La cooperaci¨®n antiterrorista acerca a Argelia y Marruecos
Hace nueve a?os, el pen¨²ltimo atentado terrorista en suelo marroqu¨ª incit¨® a Marruecos a cerrar la frontera terrestre con Argelia y a expulsar a los argelinos que la hab¨ªan cruzado para veranear. Rabat sospechaba que detr¨¢s de los autores -tres franceses de origen magreb¨ª- del asesinato de dos turistas espa?oles en el hotel Atlas-Asni, de Marraquech, estaba la seguridad militar argelina empe?ada en desestabilizar a su vecino.
Las cinco explosiones que sacudieron Casablanca el 16 de mayo han propiciado, en cambio, un t¨ªmido acercamiento entre las dos principales potencias del Magreb que luchan ahora contra un enemigo com¨²n: el terrorismo islamista. Marruecos lo acaba de descubrir. Argelia lo padece desde principios de la d¨¦cada de los noventa, con una guerra civil larvada que se ha cobrado 150.000 muertos.
"(...) Marruecos y Argelia, golpeados de lleno, est¨¢n condenados a actuar juntos para encontrar los instrumentos de una coordinaci¨®n profunda para erradicar ese mal", declar¨® hace una semana Nabil Benabdallah, el portavoz del Gobierno marroqu¨ª. "Marruecos ha expresado, desde un primer momento, su voluntad de colaborar con sus hermanos argelinos y esta colaboraci¨®n est¨¢ actualmente en marcha entre nuestros dos pa¨ªses", a?adi¨® el ministro.
Desde que la Casa de Espa?a y otros cuatro blancos saltaron por los aires en Casablanca, la prensa marroqu¨ª insiste, sin aportar muchos detalles, en que los grup¨²sculos salafistas combatientes marroqu¨ªes mantienen, a trav¨¦s de la frontera cerrada o de la emigraci¨®n en Europa, relaciones con los Grupos Islamistas Armados, la principal facci¨®n terrorista argelina.
Tres comisiones
D¨ªas antes de que Benabdallah abogase por la cooperaci¨®n, el jefe de la diplomacia marroqu¨ª, Mohamed Benaissa, hab¨ªa viajado a Argel. A diferencia de otros desplazamientos, el que efectu¨® a mediados de mes dio algunos frutos. Inspir¨¢ndose acaso en los mecanismos puestos en marcha para promover la reconciliaci¨®n hispano-marroqu¨ª, Rabat y Argel crearon tres comisiones -concertaci¨®n pol¨ªtica, asuntos econ¨®micos y asuntos consulares y sociales- encargadas de allanar el camino.
La reapertura de la frontera tardar¨¢ a¨²n tiempo. S¨®lo se llevar¨¢ a cabo, seg¨²n el ministro argelino, Abdelaziz Belkhadem, cuando se celebre una cumbre entre los dos jefes de Estado, Abdelaziz Buteflika y el rey Mohamed VI, para la que, por ahora, no hay fecha.
El monarca alau¨ª no viajar¨¢ a Argel, pero lo acaba de hacer a Mauritania, 10 d¨ªas despu¨¦s de que su presidente, Maauya Uld Sid Ahmed Taya, sofocase un golpe de Estado militar. Brind¨® as¨ª su apoyo a un jefe de Estado que a finales de la primavera reprimi¨® a los islamistas y a los baazistas mauritanos que se inspiraban en la doctrina del partido que encabez¨® Sadam Husein.
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