Un ex torturador argentino gana las elecciones en Tucum¨¢n

La tragedia argentina duele all¨ª donde se toca con el pasado impune. El general retirado Antonio Bussi, de 77 a?os, considerado uno de los criminales m¨¢s feroces de la sanguinaria dictadura militar de los a?os setenta, fue proclamado ayer alcalde de San Miguel, capital de la provincia de Tucum¨¢n. Bussi venci¨® por 17 votos -80.188 a 80.171- al candidato Ger¨®nimo Vargas Aignasse, de 32 a?os, hijo de un senador desaparecido en 1976. El PJ recurrir¨¢ ante la justicia.

La primera versi¨®n de la historia parece escribirse siempre en la subtropical Tucum¨¢n, la provincia argentina que salt¨® a las portadas de la prensa internacional a fines del pasado a?o cuando los ni?os desnutridos ingresados en el hospital regional comenzaron a morir uno detr¨¢s de otro. El Plan Contra El Hambre M¨¢s Urgente que el presidente, N¨¦stor Kirchner, anunci¨® el pasado lunes atender¨¢ ahora la emergencia que se reproduce y afecta ya a 1.400.000 familias en todo el pa¨ªs, seg¨²n una investigaci¨®n del Banco Mundial.

En Tucum¨¢n, 1.240 kil¨®metros al norte de Buenos Aires, se declar¨® el 9 de julio de 1816 la independencia definitiva de Espa?a que se festeja hoy en todo el pa¨ªs. All¨ª se instal¨® el primer campamento guerrillero a fines de los a?os sesenta. En los montes tucumanos comenz¨® el "Operativo Independencia" de las fuerzas armadas que liquid¨® en 1975 a los militantes del Ej¨¦rcito Revolucionario del Pueblo. El general Antonio Bussi, enviado por el comandante Jorge Videla, lleg¨® en 1977 para hacerse cargo de la gobernaci¨®n en nombre de la dictadura militar y extendi¨® la represi¨®n a toda la oposici¨®n pol¨ªtica.

Una vez retirado, libre de proceso en Argentina, donde le amparan las Leyes de Punto Final y Obediencia Debida dictadas en 1987, el general fund¨® Fuerza Republicana y, ya en democracia, se present¨® a elecciones. Fue primero diputado nacional, entre 1993 y 1995, y luego gobernador, entre 1995 y 1999. Termin¨® su gesti¨®n acosado por las denuncias de corrupci¨®n. El gobernador no pudo explicar el crecimiento de su patrimonio ni las cuentas en Suiza. Se postul¨® como diputado en las elecciones siguientes y su partido obtuvo los votos necesarios para ocupar la banca, pero el Congreso recogi¨® las acusaciones y le rechaz¨® por "inh¨¢bil moral".

El juez espa?ol Baltasar Garz¨®n reclam¨® al Gobierno argentino la detenci¨®n con vistas a la extradici¨®n del general Bussi, acusado de genocidio por familiares de las v¨ªctimas. La petici¨®n fue rechazada por un decreto del Ejecutivo que el actual presidente se dispone a derogar. "La defensa de los derechos humanos no tiene por qu¨¦ ser interpretada, de aqu¨ª en m¨¢s, como una pol¨ªtica en contra de las Fuerzas Armadas", afirm¨® Kirchner en el discurso previo a la tradicional cena anual de camarader¨ªa que re¨²ne a los altos mandos la noche anterior al 9 de julio. El presidente, en su condici¨®n de comandante en jefe, les record¨®: "Fue doloroso que nos enfrent¨¢ramos entre argentinos. No parece justo que se pretenda identificar las acciones de unos con las instituciones, (...) hay que separar la paja del trigo, hacerse cargo cada uno de lo que hizo". La reconciliaci¨®n nacional, advirti¨® Kirchner, no puede alcanzarse mediante "el silencio o la complicidad".

Vargas Aignasse, el candidato derrotado por Bussi, reconoce en el general "a un representante de los asesinos" de su padre, pero dice que no recurrir¨¢ ante la justicia para que se realicen nuevamente las elecciones en ocho mesas impugnadas, unos 3.600 electores que podr¨ªan volcar el resultado a su favor. En opini¨®n del joven candidato, el valor superior a proteger es la democracia: "La elecci¨®n est¨¢ perdida; la Junta Electoral realiz¨® un trabajo honesto e imparcial, y las j¨®venes generaciones tenemos que dar ejemplo de respeto y sometimiento al veredicto de las urnas". Sin embargo, el Partido Justicialista ya ha anunciado que pedir¨¢ la repetici¨®n de las elecciones en las mesas impugnadas. Adem¨¢s, la justicia electoral tiene pendiente resolver una impugnaci¨®n por la que Bussi es todav¨ªa un candidato provisional.