Putnam y P¨¦rez-D¨ªaz predicen una sociedad m¨¢s plural y diversa
Un libro analiza la evoluci¨®n del capital social en ocho democracias
Hay tendencias similares en los pa¨ªses democr¨¢ticos: declive de los partidos pol¨ªticos, descenso del n¨²mero de votantes, se reduce la afiliaci¨®n a los sindicatos, asegura el ensayista norteamericano Robert D. Putnam, responsable del volumen colectivo El declive del capital social (Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores). El libro analiza el cambio social en ocho democracias. V¨ªctor P¨¦rez-D¨ªaz se ha encargado de la parte espa?ola.
El concepto capital social fue acu?ado en 1916 por el presbiteriano, rotario y republicano estadounidense Lyda Judson Hanifan para referirse al entramado de asociaciones y relaciones sociales de solidaridad y cooperaci¨®n. Para el te¨®rico social Robert D. Putnam, es un bien intangible, no institucionalizado, que recorre la sociedad entera, desde las relaciones m¨¢s humildes o "blandas", como pueden ser las que se entablan entre la clientela de un bar, hasta las m¨¢s organizadas, como una ONG. "La salud de una democracia depende de estas conexiones entre las personas", asegura.
Putnam estudi¨® el caso de Estados Unidos, pa¨ªs l¨ªder en organizadores y asociacionistas. "El capital social no par¨® de crecer hasta 1965, a?o tras a?o. Pero, sorprendentemente, a finales de los sesenta y principios de los setenta empez¨® a decaer y contin¨²a cayendo. Creo que muchos de los problemas a que se enfrenta ahora Estados Unidos derivan del declive del capital social".
Uno de los objetivos del libro, explica Putnam, era ver si lo que sucede en EE UU pod¨ªa "verse en otros pa¨ªses". "La mayor¨ªa de los l¨ªderes europeos creen que representamos el futuro de Europa y es algo que temen".
El ensayista afirma que Estados Unidos y Europa se enfrentan a algunos retos comunes, por ejemplo, el de la inmigraci¨®n. "La predicci¨®n m¨¢s cierta que podemos hacer es que a 20 a?os vista habr¨¢ una sociedad m¨¢s diversa ¨¦tnicamente.Y esto pasar¨¢ en todas partes". V¨ªctor P¨¦rez-D¨ªaz coincidi¨® en que habr¨¢ sociedades "m¨¢s plurales y diversas, pero tambi¨¦n existir¨¢n regiones m¨¢s localistas".
?Cre¨® capital social la invasi¨®n de Irak? "No en Estados Unidos", respondi¨® Putnam. "Porque no ha afectado a las vidas personales de los habitantes. Pero es interesante observar, desde el punto de vista del capital social, el efecto que caus¨® en los oponentes a la guerra". Se convocaron grandes manifestaciones simult¨¢neas en muchos pa¨ªses y las conexiones entre los diversos grupos se hicieron, sobre todo, a trav¨¦s de Internet. "No estoy seguro de que estas manifestaciones de millones de personas tengan consecuencias reales. Para crear redes se necesita algo m¨¢s que conexiones electr¨®nicas, son necesarias relaciones continuadas y que sean cara a cara".
V¨ªctor P¨¦rez-D¨ªaz, en cambio, opina que s¨ª son significativas. "Hay la voluntad de muchas personas de ponerse juntas y hay que tener en cuenta cu¨¢les son sus razones de estar juntas. Antes o despu¨¦s, esto tendr¨¢ consecuencias terribles o benignas para una sociedad civilizada".
Profesor de Sociolog¨ªa en la Universidad Complutense y director del ASP Research Center de Madrid, P¨¦rez-D¨ªaz analiza en el libro la evoluci¨®n del capital social en Espa?a durante los ¨²ltimos 60 a?os y distingue entre el "civil" y el "incivil". Las conclusiones a que llega son bastante optimistas: "En los comienzos del siglo XXI, las reservas acumuladas de capital social han proporcionado a Espa?a una cohesi¨®n social que le ha permitido enfrentarse a retos considerables", afirma en El declive del capital social.
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