Las 'embajadas' de muchas Espa?as
No hay s¨®lo una Espa?a en el mundo. Las 17 autonom¨ªas espa?olas han puesto una pica en Bruselas. Todas ellas poseen una delegaci¨®n institucional ante la Uni¨®n Europea. Catalu?a cuenta con 50 oficinas comerciales y culturales repartidas por todo el mundo, adem¨¢s de dos embajadas, dos centros catalanes y una oficina de asesoramiento laboral en Varsovia. Euskadi tiene cuatro delegaciones gubernamentales en Latinoam¨¦rica. La Xunta de Galicia, dos: una en Buenos Aires y otra en Brasil. La Junta de Andalucia ha desplegado 12 oficinas comerciales en el extranjero, y la Generalitat Valenciana otras 24. Incluso la Diputaci¨®n de Almer¨ªa y el Ayuntamiento de La L¨ªnea de la Concepci¨®n (C¨¢diz) han abierto despacho en Bruselas.
El Gobierno de la Generalitat ha situado al frente de su oficina de Casablanca (Marruecos) a un declarado independentista, ?ngel Colom
Desde el inicio de sus respectivas legislaturas, Pujol ha viajado 67 veces al extranjero; el 'lehendakari' Ibarretxe, 27; el andaluz Chaves, 16, y Fraga, 4
La presencia in situ ha ido acompa?ada por numerosos desplazamientos institucionales. Desde el inicio de sus respectivas legislaturas, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ha viajado 67 veces al extranjero; el lehendakari Juan Jos¨¦ Ibarretxe, 27; el andaluz Manuel Chaves, 16, y Manuel Fraga, 4.
Pol¨ªtica de hechos consumados
Desde que en 1994 una sentencia del Tribunal Constitucional reconoci¨® al Gobierno vasco su potestad para abrir una delegaci¨®n en Bruselas, las distintas comunidades aut¨®nomas, al amparo de sus competencias, iniciaron una carrera sin freno por estar presentes en el mundo. A veces con la aquiescencia del Gobierno central, la mayor¨ªa pese a su oposici¨®n y en otras, como en el caso de Catalu?a, provocando un abierto enfrentamiento institucional a partir de la pol¨ªtica de hechos consumados.
Lejos quedan los a?os ochenta, cuando el consejero de Comercio y Turismo catal¨¢n, Francesc Sanuy, tuvo que pagar con su propia tarjeta de cr¨¦dito los gastos de organizaci¨®n en Londres de un seminario empresarial y comercial, porque la Direcci¨®n General de Transacciones Exteriores no autoriz¨® la transferencia bancaria. O cuando La Moncloa elev¨® una protesta formal ante el Gobierno checoslovaco porque Jordi Pujol fue recibido con honores de jefe de Estado.
Ahora, el Ejecutivo del PP contempla este despliegue internacional con recelo y procurando sobre todo que las autonom¨ªas no interfieran en los designios de su tablero diplom¨¢tico. Y cuando est¨¢ disconforme con alguna actuaci¨®n, sencillamente impide al embajador respectivo acudir a los actos organizados por las autonom¨ªas. Poco m¨¢s puede hacer, porque la mayor¨ªa de estas delegaciones limitan su campo de actuaci¨®n a sus competencias en cultura, comercio, turismo, lengua o industria.
Pero lo cierto es que muchos gobiernos, como el socialista, fracasaron en su intento de poner orden a este "descontrol", como lo calific¨® en 1993 el ministro para las Administraciones P¨²blicas, Juan Manuel Eguiagaray. En la actualidad, Espa?a carece de una ley reguladora. Pero tampoco la posee Canad¨¢, donde el Gobierno federal respalda y fomenta este tipo de representaciones de sus provincias. Por ejemplo, la franc¨®fona Quebec cuenta con alguna de sus delegaciones dentro de las propias embajadas canadienses. Extremo inconcebible en el caso espa?ol.
"El Gobierno no nos puede impedir esta acci¨®n exterior, porque ser¨ªa negarnos el pan y la sal y Catalu?a necesita estar presente en el mundo de forma eficaz para que nuestro proyecto de futuro no quede cojo", manifiesta desafiante el conseller en cap del Gobierno catal¨¢n, Artur Mas, que hoy finaliza un periplo por cuatro pa¨ªses latinoamericanos. Mas anunci¨® esta semana la apertura de cuatro consulados c¨ªvicos, en M¨¦xico, Chile, Buenos Aires y Paraguay, y dos embajadas, en Nueva York y Singapur. Y el secretario general de Converg¨¨ncia i Uni¨®, Josep Antoni Duran Lleida, remach¨®: "Lo vamos a hacer caiga quien caiga". El Gobierno de la Generalitat quiere adem¨¢s dar rango de departamento al actual secretariado de Relaciones Exteriores a partir de la pr¨®xima legislatura, siempre y cuando CiU gane las elecciones auton¨®micas de oto?o.
A pesar de la carga electoral de las palabras de Mas y Duran, el conseller en cap no se ha prodigado en diplomacia en sus salidas al extranjero. En raras ocasiones Jordi Pujol mantuvo un conflicto diplom¨¢tico con las autoridades espa?olas. Pero al delf¨ªn de Pujol ya le han boicoteado dos embajadores, en noviembre en Varsovia en la inauguraci¨®n de la oficina de trabajo, y en marzo en Casablanca, en la apertura de la embajada catalana.
