Bien pagado

Ha pasado casi desapercibida fuera de Granada la noticia de que su nuevo alcalde, Torres Hurtado, nada m¨¢s llegar, se subi¨® el sueldo. Y el de sus concejales. El alcalde, para compensar, decidi¨® al mismo tiempo congelar los sueldos de la oposici¨®n porque, seg¨²n dice, "est¨¢n muy bien pagados", para lo torpes que son, le ha faltado decir. Nadie se ha sobresaltado en el PP, su partido. Ni medio gesto de preocupaci¨®n o malestar en sus filas por la decisi¨®n del se?or alcalde. Por otra parte, la noticia no ha tenido una gran repercusi¨®n. Todo lo contrario de lo que ocurri¨® cuando el se?or alcalde de Sevilla, S¨¢nchez Monteseir¨ªn, decidi¨® hace cuatro a?os subirse el sueldo de manera, por cierto, algo menos ventajosa que la decidida ahora por Torres Hurtado. Entonces el esc¨¢ndalo recorri¨® Espa?a, todo fue rasgarse las vestiduras e intentos de invitar al "despilfarrador" a atarse una rueda de molino al cuello y arrojarse al fondo del mar por semejante pecado de esc¨¢ndalo. Ocurren estas cosas en la vida pol¨ªtica andaluza y en la espa?ola, por cierto. No hay m¨¢s que mirar a Madrid y ver c¨®mo, mientras hay unanimidad para pedir al PSOE todo tipo de penitencias por tener en sus filas e incluir en sus listas a gente tan impresentable como Tamayo y S¨¢ez, son muchos menos los que se escandalizan de que el PP, con la ayuda del Fiscal General del Estado, crea que no tiene nada que decir sobre la aparici¨®n de tantos nombres de gente del partido como protagonistas del folklore de llamadas telef¨®nicas, reservas de habitaciones e ires y venires de los d¨ªas previos y posteriores a la fuga de los dos de la Asamblea de Madrid. Todo eso es bastante inquietante. No lo es la subida del sueldo del se?or alcalde de Granada, que es una decisi¨®n, desde mi punto de vista, ni buena ni mala, incluso puede que sea justa, pero que, por un lado, recuerda el esc¨¢ndalo nacional que decisiones como esa han provocado en otros casos y la suerte para Torres Hurtado de que en esta ocasi¨®n la cosa no haya salido pr¨¢cticamente de Granada; y por otro lado, no me negar¨¢n que ha dejado en evidencia al anterior alcalde, el socialista Jos¨¦ Moratalla, por conformarse con menos. Y vaya usted a saber si fue por eso por lo que perdi¨® las elecciones, porque, como dice una amiga m¨ªa, cualquier cosa puede pasar en estos tiempos raros.