Fuera 'okupas'
A las ocho de la ma?ana del pasado lunes, decenas de agentes antidisturbios salieron del garaje de su comisar¨ªa a bordo de 15 furgonetas y, armados hasta los dientes, se dirigieron al centro de la ciudad con la misi¨®n, como pronto se supo, de desalojar a unos okupas y con una orden judicial en la mano.
La noticia corri¨® como la p¨®lvora y algunos ciudadanos se concentraron de forma espont¨¢nea frente al edificio de la Asamblea de Madrid, en Vallecas, a la espera de que la cosa tr¨¢nsfuga, el Tamayos¨¢ez, fuese por fin arrancada del Parlamento regional, porque nadie tuvo la m¨¢s m¨ªnima duda de que eso es lo que iban a expulsar los polic¨ªas. Seg¨²n algunos, dentro de poco llegar¨ªan tambi¨¦n los camiones de bomberos, con sus mangueras y sus hachas, porque al parecer ese oscuro ser bic¨¦falo, el Tamayos¨¢ez, que nadie sabe a¨²n si es carne o pescado, hab¨ªa mutado en una masa anaranjada, de un color similar al de los ladrillos, y estaba violentamente adherido a los muros del edificio. Estaba, seg¨²n suele decirse en estas ocasiones, tan pegado a ¨¦l como el mal olor al culo de un cerdo.
La gente aguardaba el advenimiento de las fuerzas del orden p¨²blico con esperanza y un cierto alborozo, dici¨¦ndose "ya era hora, esto lo ten¨ªan que haber hecho antes", que fumiguen a ese bicho, que se lo echen a los perros, que lo deporten, que lo tiren a un vertedero.
Se volvieron a o¨ªr las palabras escoria, despojo, basura, traici¨®n, robo, corrupto y dem¨¢s, que dejaron en el aire su m¨²sica l¨²gubre y su olor a carro?a. Algunos enarbolaron banderas o pusieron velas encendidas sobre el pavimento, y otros intentaron hacer negocio aprovechando la presencia de la multitud: se montaron mesas con frutos secos, golosinas y tajadas de coco, y otras que vend¨ªan bufandas o camisetas alusivas.
Algunos pol¨ªticos llegaron tambi¨¦n al lugar de los hechos e hicieron declaraciones solemnes: esto no volver¨¢ a pasar, la democracia siempre es m¨¢s fuerte que los que intentan secuestrarla. En una esquina, un grupo intentaba convertir el acontecimiento en la canci¨®n del verano. "Cuidado con los vampiros / del Partido Socialista: / se te meten en la lista / y no los echas ni a tiros. / ?Ay, Luisa, ay, Luisa, / que el Parlamento es de risa! ?Ay, Sixto, ay, Sixto, / qu¨¦ mal huele el Grupo Mixto!".
De pronto, se empezaron a o¨ªr a lo lejos las sirenas de las furgonetas acorazadas. Aqu¨ª viene la polic¨ªa, pensaron todos a una, y la expectaci¨®n se hizo enorme, hasta tal punto que la muchedumbre empez¨® a vitorear a los libertadores y a hacer ondear sus banderas.
Los antidisturbios se acercaron m¨¢s y m¨¢s, se fueron haciendo inminentes, visibles, definidos, cercanos y... a la velocidad del v¨¦rtigo, pasaron de largo, dejando a la concurrencia helada, con las manos interrumpidas en mitad de un saludo y las bocas redondeadas por el asombro.
Pero qu¨¦, pero qu¨¦ diablos, pero ad¨®nde... La desilusi¨®n fue tan grande que hubo quien compar¨® la cosa con aquella escena de Bienvenido, Mr. Marshall en la que los personajes de la pel¨ªcula de Luis Garc¨ªa Berlanga se quedan con dos palmos de narices cuando los norteamericanos que iban a llenar de oro su pueblo pasan tambi¨¦n de largo, conden¨¢ndolos a seguir siendo nada m¨¢s que ellos mismos.
No, nadie desaloj¨® a Tamayos¨¢ez del Parlamento regional, y ah¨ª sigue, seg¨²n las ¨²ltimas informaciones, filtr¨¢ndose ya a los cimientos del edificio. Donde iba la polic¨ªa era a desalojar, a porrazo limpio, a los okupas del Laboratorio 4, una antigua sede del PSOE, en Ministriles, 11, donde los j¨®venes segu¨ªan con las actividades sociales y culturales que antes hab¨ªan desarrollado en otros inmuebles abandonados del barrio de Lavapi¨¦s, y a otros que se hab¨ªan establecido en la calle de Santa Mar¨ªa, n¨²mero 17.
Los j¨®venes hab¨ªan cometido delitos como el de pintar y reparar los muros de la casa y el de representar la obra Alejandro y Ana, del grupo Animalario, una parodia de la boda de la hija de Aznar. La polic¨ªa se emple¨® con contundencia: esos chicos s¨ª que son un peligro para la democracia.
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