza creado por Sergei Vladimirovich Ilyushin en 1939 con un alcance de 800 kil¨®metros y capacidad para volar a 7.800 metros de altura armado con dos ametralladoras, dos ca?ones y hasta 600 kilos de bombas. A pesar que hoy en d¨ªa nadie querr¨ªa ni ir hasta Mallorca en ¨¦l, en aquel entonces era el Rolls Royce de los cazas.

Pilotar un caza en 1941 era una aventura desde que se pon¨ªa en marcha el motor. IL2 Forgotten Battles as¨ª lo transmite si se sit¨²a la barra de dificultad en modo real y si se dispone de un joystick con efectos de retorno de fuerza. Con la cola apoyada sobre la pista, y la fuerza lateral que aplica el simple girar de la h¨¦lice, seguir una l¨ªnea recta antes de despegar est¨¢ s¨®lo al alcance de aut¨¦nticos virtuosos de las palancas.