Esperanza en Bagdad
Los iraqu¨ªes reciben con alegr¨ªa y cierto escepticismo al primer Gobierno de la transici¨®n
La alegr¨ªa por la formaci¨®n del Consejo de Gobierno iraqu¨ª era evidente ayer en la mezquita de Al Muhsen, en el barrio bagdad¨ª de Ciudad Al Sadr, antes conocido como Ciudad Sadam. "Estamos muy satisfechos porque la mayor¨ªa del Consejo son chi¨ªes, aunque lo importante no es que sean de una u otra religi¨®n, sino que sean capaces de dar seguridad y poner a funcionar los servicios p¨²blicos", manifestaba el responsable del mantenimiento del templo, Nayim Abud. Los fieles arremolinados a su alrededor asent¨ªan.
La invasi¨®n que acab¨® con el r¨¦gimen de Sadam es muy popular en este barrio proletario, s¨ªmbolo de la resistencia chi¨ª contra la dictadura, en el que viven inmigrantes llegados del sur de Irak en los a?os sesenta y setenta. "Dios env¨ªa siempre a alguien contra la gente despiadada", afirma Abud, "y Dios nos envi¨® a EE UU para librarnos de Sadam".
En otras partes y otros ambientes de la capital iraqu¨ª no hay tanto entusiasmo por la presencia estadounidense, aunque s¨ª esperanzas de que el Gobierno provisional entierre para siempre los restos de la dictadura de Sadam y conduzca al pa¨ªs hacia una verdadera democracia. Hay tambi¨¦n quienes piensan que las nuevas autoridades fracasar¨¢n por tener las manos atadas y que su formaci¨®n puede ser el preludio de un enfrentamiento civil entre las comunidades ¨¦tnicas y religiosas que forman el pa¨ªs.
"Esperemos que sea un primer paso hacia la formaci¨®n de un Gobierno independiente y soberano", afirma Shemiran Marroqi, que particip¨® ayer junto a un millar de militantes y simpatizantes del Partido Comunista Iraqu¨ª (PCI) en una celebraci¨®n callejera para conmemorar la fiesta nacional del 14 de julio. "Creo que el Consejo representa a todas las comunidades de Irak y a todo el pueblo", opina esta modista de 53 a?os, que vaticina que el Consejo depender¨¢ al principio de EE UU pero ir¨¢ poco a poco ganando autonom¨ªa.
Safire Nagui, una estudiante de doctorado en Bellas Artes en la Universidad de Bagdad, se lamenta de que s¨®lo haya tres mujeres en el ¨®rgano que gestionar¨¢ los asuntos p¨²blicos del pa¨ªs. "El papel de la mujer en Irak es marginal", dice, "y en la formaci¨®n del Consejo se ha cometido el mismo error", dice. "La presencia de tres mujeres es pura fachada, algo exclusivamente formal". Su compa?ero Salah Miteb, estudiante de espa?ol, critica que el Consejo no haya sido elegido por el pueblo y que muchos de sus integrantes no hayan residido en Irak durante buena parte de sus vidas. Mientras disfruta de un refresco en la cafeter¨ªa de la facultad tras un examen, Miteb afirma: "Despu¨¦s de la dictadura de Franco, en Espa?a se vive mucho mejor y nosotros, sin Sadam, tambi¨¦n". El decano de la Facultad de Lenguas Extranjeras, Diaa Nafe, califica de "lamentable" que la democracia tenga que llegar a trav¨¦s de una ocupaci¨®n militar. "Espero que alg¨²n d¨ªa tengamos un Gobierno soberano y un Parlamento elegido por el pueblo, pero mientras tanto necesitamos, como primer paso, este Ejecutivo de transici¨®n".
A pesar de ser sun¨ª, Abdul Satar Ibrahim, due?o de una tienda de ropa de novias en el centro de Bagdad, piensa que es justo que los chi¨ªes tengan la mayor¨ªa en el Consejo. "Hay que dejar aparte las diferencia entre comunidades y defender el inter¨¦s del pueblo", sostiene Ibrahim, que se manifiesta en contra de que EE UU tenga derecho de veto sobre las decisiones de las nuevas autoridades iraqu¨ªes.
M¨¢s pesimista es el soci¨®logo Sadun al Dulaimi, opositor a Sadam y autor del primer sondeo de opini¨®n de la posguerra en Irak. "Es un Consejo de marionetas que no tiene credibilidad alguna entre los iraqu¨ªes", sostiene el sunn¨ª Al Dulaimi mientras desayuna en un lujoso hotel de Bagdad. Cree que dividir al Gobierno entre chi¨ªes, sun¨ªes, kurdos, turcomanos y cristianos es algo muy peligroso. "El sectarismo y la democracia son incompatibles". "La mayor¨ªa de la gente rechaza que el Consejo se haya formado siguiendo criterios ¨¦tnicos y religiosos. Puede provocar una guerra civil y el caos en toda la regi¨®n".
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