Kirchner devuelve a Argentina la esperanza de cambio
El presidente argentino logra en dos meses una aprobaci¨®n del 75%
El pr¨®ximo jueves, cuando concluya en Madrid la gira oficial que le ha llevado a Londres, Bruselas y Par¨ªs, el presidente argentino, N¨¦stor Kirchner Ostoic, de 53 a?os, dar¨¢ por terminado tambi¨¦n el viaje que recordar¨¢ como el primero de su vida a Europa. Desde que comenz¨® a soplar hace 52 d¨ªas el anunciado y prometido "viento fuerte y fresco" de su provincia, Santa Cruz, al sur de la Patagonia, el tornado K levanta y revuelve la estancada realidad del pa¨ªs.
El abogado Kirchner se subi¨® los pu?os de la camisa y meti¨® las manos y los brazos hasta el codo en las llagas y los agujeros negros de la pol¨ªtica argentina. Descabez¨® a las c¨²pulas militares que insisten en ocultar el horror de la dictadura, pero tambi¨¦n a los directores del Plan M¨¦dico Asistencia Integral (PAMI), la obra social de jubilados y pensionistas con un presupuesto de 3.000 millones de d¨®lares al a?o de la que viv¨ªan las mafias pol¨ªticas de peronistas y radicales. El plan de gobierno parece dise?ado siguiendo las demandas m¨¢s antiguas y primarias de la sociedad argentina: memoria, justicia, honestidad, transparencia.
"No voy a dejar mis convicciones de toda la vida en la puerta de la Casa Rosada", hab¨ªa advertido Kirchner, militante hist¨®rico de la izquierda peronista. Cuando asumi¨® el poder contaba s¨®lo con el 22% de los votos ante la renuncia del ex presidente Carlos Menem a disputar la segunda vuelta electoral, pero al cabo de casi dos meses de gesti¨®n tiene ya un ¨ªndice de aprobaci¨®n que supera el 75%. "Parece un cuento de hadas", dijo la diputada Elisa Carri¨®, l¨ªder de la izquierda democr¨¢tica, pero temi¨® por la suerte del Gobierno: "Es muy riesgoso abrir todos los frentes a la vez". Kirchner contest¨® dos d¨ªas m¨¢s tarde: "Voy a abrir todos los frentes que sean necesarios". Una fuente del Ejecutivo dec¨ªa la pasada semana a EL PA?S: "De la R¨²a quiso dejar todo como estaba, no solucion¨® nada y no lleg¨® a la mitad de su mandato; Kirchner dice que a la hora de la verdad s¨®lo nos va a defender la gente".
El presidente hab¨ªa advertido de que denunciar¨ªa ante la opini¨®n p¨²blica las presiones de los grupos de poder. Lo hizo una vez en un mensaje difundido de modo imprevisto por la cadena nacional de radio y televisi¨®n, cuando pidi¨® la ayuda del Congreso para que enjuicie a la cabeza del Poder Judicial, y fue suficiente. El menemista Julio Nazareno renunci¨® tres semanas m¨¢s tarde. El presidente se limit¨® por decreto en sus atribuciones para designar al reemplazante y sorprendi¨® a todos nuevamente cuando propuso como candidato al ex juez Eugenio Zaffaroni, de impecables antecedentes.
El pasado domingo fuera de agenda y en una conversaci¨®n informal reclam¨® a Tony Blair que se reconozcan los derechos argentinos sobre la pesca alrededor de las islas Malvinas bajo control militar ingl¨¦s desde la guerra en 1982. Era la primera vez en m¨¢s de diez a?os que un presidente argentino hablaba de "soberan¨ªa" en el territorio. Antes de iniciar su gira, Kirchner iba a derogar el decreto que impide las extradiciones de militares acusados ante tribunales extranjeros para que el Ministerio de Exteriores traslade a los jueces las peticiones, pero demor¨® su decisi¨®n hasta el regreso para que no se sospeche que lo hac¨ªa bajo la presi¨®n del reclamo enviado por el juez espa?ol Baltasar Garz¨®n.
El poder real de Lupo, como le llaman en su provincia por el parecido f¨ªsico con un viejo personaje de c¨®mic,se completa con la fortaleza intelectual de su esposa, la abogada Cristina Fern¨¢ndez. Se conocieron cuando eran estudiantes, militaron y sufrieron juntos la persecuci¨®n pol¨ªtica. Ella fue la primera en destacarse en el Congreso, adonde lleg¨® como senadora por Santa Cruz. El pasado domingo Cristina Fern¨¢ndez convenci¨® en Londres a 14 jefes de Estado de incluir en el documento final de la cumbre progresista la petici¨®n para que la ONU pueda intervenir con ayuda humanitaria en los pa¨ªses donde se compruebe indigencia, desnutrici¨®n infantil y extrema pobreza.
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