El cine de la Diputaci¨®n de Sevilla
Ayer viernes intent¨¦ ver en el patio de la Excelent¨ªsima Diputaci¨®n Provincial de Sevilla la pel¨ªcula Frida. No me fue posible, a pesar de que mi hijo peque?o de 12 a?os y mi se?ora me estaban guardando una localidad desde las diez de la noche. Hice mi cola para sacar la entrada y poco antes de llegar a la taquilla comentaron que ya no quedaban. Le dije al portero que iba a comunicarle a mi familia lo ocurrido y que los esperar¨ªa fuera, ?y me hizo dejarle mi reloj en prenda para asegurarse que volver¨ªa!.
Cu¨¢l no fue mi sorpresa al observar que, aparte de la silla que mi familia me guarda, hab¨ªa como unas 50 localidades vac¨ªas. Vuelvo a la puerta y se lo digo al portero, quien me indica que saque mi entrada en taquilla y sin ning¨²n problema me dejar¨¢ entrar. As¨ª lo hago, pero la se?orita que la atend¨ªa me indica, a m¨ª y a otras diez personas en situaci¨®n parecida a la m¨ªa, que no queda papel para la venta. Al comentarle yo las localidades libres que hab¨ªa me responde que est¨¢n obligados, por razones de protocolo, a no venderlas. Le pregunto si por protocolo se entiende las invitaciones que la Excelent¨ªsima Diputaci¨®n Provincial de Sevilla guarda para sus invitados y me responde afirmativamente.
Hace mucho calor y los ¨¢nimos, diez y media de la noche y la pel¨ªcula a punto de comenzar, comienzan a caldearse. Una de las se?oritas de la taquilla llama a seguridad y el guardia llega asombr¨¢ndose ante el espect¨¢culo de unos diez se?ores y se?oras, bien vestidos y educados, que protestan porque simplemente desean entrar al patio a comentarle a sus amigos o familiares que no pueden entrar a ocupar las localidades que ellos est¨¢n guard¨¢ndoles desde veinte minutos antes, al no haber entradas.
En ese momento, y con la pel¨ªcula de Salma Hayek y Antonio Banderas a punto de comenzar, otra se?orita, con aspecto de jefa de secci¨®n o de servicio de la Excelent¨ªsima Diputaci¨®n Provincial de Sevilla, decide abrir las puertas para que entremos todos, pero yo, que respeto mucho el protocolo y los derechos de los se?ores invitados del excelent¨ªsimo se?or don Luis Pascual Navarrete Mora, le digo que gracias, que me voy y que aqu¨ª paz y despu¨¦s gloria, y salgo a la calle, veo los Jardines de Murillo y al fondo la Giralda y pienso de mi Sevilla: "Que buen vasallo si oviera buen Se?or".
Se me hace que algo huele a podrido en la Excelent¨ªsima Diputaci¨®n Provincial de Sevilla, y me da igual que la gobiernen socialistas o populares. Si reservar 50 localidades por protocolo (l¨¦ase invitaciones para chupad¨®mines) para una pel¨ªcula como Frida que se estren¨® en Sevilla a mediados de a?o, es acercar el Ayuntamiento de los Ayuntamientos al pueblo sevillano, pues que baje Dios y lo vea.
Algo huele a podrido en el antiguo Cuartel de la Puerta la Carne, y ser¨¢ mejor que lo limpien y se dediquen a arreglar carreteras comarcales o el antiguo Manicomio de Miraflores, que esa s¨ª que es tarea de la Excelent¨ªsima Diputaci¨®n Provincial de Sevilla.
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