Juan Pablo II critica la "p¨¦rdida de memoria cristiana" en Europa
El Vaticano cancela la visita del Papa a Mongolia, prevista para agosto
El Papa dedic¨® ayer la primera intervenci¨®n p¨²blica de sus vacaciones en Castel Gandolfo a reflexionar sobre Europa en v¨ªsperas de la ampliaci¨®n de la UE a 10 nuevos pa¨ªses, que se producir¨¢ en mayo pr¨®ximo. Un momento hist¨®rico lleno de "luces" que la Iglesia mira con amor, dijo el Pont¨ªfice, pero que no est¨¢ libre de "sombras". Juan Pablo II denunci¨®, sobre todo, "una cierta p¨¦rdida de la memoria cristiana, unida a una especie de miedo a la hora de afrontar el futuro".
Al contrario que en la exhortaci¨®n Ecclesia in Europa -el documento resumen del S¨ªnodo de Obispos para Europa celebrado en 1999-, que el Papa promulg¨® hace dos semanas, en el discurso de ayer no hubo menci¨®n directa alguna a la futura Constituci¨®n Europea. Karol Wojtyla dej¨® entender, sin embargo, que el futuro del continente, y los valores fijados en la Carta Magna que se aprobar¨¢ dentro de unos meses, siguen quit¨¢ndole el sue?o a la Iglesia, que quiere ver citada entre ellos a la fe cristiana.
El Pont¨ªfice ley¨® con poca energ¨ªa su discurso, antes de la oraci¨®n del Angelus, ante unas dos mil personas reunidas en torno al palco instalado en el patio del palacio vaticano de Castel Gandolfo, adonde Wojtyla lleg¨® el pasado viernes. En esta residencia, a unos 30 kil¨®metros de Roma, pasar¨¢ el Papa todo el verano, hasta el primer viaje apost¨®lico, previsto en septiembre, a Eslovaquia. El Vaticano cancel¨® con discreci¨®n la visita programada para agosto a Mongolia, despu¨¦s de que el patriarca de Mosc¨² Alexis II protestara por la inclusi¨®n de una breve escala en Kaz¨¢n, en territorio ruso. Sin esa etapa, la visita a un pa¨ªs tan lejano, que cuenta con poco m¨¢s de un centenar de cat¨®licos, fue desestimada, aunque oficialmente, la Santa Sede se ha limitado a posponerla.
Constituci¨®n europea
En estos momentos, adem¨¢s, la diplomacia vaticana est¨¢ m¨¢s interesada en lo que ocurre en Europa. El hecho de que el proyecto de Constituci¨®n europea reci¨¦n aprobado en Bruselas quede ahora bajo el control de la presidencia italiana, que dirigir¨¢ los trabajos de la Conferencia Intergubernamental, a partir del 4 de octubre, en Roma, es visto con optimismo por la Santa Sede. El Papa considera prioritario lograr que la Carta Magna mencione las ra¨ªces cristianas de Europa, y ha batallado intensamente durante los ¨²ltimos meses para lograrlo.
Espa?a e Italia son los principales abanderados de la causa en la UE. Pero, aunque el ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, ha asegurado varias veces que podr¨ªa colocarse dicha menci¨®n en el pre¨¢mbulo de la Constituci¨®n, el vicepresidente Gianfranco Fini se ha mostrado m¨¢s fr¨ªo hacia las presiones vaticanas.
En su discurso de ayer, el Pont¨ªfice denunci¨® la "difusa fragmentaci¨®n de la existencia", el "individualismo y un continuo debilitamiento de la solidaridad interpersonal" como males evidentes de la sociedad europea. "Se asiste a una p¨¦rdida de la esperanza en cuya ra¨ªz est¨¢ el intento de hacer prevalecer una antropolog¨ªa sin Dios y sin Cristo", a?adi¨®.
Con lo que la "cuna de los derechos humanos" se arriesga a perder su fundamento. Karol Wojtyla no tuvo inconveniente en retomar algunos p¨¢rrafos de la exhortaci¨®n Ecclesia in Europa, para reiterar que la "cultura europea da la impresi¨®n de una apostas¨ªa silenciosa, por parte del hombre saciado, que vive como si Dios no existiese".
Lo que m¨¢s necesita Europa,a?adi¨®, "tanto a Oriente como a Occidente, es esperanza para poder dar sentido a la vida y a la historia y caminar as¨ª juntos". La Iglesia, dijo el Papa, es la que puede ofrecer a Europa este preciado bien.
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