La leyenda de las motocicletas
La Vital exhibe 30 ejemplares hist¨®ricos de motocicletas de colecciones privadas
La motocicleta es una parte imprescindible de la historia de la automoci¨®n, pero tambi¨¦n fuente b¨¢sica de mitos literarios y cinematogr¨¢ficos del siglo XX. Para comprobar ambos aspectos basta con darse un paseo por la exposici¨®n La moto. Algo m¨¢s que una m¨¢quina... que hasta el 9 de agosto exhibe en la sala de la Fundaci¨®n Caja Vital de Vitoria un total de 30 veh¨ªculos, desde las legendarias Indian o Harley Davidson hasta la entra?able Lambretta.
La selecci¨®n procede de los fondos de varios coleccionistas particulares que han ofrecido lo mejor de su repertorio. "Todos los veh¨ªculos que se exhiben tienen los papeles en regla, han pasado la ITV y sus dep¨®sitos tienen algo de gasolina. Por poner un ejemplo, una de las Harley subi¨® en marcha al cami¨®n de transporte", recuerda Fernando Lavilla, comisario de la muestra.
Esa vitalidad es la que acent¨²a el atractivo de las piezas expuestas, a punto de saltar revolucionadas por la sala desde las rampas donde est¨¢n aparcadas temporalmente. Los aficionados al rock tienen su cita frente a las Harley, la marca que ha animado tantos sue?os salvajes y ahora cumple su primer siglo. Bastante menos grasientos, pero igual de agitados, son los recuerdos que puedan traer las Vespa, Lambretta o la simpar Ultima, una marca francesa nacida en 1908 de dise?o m¨¢s estilizado de sus compa?eras latinas.
Todas son joyas de coleccionista, pero hay algunas referencias claves. Ah¨ª est¨¢ la Indian de 1918, de 1.000 cent¨ªmetros c¨²bicos, que costaba 200 d¨®lares de su ¨¦poca: tiene la suspensi¨®n delantera completamente ajustable y un motor con v¨¢lvulas laterales. Referencias t¨¦cnicas para los aficionados al motor de un veh¨ªculo que merece la pena ver s¨®lo por pensar en ir en su sidecar.
Una de las joyas de la exposici¨®n es una Royal Enfield con sidecar que se arranca a manivela, lleva faros de carburo y s¨®lo tiene dos velocidades. Son bastantes las que se presentan con ese ap¨¦ndice que es el sidecar, tan com¨²n hace decenios.
Para los aficionados al cine b¨¦lico, en una centuria tan guerrera como la anterior, no pod¨ªa faltar una muestra del uso b¨¦lico de la motocicleta. Adem¨¢s, es otra de las estrellas de la muestra: una Kettencrad, fabricada por la marca alemana NSU en la Segunda Guerra Mundial. Este modelo, de 1.275 kilos de peso, cuenta con un manillar y una rueda delantera de moto y a?ade una tracci¨®n por cadenas laterales que le dan una imagen de quad antediluviano.
Este modelo es un buen ejemplo de la exclusividad de lo que se presenta en Vitoria: son ejemplares recogidos del desguace, a los que se les ha aplicado tal restauraci¨®n que parecen reci¨¦n salidos de f¨¢brica. Algunas motos de ese tiempo en que vivieron en el olvido, antes de que estos aficionados las rescataran, acompa?an a las 30 protagonistas.
Y lo mejor para demostrar que todav¨ªa conservan su elegancia es la comparaci¨®n con otras dos ruedas que se pueden comprar en este siglo XXI: la exposici¨®n se abre con una BMW 1000-K1 y una Honda Goldwind.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.