La videoconferencia facilita la presencia de los testigos y peritos en los juicios

Una c¨¢mara y una pantalla ocupan el lugar de los testigos en el caso de la l¨ªnea er¨®tica, el homicidio de Sonia Pereira a manos de su compa?ero sentimental, Manuel S¨¢nchez Gangoso.Un experto en toxicolog¨ªa declara desde 200 kil¨®metros de distancia gracias a la videoconferencia. Es el s¨¦ptimo telejuicio celebrado en Valladolid.

Ante esas c¨¢maras prestan declaraci¨®n testigos, peritos y acusados, aunque estos ¨²ltimos tengan que estar obligatoriamente presentes en la sala donde son juzgados, por oden del Fiscal General del Estado.

Todos los dem¨¢s pueden comparecer con garant¨ªas desde cualquier rinc¨®n del mundo, lo que ahorra numerosos gastos de desplazamiento y, en ocasiones, evita la casi imposibilidad de comparecer en un juicio. Esto fue lo que sucedi¨® en el caso m¨¢s famoso de los juzgados en la Audiencia de Valladolid, la primera vez que se permiti¨® declarar por Internet a un testigo que se encontraba en Paraguay.

Esta experiencia cibern¨¦tica tuvo lugar el pasado 8 de abril, cuando se celebr¨® un juicio por estafa contra cuatro personas para las que el fiscal ped¨ªa ocho a?os de c¨¢rcel y una multa de 17.300 euros. Benito Barreda, uno de los testigos, viv¨ªa y trabajaba en la capital paraguaya, lo que dificultaba (y encarec¨ªa) su presencia en Espa?a.

Para resolver el problema, la Audiencia vallisoletana mont¨® una videoconferencia, que se encontraba todav¨ªa casi en pruebas. Una vez resueltos los aspectos legales, el testigo tuvo que personarse en un edificio del Ministerio de Asuntos Exteriores de Paraguay para declarar en la vista, contando con la presencia extraordinaria del embajador de Espa?a.

La declaraci¨®n del testigo se prest¨® en tiempo real, lo que significa que Barreda P¨¦rez pudo responder de inmediato y desde Paraguay a todas las preguntas que los jueces, el fiscal o los abogados quisieron hacerle desde Valladolid.

El presidente de la Audiencia vallisoletana, Jes¨²s Manuel S¨¢ez Comba, recuerda que se toparon con una dificultad aparentemente insalvable: la incompatibilidad de las l¨ªneas telef¨®nicas, digitales en Espa?a y anal¨®gicas en Paraguay, lo que hac¨ªa imposible usar el sistema de videoconferencia del Ministerio de Justicia.

Se recurri¨® a una simple webcam, que, por poco m¨¢s de 30 euros, permite ver a la persona con la que se habla. S¨¢ez Comba se empe?¨® en celebrar este juicio pora trav¨¦s de Internet. "El sistema no solamente es barato, sino que garantiza todos los derechos de los que participan en un juicio, incluyendo el que tienen a que se celebre lo antes posible".

"No se trata solamente de testigos que vivan alejados del lugar donde se celebra la vista", reconoce S¨¢ez Comba. "Muchas veces tenemos que recurrir a peritos altamente especializados que no pueden multiplicarse entre las varias salas y provincias donde son necesarios sus servicios".

El Ministerio de Justicia calcula en unas 700.000 horas al a?o, prestadas por 800 polic¨ªas, lo que cuesta el traslado y custodia de presos, aunque parte no se ahorran por la orden de Cardenal de que el acusado comparezca en directo.

No es s¨®lo el ahorro de gastos. El presidente de la Audiencia S¨¢ez Comba recuerda que todo es m¨¢s llevadero en "los juicios contra la libertad sexual o en los que intervienen delincuentes peligrosos", porque no es un plato de gusto compartir sala con un violador o con el miembro de una banda profesional de atracadores.

S¨¢ez Comba recuerda el juicio a una banda dedicada a la prostituci¨®n: uno de los testigos de cargo compareci¨® desde Valladolid, mientras los acusados se encontraban en ?vila. Dada la naturaleza del delito y de los procesados, el citado testigo compareci¨® en calidad de "protegido", por lo que ninguno de los que estaban en la capital abulense le vieron la cara. ?Y c¨®mo garantizar que el testigo es aut¨¦ntico?. "Pues con la presencia de un agente judicial, que, adem¨¢s de asegurar que es la persona elegida, garantiza que declara libremente".