Los ganaderos alertan del peligro de impedir el pasto
El incendio que arras¨® durante 16 horas algo menos de un millar de hect¨¢reas de pinares, encinares y pastos entre San Mart¨ªn de Valdeiglesias, Pelayos de la Presa y Robledo de Chavela, no fue una sorpresa para cabreros y pastores de la zona. Para muchos de ellos, no s¨®lo se trataba de una desgracia previsible, sino tambi¨¦n inexorable. As¨ª lo expresaron, cariacontecidos, en la larga noche del jueves pasado, cuando los estragos causados por el fuego mostraban ya su feroz rastro de destrucci¨®n sobre numerosas fincas y las llamas, de hasta 25 metros de altura en la falda del predio de Monteagudillo, crepitaban y amenazaban con saltar sobre la carretera 501, Robledo de Chavela-Plasencia, y cercar la localidad de Navas del Rey, a 9 kil¨®metros de Pelayos de la Presa y 15 de San Mart¨ªn de Valdeiglesias.
"Esto pasa porque no se deja a los reba?os de ovejas y de cabras, ni a las vacas tampoco, pastar donde debieran", comenta Emilio, de la ganader¨ªa Alfredo Quinta. Germ¨¢n, hijo y nieto de cabreros de estos campos, avala su afirmaci¨®n. "Todo son impedimentos contra el ganado", se lamenta. "Los caminos de herradura permanecen cerrados; las ca?adas, malamente pueden cruzarse; se compran fincas para acotarlas y echar unos gamos y otros pocos corzos con la idea de que unos pocos disfruten de la caza mayor, mientras que la cabra y la oveja se ven obligadas a desplazarse por carretera, entre los insultos de los automovilistas", dice. "Como los reba?os no pastan donde debieran, toda la hierba crece sin control, y con estos calores -en las ¨²ltimas semanas se han alcanzado en la zona devastada m¨¢s de 38 grados a la sombra-, cada pulgada de pasto es yesca", apunta Pedro, que tiene aqu¨ª reba?os de ovejas.
Ni tocar una encina
Sus quejas abarcan tambi¨¦n a los agentes del Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) por su celosa vigilancia de bosque, monte y arbolado. "No nos dejan siquiera mondar una encina peque?a, ni tocar el ramaje de un pino, ni nada de nada", dicen de consuno. "Las multas son de hasta mill¨®n y medio" (los lugare?os siguen contando en pesetas). "Entonces", dicen, "como el bosque no est¨¢ limpio ni de hierba ni de ramas, pasa lo que pasa y es imposible que no pase".
Para los reunidos en la noche cerrada, con el resplandor anaranjado de las llamas sobre sus rostros, el Gobierno regional lleva tambi¨¦n su parte en lo que est¨¢ sucediendo. "No sirve de nada destinar millones para repoblar de ¨¢rboles estos montes si luego no se realiza ning¨²n mantenimiento de ellos", dicen con pena. Y critican a algunos ecologistas: "Lo importante no es que los bosques sean bonitos, sino que hombres y animales los mantengan vivos", dicen.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.