Romero de Tejada cabalga de nuevo
El inefable se?or Romero de Tejada, flamante secretario general del Partido Popular de Madrid e igualmente flamante ex alcalde de Majadahonda, cabalga de nuevo. Probablemente no dej¨® de cabalgar nunca en el interregno.
Su nombre salta otra vez a la palestra en relaci¨®n con el turbio asunto de los electos y desertores diputados Tamayo y S¨¢ez y su presunta vinculaci¨®n a los empresarios inmobiliarios se?ores Bravo V¨¢zquez y V¨¢zquez Igual.
Todo esto me trae a la mente el controvertido paso del se?or Romero de Tejada por el Consistorio de Majadahonda: grandilocuente, efectista y megal¨®mano. Entre sus objetivos en fase de intenciones / realizaciones: v¨ªa r¨¢pida subterr¨¢nea cruzando por el centro del pueblo, polideportivo municipal utilizado para pr¨¢cticas privadas, zonas de monte recalificadas como suelo urbanizable, y la guinda del pastel en forma de hospital emblem¨¢tico: traslado de la cl¨ªnica Puerta de Hierro de Madrid a Majadahonda. Para ello, no regate¨® en medios. Utiliz¨® desde la omnipresencia en los medios, sobre todo en la prensa local donde arrasaba, hasta exclusivas invitaciones a cenar a escogidos miembros del centro hospitalario para intentar venderles su proyecto.
Desde demag¨®gicos anuncios a los majariegos sobre supuestas mejoras en su atenci¨®n sanitaria, "les traigo el hospital a la puerta de su casa", hasta promesas de buenas, bonitas y baratas viviendas para el personal del hospital, quien se beneficiar¨ªa de un trato de favor. Eso s¨ª: unifamiliares, pareados o adosados para los m¨¦dicos, pisos para otros estamentos. Faltar¨ªa m¨¢s, todav¨ªa hay clases para el PP.
A lo que parece, la inclinaci¨®n del se?or Romero de Tejada por el manejo en el sector inmobiliario viene de antiguo, no tiene secretos para ¨¦l y no se le pone nada por delante a la hora de llevar el agua a su molino.
Valga el s¨ªmil para hacer votos para que se consiga neutralizar esta vez una operaci¨®n sucia en la que, en aras de intereses particulares espurios, se est¨¢ jugando con las reglas del juego democr¨¢tico.
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