El ruido apenas disminuye en Barcelona un decibelio en cuatro a?os
El problema del ruido en Barcelona se resiste a los esfuerzos por paliarlo. Seg¨²n la ¨²ltima actualizaci¨®n del mapa del ruido de la ciudad, hecha por el Ayuntamiento de Barcelona en el a?o 2001, la contaminaci¨®n ac¨²stica en la apenas se ha reducido en 1,02 decibelios desde 1997. La media ac¨²stica diurna ha bajado de 69,85 a 68,83 decibelios, el equivalente sonoro de estar situado junto a una autopista o en un restaurante muy bullicioso.
El Ayuntamiento se aferra a la mejora experimentada en estos a?os y se muestra "satisfecho" por los resultados. Para determinar el valor medio del ruido se eliminaron de las muestras obtenidas las puntas de sonido registradas al paso de autobuses, ambulancias o camiones. La legislaci¨®n catalana contra el ruido admite niveles ac¨²sticos de hasta 75 decibelios en determinadas zonas de la ciudad, incluso de 80 si se trata de v¨ªas urbanas que soportan gran cantidad de tr¨¢fico.
Los niveles m¨¢s elevados de ruidos se registraron en la confluencia de la Gran Via de Carles III con la Diagonal, en los cuatro puntos analizados de la Meridiana, en la Gran Via cerca de la plaza de Espanya y en la calle de Arag¨®. En estos puntos, el ruido alcanza o sobrepasa los 75 decibelios, aunque se ha reducido en todos los casos con respecto al a?o 1997. Como ocurr¨ªa entonces, el tr¨¢fico es el principal responsable de la contaminaci¨®n ac¨²stica diurna.
Los lugares menos ruidosos son la calle de Nena Casas, en el barrio de Sarri¨¤-Sant Gervasi, y la calle de Trilla, en Gr¨¤cia, donde se obtuvieron resultados de 56 y 57 decibelios, respectivamente. En la calle de Nena Casas se produjo el descenso m¨¢s acusado de ruido, casi cinco decibelios respecto a los resultados de 1997. En el conjunto de Barcelona, el nivel de ruido se redujo en 16 de los 20 lugares evaluados y aument¨® en dos.Las zonas conflictivas de la noche barcelonesa, seg¨²n Llu¨ªs Gallardo, un abogado militante en diversas asociaciones antirruido, se encuentran en los barrios de Ciutat Vella y Gr¨¤cia, tradicionales ¨¢reas de ocio de la ciudad, en las que el Ayuntamiento "prima las actividades comerciales en detrimento del descanso del vecindario", en opini¨®n de Gallardo. En algunas zonas de estos barrios, como en el Born o en determinadas plazas de Gr¨¤cia, algunos los vecinos impulsan desde hace tiempo campa?as para que cese el ruido que provocan bares, discotecas y terrazas.
Las quejas de los vecinos por el ruido nocturno, afirma Gallardo, "crecen continuamente", extremo que confirma la Guardia Urbana. Seg¨²n un portavoz municipal, las denuncias realizadas a la polic¨ªa por problemas de "ruido domiciliario", originadas en llamadas de vecinos, aumentaron el 28,5% al pasar de 1.400 del a?o 2001 a 1.800 en el a?o 2002.
Para el gerente de Mantenimiento y Servicios Urbanos del Ayuntamiento, Ricard Frigola, la reducci¨®n de un decibelio "significa mucho porque muestra una tendencia positiva pese al aumento continuo del parque m¨®vil y del tr¨¢fico en la ciudad". De la misma forma, Frigola vaticin¨® que la situaci¨®n mejorar¨¢ en el futuro. "Todav¨ªa es pronto", afirm¨®, para evaluar el conjunto de medidas que impulsa el consistorio para combatir el ruido.
"Ser¨ªa deseable no sobrepasar los 65", afirma Maite Maj¨®, responsable de contaminaci¨®n ac¨²stica del Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat, "pero las leyes deben ser realistas y se dictan para que se puedan cumplir". Y a?ade: "Esto ocurre en todas las grandes ciudades y en muchas de las peque?as, aqu¨ª y en el resto de Europa".
Las ordenanzas municipales barcelonesas recogen el principio de la divisi¨®n en zonas establecido por la Ley de Protecci¨®n contra la Contaminaci¨®n Ac¨²stica, aprobada en junio de 2002. El texto legal obliga a los municipios catalanes a dividir la localidad en diferentes tipos de ¨¢reas, seg¨²n el uso c¨ªvico que prevalezca en ellas, residencial, de servicios o industrial, y a cada zona se le asigna un valor m¨¢ximo autorizado de ruido ambiental.
S¨®lo dos registros de la actualizaci¨®n incumplen las ordenanzas. Se trata del punto situado en la Ronda de Sant Pere (Eixample), una zona calificada como "residencial, comercial y de servicios" que tiene el m¨¢ximo establecido en 65 decibelios, cuando el resultado alcanza los 73,9. El caso se repite en la toma realizada en la Rambla de Volart (Horta-Guinard¨®), tambi¨¦n de tipo residencial, cuyo ¨ªndice sonoro, de 68 decibelios, sobrepasa en tres el l¨ªmite autorizado.
Sin embargo, algunos expertos consideran que los niveles de contaminaci¨®n ac¨²stica admitidos por las ordenanzas barcelonesas son demasiado altos. Benjam¨ªn Garc¨ªa, director del estudio La contaminaci¨®n ac¨²stica en nuestras ciudades, opina que la Administraci¨®n municipal "trata de esconder la realidad" porque admite como tolerables l¨ªmites que "dan las espalda a las recomendaciones internacionales".
En este sentido, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud advierte de que la exposici¨®n durante un periodo de 24 horas a un nivel de ruido de al menos 70 decibelios produce "p¨¦rdida auditiva".
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