Faltan medios
En las ¨²ltimas horas nos hemos visto sorprendidos por un nuevo caso de muerte s¨²bita en un joven deportista. A ra¨ªz de este desgraciado acontecimiento vuelven a asaltarnos preguntas del tipo: ?qu¨¦ ha podido suceder para que un deportista de 28 a?os, aparentemente sano y con una condici¨®n f¨ªsica sobresaliente, fallezca de forma s¨²bita en el campo, tras 10 temporadas como jugador profesional en 2 de las mejores ligas del mundo y en su selecci¨®n?
El gran impacto psicol¨®gico que casos como el del camerun¨¦s Marc-Vivien Fo¨¦ produce en nuestra sociedad, no debe hacernos olvidar que la muerte s¨²bita de origen no traum¨¢tico en un deportista joven es un hecho excepcional y por tanto inesperado. La incidencia en menores de 35 a?os es de alrededor de 1 caso por cada 150.000 a 200.000 deportistas varones y a?o, siendo cinco veces menor en el caso de las mujeres. Tambi¨¦n sabemos que la incidencia aumenta con la edad, de forma que en los deportistas de m¨¢s de 35 a?os puede estar en torno a 1 caso de muerte s¨²bita al a?o por cada 15.000 a 50.000 deportistas varones.
Aunque por el momento cualquier hip¨®tesis sobre la posible causa de la muerte de Fo¨¦, no pasar¨ªa de ser una mera especulaci¨®n, los estudios realizados hasta la fecha nos permiten afirmar que no menos del 80% de los casos de muerte s¨²bita no traum¨¢tica en deportistas se deben a enfermedades cardiovasculares. Tambi¨¦n sabemos que en los menores de 35 a?os estas enfermedades est¨¢n casi siempre presentes desde el nacimiento (cong¨¦nitas) y que entre ellas destacan las que presentan alteraciones en el m¨²sculo card¨ªaco (miocardiopat¨ªas hipertr¨®fica o arritmog¨¦nica)
Por tanto, si conocemos las causas m¨¢s frecuentes de muerte s¨²bita: ?qu¨¦ medidas debemos tomar para intentar evitarlas?. La primera debe ir dirigida a que todo deportista pase un reconocimiento m¨¦dico (cuestionario, exploraci¨®n f¨ªsica, electrocardiograma), realizado por un especialista con la formaci¨®n adecuada que le permita detectar aquellas enfermedades que con mayor frecuencia son causa de muerte s¨²bita. En segundo lugar, todos aquellos que de alguna forma est¨¢n involucrados en el control de la actividad deportiva deben intentar, mediante normativas y/o estrategias educativas, que durante la misma se eviten todos aquellos mecanismos que, como las temperaturas extremas, la deshidrataci¨®n, la falta de utilizaci¨®n de protecciones adecuadas o la utilizaci¨®n de determinadas drogas, puedan favorecer el que un deportista sano o enfermo fallezca de forma s¨²bita.
En tercer lugar, cualquier centro donde se celebre una actividad deportiva organizada, deber¨ªa contar con desfibriladores autom¨¢ticos y personal adecuadamente entrenado para utilizarlos y realizar maniobras de reanimaci¨®n cardiopulmonar b¨¢sica. Cualquiera que sea la enfermedad cardiaca causante de la muerte, en la mayor¨ªa de los casos el mecanismo ¨²ltimo del fallo card¨ªaco es una arritmia maligna, de las que la m¨¢s com¨²n es la fibrilaci¨®n ventricular. Los desfibriladores autom¨¢ticos permiten tratar con ¨¦xito este tipo de arritmias, y las posibilidades de ¨¦xito ser¨¢n mayores cuanto antes se hayan instaurado las maniobras de reanimaci¨®n b¨¢sica (masaje card¨ªaco y ventilaci¨®n) y realizado la desfibrilaci¨®n, dentro de los 10 minutos siguientes al inicio del fallo card¨ªaco.
Por ¨²ltimo, dado que al p¨²blico en general le basta cualquier excusa para dejar de hacer ejercicio nuestro mensaje debe ser de calma. Si bien es cierto que el riesgo de muerte s¨²bita es mayor en sujetos con alguna anomal¨ªa cardiaca subyacente, tambi¨¦n lo es que el sedentarismo es un claro factor de riesgo cardiovascular y que los numerosos beneficios del ejercicio f¨ªsico para una poblaci¨®n activa claramente superan los riesgos.
Luis Serratosa es fisi¨®logo de los Servicios M¨¦dicos del Real Madrid
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.