Suavidad sin esfuerzo

El RX 300 es un coche bastante grande, aunque no lo parece, y a pesar de su l¨ªnea de todoterreno, transmite las sensaciones de una berlina cuando se conduce. Destaca la calidad interior y la posici¨®n de conducci¨®n, muy c¨®moda, bien resuelta y con todas las regulaciones el¨¦ctricas en el volante y los asientos.

Manejable y seguro

Las dimensiones del RX 300 no impiden que ofrezca un comportamiento din¨¢mico muy ¨¢gil, manejable y comparable al de una buena berlina. Es un coche pesado, pero menos de lo habitual en los todocaminos, y se nota en las zonas viradas porque acusa menos las inercias. Obedece con gran precisi¨®n al volante, enlaza las curvas sin apenas balancear y es f¨¢cil de conducir. Adem¨¢s tiene un tacto muy suave en los mandos, exige el m¨ªnimo esfuerzo y convierte la conducci¨®n en un placer.

Este Lexus es uno de esos coches que van bien en todas partes, ya sea ciudad, carretera o campo, y provoca la satisfacci¨®n del conductor porque siempre responde mejor de lo que se espera. Una de las claves es la suspensi¨®n neum¨¢tica regulable (s¨®lo en el acabado President), que permite subir la carrocer¨ªa 55 mil¨ªmetros para circular fuera del asfalto, y bajarla al m¨ªnimo en autopista para mejorar la aerodin¨¢mica y el consumo. Pero lo mejor es que se adapta a todo sin la menor queja y filtra los baches sin inmutarse, tanto en asfalto como en el campo, aportando una gran calidad de rodadura. Adem¨¢s aporta una buena estabilidad y unas reacciones nobles y seguras que se apoyan en el buen funcionamiento del control de estabilidad, los frenos y la tracci¨®n 4¡Á4 electr¨®nica y permanente.

Todo esto, unido al perfecto funcionamiento del resto de elementos -climatizaci¨®n, equipo de m¨²sica, aislamiento ac¨²stico-, permite afrontar cualquier desplazamiento sin cansar.

Para asfalto y caminos de tierra

El nuevo Lexus monta un motor 3.0 V6 de 204 CV que es lo ¨²nico que no destaca por nada en especial, salvo por su suavidad y silencio de marcha. Tiene un tacto refinado y agradable, responde con elasticidad desde muy bajo r¨¦gimen y sube de vueltas de forma progresiva y alegre hasta las 6.000 revoluciones sin que aparente ir forzado. Combinado con un cambio autom¨¢tico de cinco marchas y accionamiento secuencial, aporta unas prestaciones correctas para circular a buen ritmo en todas partes. Pero los consumos son altos: cuesta bajar de 11 o 12 litros en conducci¨®n tranquila y pasa enseguida de 16 en ciudad y cuando se exprime la mec¨¢nica.

Por lo dem¨¢s, el sistema de tracci¨®n 4¡Á4 y la altura al suelo que aportan las suspensiones regulables permiten circular sin problemas por caminos y pistas de tierra con un confort sobresaliente. Pero no es un todoterreno de verdad -no lleva reductora- ni est¨¢ pensado para las zonas dif¨ªciles. Y no conviene exigirle en el campo m¨¢s de lo que puede dar.