El Gobierno franc¨¦s revela que est¨¢ investigando actividades de Batasuna en su territorio

El Gobierno franc¨¦s confirm¨® ayer su total cooperaci¨®n con Espa?a en materia antiterrorista durante un seminario que reuni¨® en Par¨ªs a media docena de ministros y altos cargos de cada pa¨ªs. A una pregunta sobre si se hab¨ªa planteado por qu¨¦ Batasuna es legal en Francia e ilegal en Espa?a, el titular franc¨¦s de Justicia, Dominique Perben, revel¨® que est¨¢n efectu¨¢ndose investigaciones en territorio franc¨¦s para "proteger a nuestros conciudadanos, bienes y personas", pero no quiso ir m¨¢s all¨¢ porque eso ser¨ªa "transgredir el secreto de la instrucci¨®n".

Francia ha apoyado la demanda espa?ola para incluir a Batasuna en la lista de organizaciones terroristas de la UE, sin que esto haya afectado a la peque?a constelaci¨®n de grupos que se suponen vinculados a aquella en suelo franc¨¦s.

Lejos de protestar por ello, el ministro espa?ol de Justicia, Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila, se expres¨® ayer largamente sobre el "p¨²blico agradecimiento al Gobierno franc¨¦s" por apoyar a Espa?a. Incluso detall¨® las fechas del compromiso franc¨¦s: el 7 de septiembre de 2002 se present¨® al Tribunal Supremo la documentaci¨®n que acreditaba la presencia de "194 terroristas" en Batasuna, y una semana m¨¢s tarde ya se contaba con el apoyo franc¨¦s a la demanda del Gobierno espa?ol a la UE.

En ausencia de los titulares de Interior, Nicolas Sarkozy y ?ngel Acebes -que no asistieron al seminario por dificultades de agenda del primero-, Michavila se encarg¨® de resaltar el salto cualitativo de la lucha antiterrorista por parte de Francia: ya no se limita a detener a los autores de atentados, sino que "desarticula a los grupos terroristas antes de que puedan cometerlos". "Esa cooperaci¨®n por parte de Francia no nos va a faltar", asegur¨® Michavila como final de la respuesta a la pregunta sobre Batasuna.

Su colega franc¨¦s, Dominique Perben, emple¨® muchas menos palabras. Confirm¨® lo que hab¨ªa dicho Michavila respecto al apoyo franc¨¦s y fue lo suficientemente expl¨ªcito para que se entendiera que las autoridades francesas vigilan de cerca de los grupos relacionados con Batasuna. A partir de sus cuidadosas palabras se puede deducir que buscan pruebas de las conexiones terroristas que puedan encontrarse en suelo franc¨¦s, pero, o bien no las han encontrado, o la investigaci¨®n a¨²n no ha finalizado.

Los grupos franceses que se suponen conectados con la Batasuna ilegalizada en Espa?a no est¨¢n inscritos como partidos pol¨ªticos, sino que viven al amparo de la ley de asociaciones de 1901. No han cometido actos delictivos en suelo franc¨¦s y, mientras no haya pruebas, no hay raz¨®n legal para disolverlos. Pero el hecho de que el Gobierno espa?ol elogie la actitud francesa es una elocuente prueba de confianza en la cooperaci¨®n antiterrorista, por m¨¢s que el camino elegido por los dos Gobiernos sea distinto.

Los dos ministros de Justicia informaron tambi¨¦n de que a partir de enero de 2004 comenzar¨¢n a funcionar los equipos conjuntos de investigaci¨®n. Esto interesa a Espa?a para los casos de terrorismo, pero tambi¨¦n a Francia para la persecuci¨®n de una amplia gama de delitos. Francia ha puesto mucha carne en el asador para impulsar un acuerdo con Espa?a e Italia conocido como "Schengen del Mar" (en alusi¨®n al nombre del acuerdo para el control compartido de fronteras entre varios pa¨ªses europeos), que agilizar¨¢ los procedimientos y coordinar¨¢ los medios de lucha conjunta contra la inmigraci¨®n ilegal y el tr¨¢fico de drogas.

El seminario ministerial franco-espa?ol sirvi¨® tambi¨¦n para recalentar las g¨¦lidas relaciones diplom¨¢ticas entre los Gobiernos espa?ol y franc¨¦s, que fueron execrables durante la guerra en Irak, con el Gobierno de Aznar a favor de la intervenci¨®n militar, sin el aval de la ONU, mientras la Francia de Chirac se situaba por completo en el no a la guerra mientras la ONU no diera el visto bueno. Esa crisis se ha prolongado en el enfrentamiento de la Convenci¨®n Europea: el Gobierno de Aznar se opone al proyecto de Constituci¨®n, fundamentalmente porque dificulta las posibilidades espa?olas de bloquear decisiones de las que puede depender el futuro de una treintena de sectores econ¨®micos.

Pero ese clima de desconfianza cambi¨® ayer. "Este seminario gubernamental franco-espa?ol ha sido excelente", asegur¨®, en buen castellano, el ministro franc¨¦s de Exteriores, Dominique de Villepin. Su colega Ana de Palacio explic¨® las diferencias como un hecho "normal" que debe resolverse por el "m¨¦todo comunitario": primero se constatan las diferencias, despu¨¦s se busca el terreno de acuerdo. Es decir: los dos Gobiernos han acordado consultarse en los tres meses que faltan hasta la Conferencia Intergubernamental, de la que depende la suerte de la Constituci¨®n Europea. En otras palabras, van a hacer lo que no han hecho en los meses precedentes.

Los ministros de los dos pa¨ªses minimizaron sus diferencias respecto a Irak. Espa?a se dispone a desplegar una brigada en Irak, mientras que Francia no ha sido solicitada para ello. Y si lo fuera, considerar¨ªa la petici¨®n teniendo en cuenta que ya tiene desplegados a 13.000 soldados fuera de sus fronteras, como record¨® la ministra francesa de Defensa, Mich¨¨le Alliot-Marie. Cerca de ella, Federico Trillo asegur¨® que no se hab¨ªa decidido la compra del helic¨®ptero Tigre ni la colaboraci¨®n en un submarino, porque "este no es el marco adecuado para ello".