Rabat se queda solo en su rechazo al nuevo plan para el S¨¢hara

El borrador de resoluci¨®n sobre el S¨¢hara Occidental, redactado por EE UU, y el cambio en la postura de Argelia y del Frente Polisario han puesto a Marruecos en aprietos en v¨ªsperas de la reuni¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU, que a fin de mes se pronunciar¨¢ sobre el futuro de la antigua colonia espa?ola. Hace menos de dos a?os, el rey Mohamed VI se atribu¨ªa el m¨¦rito de haber resuelto el contencioso del S¨¢hara, pero ayer llam¨® al presidente de EE UU, George Bush, para, presumiblemente, expresarle su preocupaci¨®n.

El embajador norteamericano ante la ONU, John Negroponte, present¨® el viernes pasado, en nombre del Grupo de Amigos del S¨¢hara Occidental, del que forman parte Espa?a y Francia, una propuesta de resoluci¨®n que insta a Rabat y al Polisario a cooperar con Naciones Unidas para poner en pr¨¢ctica la segunda versi¨®n del plan de James Baker.

La v¨ªspera, el Polisario hab¨ªa dado de antemano su aprobaci¨®n al texto de Negroponte. En un inesperado cambio de actitud, el representante en Nueva York del movimiento independentista, Ahmed Bujari, envi¨® sendas cartas a Baker y al presidente del Consejo de Seguridad, el espa?ol Inocencio Arias, en las que se muestra dispuesto a "explorar" el plan Baker.

Espa?a, que, como antigua potencia colonial, tiene una cierta autoridad moral, quiere aprovechar su presidencia del m¨¢ximo ¨®rgano de la ONU para intentar sacar adelante una resoluci¨®n que no se limite a prorrogar el mandato de la Minurso, el destacamento de cascos azules en el S¨¢hara, sino que marque un giro en el conflicto.

La ¨²nica voz discrepante ha sido la de Rabat. Por boca del jefe de su diplomacia, Mohamed Benaissa, reiter¨® el s¨¢bado que una "soluci¨®n pol¨ªtica no puede atentar contra la integridad territorial de Marruecos". Aunque no ha rechazado formalmente el plan Baker, el reino alau¨ª no est¨¢ dispuesto a discutir una salida al contencioso que contemple, aunque sea de forma algo ret¨®rica, la independencia del S¨¢hara.

Sin caer en los improperios de anta?o, Benaissa resalt¨® que a Espa?a le corresponde "contribuir a encontrar una f¨®rmula que deje la puerta abierta al di¨¢logo". M¨¢s expl¨ªcita que su diplomacia, la prensa oficialista marroqu¨ª lanza veladas advertencias a Madrid. "Espa?a (...) parece querer aprovechar su actual estatuto para imponer la soluci¨®n Baker", recalca el diario Aujourd'hui Le Maroc. "Espa?a debe elegir su bando de manera clara y definitiva".

Pero, si de Espa?a no cabe esperar nada bueno, es la actitud de EE UU la que m¨¢s indigna a Rabat. "Ha provocado una revoluci¨®n mediante una sorprendente iniciativa que busca imponer el plan Baker", se lamenta el mismo rotativo. Marruecos "no puede someterse a un diktat cualquiera que sea su origen", sentencia Al Bayan.

La segunda versi¨®n del plan Baker prev¨¦, primero, la celebraci¨®n de elecciones, con un censo que agrada al Polisario, para designar una autoridad auton¨®mica. Tras un periodo de cuatro o cinco a?os tendr¨ªa lugar un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n, con un censo esta vez favorable a Rabat, para decidir entre la independencia y la integraci¨®n del territorio en Marruecos.

EE UU y Espa?a se muestran confiados en convencer a Marruecos, de aqu¨ª a fin de mes, de que acepte la resoluci¨®n. De lo contrario cabe la posibilidad de que el Consejo de Seguridad opte por imponerla, algo que Rabat considera improbable porque conf¨ªa, entre otros, en Francia para evitarlo, pese a que es uno de los padrinos de la resoluci¨®n. La prensa marroqu¨ª anunciaba ayer que Par¨ªs presentar¨¢ una resoluci¨®n alternativa.