Presi cachas. Presi mini
Mientras la Diputaci¨®n Permanente del Congreso, que ya trasciende el bostezo de los procuradores en las Cortes franquistas, enchufa la manga riega de las incomparecencias, contra una oposici¨®n pelma y sudorosa, el presidente Aznar se despide de Espa?a a porciones. Y ha empezado por el presidente Camps a quien le ha dado un apret¨®n de manos y otro, m¨¢s o menos, a la altura de las clavijas auton¨®micas, que ah¨ª es donde duele, aunque el presidente Camps ni rechist¨®. Pero esa fanfarria est¨¢ en decadencia y solo exhibe las adhesiones encarro?adas: m¨¢s que disciplina es obediencia, y m¨¢s que obediencia, sumisi¨®n al jefe. Es decir, democracias aparte. Eso es lo que tiene el empleo presidencial de medio y corto alcance: que o se mantiene el tipo y si es necesario hasta se lo juega, o se termina en chiste, en pie de foto o en el reservado de un restaurante de medio pelo. Hay que ser un artista para capear un cargo as¨ª y no salir rebotado ni por el adversario ni por los de tu misma cuerda, que ya es de encaje de bolillos. Zaplana, en eso y en otras virguer¨ªas, ha sido todo un maestro de guante blanco.
La ola de calor que nos encharca no es la meteorolog¨ªa m¨¢s propicia para recorrer hemiciclos y salas capitulares, con el aplauso y la corbata en su punto, pero previsiblemente las elecciones hab¨ªan de provocar muchas mudanzas. Desde mediados de un junio a 35?, hasta que se constituya la Corporaci¨®n provincial de Valencia, a la misma temperatura, seg¨²n dicen, presidentes y ex presidentes de nuestras m¨¢s nobles instituciones de todo rango no han parado de dar la vara y de atufar con el hedor de sus axilas, por todo el pa¨ªs, como si se tratara de un grupo de turistas aturdidos y sin pasar por la ducha, por la Malvarrosa o por el Postiguet. En este trasiego de presidentes -es como si los montara en cadena la Ford- Alicante endos¨® a Valencia, a las Corts, concretamente, al hasta entonces presidente de la Diputaci¨®n, Julio de Espa?a, quien, con su himno provincial y sus personajes de TBO, es un capricho rarefacto de la naturaleza y del PP. A cambio, tom¨® posesi¨®n de la presidencia el ex vicepresidente del Consell Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll. Ripoll, de entrada, lleva a la Diputaci¨®n alicantina un bagaje pol¨ªtico, y lo que a¨²n ofrece mejores auspicios, aunque tendr¨¢ que demostrarlo, un talante m¨¢s abierto y conciliador: "Un cambio del discurso pol¨ªtico, alejado de la crispaci¨®n y basado en la tolerancia, que no perciba ni reconozca enemigos donde podr¨ªa encontrar aliados". Palabras de quien se defini¨® "convencido defensor del Estado de las Autonom¨ªas". Por cierto que los cinco diputados cr¨ªticos calificados de rebeldes y expulsados del PSPV, a juicio del cronista precipitadamente, en una decisi¨®n que puede perjudicar al propio partido y entregar a los populares materia de habladur¨ªas, han formado su grupo que, en lugar de mixto, se llama "Socialistas de Alicante".
A ver si el mogoll¨®n de presidentes, vicepresidente y ex presidentes, se disuelve en sus playas y pone un punto de serenidad en el verano. El cronista quiere hacer una rectificaci¨®n, que es de ley: como escribi¨® en su ¨²ltima columna dominical, el ex Olivas dispone de coche y secretario, pero no cobra sueldo, "de momento", por decisi¨®n propia. Ni una coma m¨¢s ni menos.
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