La Generalitat no public¨® hasta principios de este mes un decreto que regula este tipo de oficinas internacionales. Siempre hab¨ªa practicado la pol¨ªtica de hechos consumados, hasta que en marzo el Ministerio de Asuntos Exteriores le pregunt¨® con qu¨¦ base legal abr¨ªa su delegaci¨®n en Marruecos. El incidente es de los m¨¢s duros que se recuerdan. El Gobierno de la Generalitat situ¨® al frente de su oficina de Casablanca a un declarado independentista, ?ngel Colom, y public¨® adem¨¢s un reportaje publicitario de 16 p¨¢ginas en el rotativo Aujourd'hui, controlado por el Ministerio del Interior y el peri¨®dico m¨¢s beligerante con el Gobierno espa?ol durante la crisis diplom¨¢tica con Marruecos por el islote Perejil.
Cierta envidia
Los gobiernos espa?ol y catal¨¢n ya han reorientado el conflicto. Nadie se entromete en el trabajo del otro. Tampoco cuando la C¨¢mara de Comercio de Barcelona organiz¨® una misi¨®n empresarial a Marruecos con el apoyo de la Embajada espa?ola y obviando a la delegaci¨®n de la Generalitat. No hay intromisi¨®n, pero s¨ª cierta envidia.
La Generalitat no es la ¨²nica administraci¨®n que carece de legislaci¨®n sobre la apertura de oficinas en el extranjero. La Xunta de Galicia tampoco lo ha hecho, pero ¨¦sta se apoya sobre todo en la extensa red de centros de emigrantes repartidos por casi toda Suram¨¦rica, pues la gallega es la di¨¢spora espa?ola m¨¢s numerosa. La delegaci¨®n en Floria-n¨®polis (Brasil) es compartida con la C¨¢mara de Comercio de Pontevedra y tiene firmados convenios con la totalidad de estados del sur de Brasil.
S¨®lo el Gobierno vasco ha legislado sobre la cuesti¨®n y hace un decreto cada vez que abre una nueva delegaci¨®n. Euskadi posee representaciones gubernamentales en M¨¦xico, Venezuela, Chile y Argentina, y practica una pol¨ªtica de transparencia presupuestaria. Este a?o gastar¨¢ 20.819.000 euros en su actividad internacional.
En cambio, la oposici¨®n parlamentaria en Catalu?a choca repetidamente con la opacidad del Gobierno de CiU, que se niega a ofrecer datos sobre el coste de los viajes internacionales de sus consejeros. En algunos, como el de junio del a?o 2002 a Cuba, el s¨¦quito de Artur Mas estaba compuesto por casi una veintena de personas.
Estudiar catal¨¢n en Marruecos
EN SEPTIEMBRE, MARRUECOS superar¨¢ a Francia en n¨²mero de estudiantes extranjeros de catal¨¢n, con m¨¢s de 500 inscritos. En menos de siete meses, la Delegaci¨®n del Gobierno de la Generalitat de Catalu?a en Casablanca -capital econ¨®mica de Marruecos- ha implantado clases de catal¨¢n en siete ciudades del pa¨ªs ante la creciente demanda por parte de j¨®venes que quieren desplazarse a Catalu?a por distintos motivos. Unos, explica el delegado ?ngel Colom, para terminar sus estudios universitarios en Barcelona o cursar posgrados o masters, y otros, quiz¨¢ la mayor¨ªa, por su ambici¨®n de abandonar alg¨²n d¨ªa Marruecos e instalarse en Catalu?a, donde vive la mayor comunidad marroqu¨ª en Espa?a, casi 180.000 personas.
En marzo, 85 mujeres de la provinciade Larache realizaron un curso intensivo de 50 horas de catal¨¢n, y ahora se encuentran trabajando en Lleida como temporeras en la recogida de fruta gracias a un convenio con el sindicato agrario Uni¨® de Pagesos. Cuando regresen de Espa?a, el Gobierno catal¨¢n las asesorar¨¢ y cofinanciar¨¢ microproyectos econ¨®micos para que puedan incrementar
su renta familiar.
Desde su inauguraci¨®n, el pasado mes de marzo, esta oficina de la Generalitat ha impulsado m¨¢s de 50 proyectos de car¨¢cter econ¨®mico, cultural, ling¨¹¨ªstico, de cooperaci¨®n internacional, colaboraci¨®n con la sociedad civil marroqu¨ª y fomento del empleo. No en vano, Marruecos es el principal destinatario de fondos de ayuda a la cooperaci¨®n por parte de la Generalitat, con casi un mill¨®n de euros, s¨®lo por detr¨¢s de Etiop¨ªa.
Uno de los proyectos que m¨¢s entusiaman a Colom es la celebraci¨®n de una Universidad de Verano en la ciudad costera de Esauira, que reunir¨¢ a finales de agosto a m¨¢s de 800 j¨®venes espa?oles y marroqu¨ªes. El encuentro est¨¢ organizado por la Fundaci¨®n Hassan II y la Generalitat de Catalu?a, y cuenta con la colaboraci¨®n del consejero real, Andr¨¦ Azzoulay.
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