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Casa Asia presenta una selecci¨®n de v¨ªdeos documentales y art¨ªsticos realizados por j¨®venes artistas persas
Es una de estas exposiciones refrescantes, no porque sea light ni por el aire acondicionado de la sala, sino porque es como un soplo de aire fresco entre tanta noticia dura y preocupante sobre la situaci¨®n en Ir¨¢n. Hasta el 31 de agosto, en Casa Asia (avenida Diagonal, 373), se presenta El archivo inestable. Key word: Ir¨¢n; de hecho, la tercera versi¨®n ampliada del Iranian Pool que ya pudo verse en la pasada edici¨®n de Arco y despu¨¦s en el Rooseum Museum de Malm? (Suecia). No es propiamente una exposici¨®n, sino una selecci¨®n realizada por la comisaria espa?ola Chus Mart¨ªnez de documentos y creaciones art¨ªsticas efectuadas por una nueva generaci¨®n de artistas iran¨ªes que narran su cotidianidad o ironizan sobre su entorno con un lenguaje contempor¨¢neo.
"En Teher¨¢n se ha producido una fusi¨®n entre las nuevas tecnolog¨ªas y la cultura tradicional", comentaba el artista iran¨ª Farhad Moshiri -formado en el Instituto de Artes Visuales de California y residente ahora en Teher¨¢n- cuando el proyecto fue presentado en Arco. "Al contrario de lo que se piensa en Occidente, a trav¨¦s de Internet y de la televisi¨®n por sat¨¦lite la gente est¨¢ muy informada de lo que se hace en todas partes, y esto se refleja en las nuevas creaciones. Lo fascinante en todo caso son las incongruencias y paradojas del propio sistema porque, por ejemplo, el sat¨¦lite es ilegal, pero lo tienen todos. Es como un r¨¦gimen de libertad parcial en el que cada uno intenta hacer lo que puede". Moshiri presenta dos v¨ªdeos centrados en la televisi¨®n p¨²blica iran¨ª. Uno de ellos, Where have all the animals gone (2003), es una aut¨¦ntica apropiaci¨®n de los videoclips que la televisi¨®n emite al finalizar la programaci¨®n oficial, que muestran en un largo loop interminable una aut¨¦ntica bater¨ªa de t¨®picos y paisajes kitsch. En el otro, Tehran TV Disoriented (2003), su ojo ir¨®nico se ha fijado en los culebrones iran¨ªes, de los que presenta un curioso montaje.
En la exposici¨®n puede verse tambi¨¦n uno de los v¨ªdeos que se presentaron el pasado a?o en Documenta XI. Se trata de La estaci¨®n blanca (2002), del fot¨®grafo y cineasta Seifolah Samadian, de quien se proyecta tambi¨¦n Tehran la hora 25 (1999), un curioso documental que muestra la euforia que vivieron los ciudadanos de la capital de Ir¨¢n cuando su selecci¨®n nacional de f¨²tbol venci¨® a la de Estados Unidos en el Mundial de 1998. M¨¢s que en clave pol¨ªtica, el documental refleja c¨®mo esta celebraci¨®n, similar a la de encuentros de parecida rivalidad en otros pa¨ªses, permiti¨® a la gente ocupar de nuevo y de manera festiva el espacio p¨²blico. Y siguiendo con los v¨ªdeos, el m¨¢s largo pero tambi¨¦n el m¨¢s interesante a escala informativa, es Tehran 1380, realizado en 2001 por la cineasta Solmaz Sahbazi en colaboraci¨®n con Tirad Zoighadr. En las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, Teher¨¢n ha pasado de tener 3 millones de habitantes a albergar 12 millones. Este enorme crecimiento de una ciudad, los retos que esto supone, sus paisajes, los planteamientos que los arquitectos y otros intelectuales tienen sobre esta situaci¨®n centran esta cinta, en la que aparece el fot¨®grafo Kaveh Golestan, una aut¨¦ntica figura en su pa¨ªs, que muri¨® el pasado 2 de abril en el norte de Irak cuando pis¨® una mina mientras trabajaba como c¨¢mara para la BBC. Chus Mart¨ªnez, que le conoci¨® durante los tres meses que estuvo en Teher¨¢n el pasado a?o, ha querido dedicarle la exposici¨®n. La hermana de Golestan regenta una de las 35 galer¨ªas de arte contempor¨¢neo de Teher¨¢n, ciudad que cuenta tambi¨¦n con tres facultades de Bellas Artes y una activa escena cultural que es uno de los motores, explica Chus Mart¨ªnez, de los grandes cambios que vive la sociedad iran¨ª. Para comprobarlo, la exposici¨®n propone un espacio con art¨ªculos, revistas y otros documentos que reflejan esta sociedad moderna en constante transformaci¨®n.
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