La mujer de un 'narco' encarcelado pidi¨® 3.000 euros para pagar a un fiscal y sacar a su marido

Miguel ?ngel L¨®pez Marchena, el juez del pol¨¦mico caso Barbate, que ha suscitado un conflicto con la Fiscal¨ªa de C¨¢diz que va a ser analizado por el Consejo General del Poder Judicial, levant¨® el lunes el secreto del sumario. En dicho sumario, al que ha podido tener acceso este peri¨®dico, figura un oficio de la Guardia Civil correspondiente a la grabaci¨®n de una conversaci¨®n telef¨®nica en la que la esposa de un narcotraficante encarcelado pide dinero (3.000 euros, medio mill¨®n de pesetas) a un presunto narco marroqu¨ª para pagarle a un fiscal y liberar a su marido.

El caso Barbate culmin¨® hace dos semanas con la detenci¨®n de 41 presuntos narcos, pertenecientes a tres redes, entre los cuales figuraban sus cabecillas, que eran comerciantes y empresarios de Barbate. La Fiscal¨ªa defiende la nulidad de todos los actos por defectos de forma y solicita la libertad de los detenidos. Llega a pedir, en un momento dado, la destrucci¨®n de las pruebas obtenidas. El juez, en su auto, expone que la Fiscal¨ªa tuvo conocimiento de todas las actuaciones y que cambi¨® de opini¨®n a los siete meses de iniciadas las investigaciones. El caso ha despertado una gran alarma social en C¨¢diz.

El documento de la Guardia Civil figura en el sumario como transcripci¨®n de una conversaci¨®n telef¨®nica correspondiente al tel¨¦fono 615888966. Es en el anexo 26 donde se relata la llamada 42, hecha a las 12.49 del 15 de mayo de 2003. Los interlocutores son Isabel Tinoco y un marroqu¨ª al que llama Antonio y que, seg¨²n la Guardia Civil, es uno de los proveedores de droga. Isabel es la esposa de Fernando Blanco, detenido el 13 de mayo al encontr¨¢rsele 25 fardos de hach¨ªs. Blanco pertenece a una de las organizaciones investigadas en el caso Barbate, seg¨²n el sumario. En la citada conversaci¨®n, Isabel le pide dinero a su interlocutor "pa que Fernando [su marido] pueda salir ligero". Cuando Antonio le pregunta si el dinero es para pagar la fianza, la mujer aclara que no, que es para "pagar a un fiscal, pa poderlo sacar". Esta conversaci¨®n corresponde a uno de los 77 tel¨¦fonos que se llegaron a pinchar en las investigaciones y que el juez detalla, uno por uno, en el auto de 10 de julio de 2003.

El juez envi¨® el 28 de mayo una providencia a la Fiscal¨ªa con la copia de la citada conversaci¨®n y le instaba a hacer las gestiones oportunas que estimara conveniente. Ante el silencio de la Fiscal¨ªa, el juez insisti¨® el 8 de julio en un auto de citaci¨®n de la mujer del narco, pero la Fiscal¨ªa respondi¨® el 9 de julio en un recurso argumentando que el juez no era competente para investigar.

El 9 de julio, el fiscal dice que el juez no persigue esclarecer los hechos, sino "servir en bandeja a la prensa, a los pol¨ªticos y a la sociedad el mensaje de que el juez investiga adem¨¢s la corrupci¨®n en la Fiscal¨ªa de C¨¢diz para generar alarma en la sociedad".