Bermejo
Un ciudadano oscuro y joven tomaba caf¨¦ en Par¨ªs cuando se luchaba contra el atroz aguacero de Hitler en los frentes de Europa. Una francesa le recrimin¨® su falta de compromiso: "?Deb¨ªa estar usted en el frente, joven!". El chico se excus¨®: "Se?ora, es que soy chileno". Seg¨²n el relato que Jorge Edwards hace de esa an¨¦cdota, la se?ora mir¨® al joven de cerca y le pregunt¨®: "?Y eso es grave?".
Durante a?os comprometerse era como vivir, fueras o no chileno. Es m¨¢s, hubo un tiempo en que ser chileno y comprometido te pon¨ªa en un serio compromiso... sobre todo en Chile. En Espa?a, por ejemplo, a los que ejerc¨ªan su compromiso -pol¨ªtico, para qu¨¦ andar con subterfugios- se les llamaba progresistas, e iban a la c¨¢rcel y ah¨ª recib¨ªan estas otras etiquetas: comunistas, revolucionarios, agitadores o incluso caballeretes. Un ministro de Franco que a¨²n da guerra explic¨® a la prensa extranjera que Juli¨¢n Grimau, comunista, hab¨ªa sido ejecutado porque era "un caballerete" que quer¨ªa traer la subversi¨®n a Espa?a. Hab¨ªa un progresista de Logro?o que gritaba en los bares "?Viva la Rep¨²blica!", y cuando los seguidores del ministro de Franco iban a apresarle a?ad¨ªa: "?De Chile!". Se salvaba as¨ª el hombre de un verdadero compromiso.
Ahora esto de progresistas y conservadores -es decir, reaccionarios- ya no se usa sino para jueces y fiscales, o para situar, por ejemplo, al rector de la Complutense: "Berzosa, un progresista", como si ¨¦se fuera un color de la piel. Pero no se dice, pongamos por caso, hablando de f¨²tbol: "El progresista Luis Enrique dribla al conservador Fernando Hierro", aunque se extirpa como un peligro p¨²blico al fiscal Bermejo, ?que es progresista!, o no se dice, en la literatura, "el progresista Juan Mars¨¦ efect¨²a un retrato del conservador Baltasar Porcel", pero se alerta al personal, desde el Gobierno, sobre los peligros que entra?a el fiscal Villarejo, que entre sus cualidades deleznables alberga la de ser ?t¨ªo de progresista!
Hubieran querido, por ejemplo, que Bermejo fuera como aquel chileno tranquilo y clandestino que tomaba caf¨¦ muy lejos de la guerra. Hubiera sido grave, a lo mejor, pero hubiera conservado su puesto.
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