Tendencias del verano 2003
Empiezo a tener pesadillas con el tr¨¦bol ese, que no veo otra cosa desde que ha empezado este Tour. Y es que vaya tres hojas tiene el condenado: el l¨ªder, el ganador de la etapa y el del collar¨ªn. Ya desde que he encendido el televisor me he encontrado de lleno con la verdadera esencia del Tour, con ese circo ambulante que no es m¨¢s que un inmenso escaparate publicitario situado en el lugar m¨¢s privilegiado posible, ni m¨¢s ni menos que el centro del sal¨®n de nuestras casas.
Me sobrecoge la primera imagen. ?Un ciclista con collar¨ªn en plena carrera! S¨ª, de los del tr¨¦bol. ?Pero es eso posible? Me imagino los comentarios: si es que son de otra pasta, qu¨¦ capacidad de sufrimiento, qu¨¦ ambici¨®n, qu¨¦ af¨¢n de lucha, qu¨¦ resistencia a la desesperaci¨®n... pero son m¨¢s fuertes (y tristes, ya lo siento) mis pensamientos: qu¨¦ pena, un casco tan bonito para llevar tan poco dentro, si es que son ganas de hacer el mono, pero es que ya sabes, todo por la publicidad que aqu¨ª siempre el fin justifica los medios, y siendo un equipo franc¨¦s con un corredor franc¨¦s en todo un Tour de Francia retransmitido en directo a todo el mundo por la televisi¨®n francesa, pues imag¨ªnate lo que significa eso para el due?o de la empresa del tr¨¦bol. S¨ª, has ca¨ªdo: dinero, dinero y m¨¢s dinero, as¨ª que viva el bendito collar¨ªn y a ver si aguanta ese cuello unos d¨ªas m¨¢s, campe¨®n.
Pero digo yo, ya puestos, ?por qu¨¦ no tiramos la casa por la ventana? ?No podr¨ªamos sacarle m¨¢s rendimiento a ese nuevo e inesperado soporte publicitario? Porque as¨ª en blanco minimalista como que no pega mucho con los colores de ciertos equipos, como que queda un poco soso, un quiero y no puedo.
M¨¢s color, eso es, figuritas, como el tr¨¦bol por ejemplo, o formas abstractas, no se, algo de alegr¨ªa. Me da que tras la fiebre del pa?uelo pirata, este verano se lleva el collar¨ªn. Y si no al tiempo.
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