La sentencia
A la tercera va la vencida. La justicia ha vuelto a dar la raz¨®n a Salvador T¨¢vora en su contencioso con la Generalitat para representar su Carmen en la plaza Monumental de Barcelona. Como recordar¨¢n, la Generalitat se hab¨ªa negado a autorizar el espect¨¢culo debido al rejoneo de un toro y a su posible muerte (porque a un toro, en una plaza, siempre se le puede perdonar la vida), los cuales formaban parte del mismo. Ahora, el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC) ha anulado la prohibici¨®n de rejonear un toro en la Carmen de T¨¢vora y afirma que aquel acto administrativo es "un ejercicio de a?eja, y aun vergonzante, censura". La sentencia del TSJC, que cuenta con los votos particulares de dos de los cinco magistrados que discrepan del fallo, s¨®lo puede ser apelada ante el Tribunal Constitucional.
Desde un principio, tal como lo manifest¨¦ en diversas ocasiones en las p¨¢ginas de este diario, nunca dud¨¦ que los tribunales, en ¨²ltima instancia, iban a darle la raz¨®n a Salvador T¨¢vora. Cuando asist¨ª al estreno de esa Carmen, en la plaza de toros de Ronda, entend¨ª, como el resto de los espectadores, que la lidia, el rejoneo y la posible, repito, muerte de un toro no eran ning¨²n a?adido, ning¨²n brillante y "morboso" pegote para as¨ª mejor vender el espect¨¢culo, sino que formaban una parte indisociable de ¨¦l. "Si Salvador", me dije, "ha escogido una plaza de toros para representar su espect¨¢culo, es porque lo considera el lugar id¨®neo para el mismo, es decir, el lugar id¨®neo para lidiar un toro".
?Qu¨¦ diferencia existe entre la plaza de toros Monumental de Barcelona y las plazas de toros de Ronda, de Valencia, de Bilbao o de Nimes? Ninguna. En todas ellas se lidian toros. Entonces, ?por qu¨¦ no autorizar la representaci¨®n de un espect¨¢culo que incluye la lidia de un toro en la plaza Monumental, lidia que se realiza de acuerdo con lo dispuesto en el reglamento taurino? ?Por qu¨¦ Catalu?a, el Parlament, se muestra en sus leyes contrario a la "tortura" de los animales? Entonces, ?por qu¨¦ el mismo Parlamento no proh¨ªbe las corridas de toros en el territorio catal¨¢n, por qu¨¦ no incluye la "tortura" del toro de lidia en su ley de protecci¨®n de los animales?
El mismo d¨ªa en que se hac¨ªa p¨²blica la sentencia del TSJC, es decir, el pasado martes, Josep Cun¨ª conversaba con Salvador T¨¢vora a trav¨¦s de los micr¨®fonos de Ona Catalana. Una vez terminada la conversaci¨®n y aprovechando que Pilar Rahola se hallaba en el estudio de la emisora, Cun¨ª invit¨® a Pilar -en su d¨ªa, desde el Ayuntamiento, furiosamente contraria a la representaci¨®n de Carmen- a que manifestase su opini¨®n. Pilar confirm¨® su inicial punto de vista y lleg¨® a reprocharle a T¨¢vora, "uno de los iconos" de su adolescencia (se refer¨ªa al T¨¢vora de Quej¨ªo y de Andaluc¨ªa amarga), "haber manchado su nombre torturando animales". Y no contenta con ello, le acus¨® de haber pretendido herir la sensibilidad del pueblo catal¨¢n con un "acto de chuler¨ªa" (seg¨²n Pilar, T¨¢vora deb¨ªa haber omitido el rejoneo del toro en la Monumental, ¨²nico obst¨¢culo para su autorizaci¨®n).
Tiene gracia que Pilar Rahola le reprochase a Salvador haber manchado su nombre torturando animales cuando es notorio que T¨¢vora se ha criado en el mundo del toro y que siendo un chaval, mucho antes de que nos maravillase con su Quej¨ªo, ya hab¨ªa cortado un rabo, hecho excepcional, en una novillada en la Maestranza sevillana. El mundo del toro y del toreo siempre ha estado presente en la obra esc¨¦nica de T¨¢vora -¨¦l habla de las artes esc¨¦nicas como habla del arte taurino-, y el rejoneo de un toro en Carmen es una consecuencia l¨®gica de su concepci¨®n y de su personal sensibilidad de las artes esc¨¦nicas. En cuanto a ese "acto de chuler¨ªa" frente a los catalanes, hay que conocer muy mal a Salvador para creerle capaz de algo semejante.
En mi opini¨®n, lo importante de la sentencia del TSJC es el reconocimiento de esa "a?eja y vergonzante censura" ante la creaci¨®n art¨ªstica por parte de la Generalitat y, tambi¨¦n, del Ayuntamiento barcelon¨¦s. "Qui¨¦n iba a decirnos", me comentaba Salvador el pasado martes desde Sevilla, "que acabar¨ªan siendo los tribunales los ¨²nicos en salir en defensa de la creaci¨®n art¨ªstica". Porque, la verdad, de los compa?eros catalanes de T¨¢vora, de las gentes de teatro de Catalu?a, nadie le ha llamado o le ha escrito unas l¨ªneas para mostrarle su apoyo. Tan s¨®lo Joan Font, de Comediants, le llam¨® en su d¨ªa ofreci¨¦ndose para lo que fuera preciso. Curiosa conducta la de las gentes de teatro de este pa¨ªs, algunas de ellas tan aficionadas a los toros, hasta el punto de que una de ellas, una de las m¨¢s emblem¨¢ticas, no dud¨® en confesar que, si pudiese escoger una muerte, escoger¨ªa la de un toro frente a la espada de Jos¨¦ Tom¨¢s.
En cuanto a la improvisada conversaci¨®n entre Pilar y Salvador, termin¨®, no pod¨ªa ser de otro modo, con un piropo del torero a la moza. Salvador invit¨® a Pilar a dar el pase¨ªllo en la Monumental, "que t¨² has de estar muy bien, vestida de torera", le dijo. Ya la estoy viendo desfilar en la pr¨®xima representaci¨®n de Carmen, una Carmen sin censurar, con un hermoso toro y ?lvaro Robles de rejoneador.
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