El fantasma del apag¨®n se pasea por Espa?a
La demanda de electricidad en hora punta ha crecido en los ¨²ltimos cinco a?os un 44%. Las centrales no dan abasto
En invierno, porque hace fr¨ªo y parece que siempre es de noche. En verano, porque hace calor y millones de ciudadanos, turistas incluidos, cometen el pecado de encender el aire acondicionado. El caso es que desde hace un lustro, el fantasma del apag¨®n se pasea por Espa?a sin apenas trabas. El traje energ¨¦tico cruje por las costuras y de vez en cuando, caso de Baleares esta semana, se desgarra.
El burl¨®n baile del fantasma de los apagones, con una red de distribuci¨®n que no da m¨¢s de s¨ª y que obligar¨¢ a las empresas a invertir 4.947 millones de euros hasta 2006 para mejorarla, se ha traducido en centenares de expedientes de las comunidades aut¨®nomas a las empresas el¨¦ctricas por el mal servicio. Una sola comunidad, Catalu?a (19,1% del consumo de toda Espa?a) ha abierto en tres a?os 641 expedientes y 180 han acabado en sanci¨®n.
Sucede que en determinadas horas punta, las centrales del pu?ado de el¨¦ctricas que funcionan en Espa?a (Endesa, Iberdrola, Uni¨®n Fenosa, Hidrocant¨¢brico y Viesgo) no dan a basto para cubrir la demanda que exigen los ciudadanos y las empresas.
La demanda de potencia el¨¦ctrica en las horas punta ha crecido en los ¨²ltimos cinco a?os un 44%, m¨¢s r¨¢pido incluso que la demanda total de energ¨ªa que, en el mismo periodo, seg¨²n datos de las empresas, ha crecido en torno al 30%.
A punto de saltar
En esta situaci¨®n, los sustos se han repetido en los ¨²ltimos a?os. Y no s¨®lo en verano y en puntos concretos como era habitual a principios de los a?os 90. En diciembre de 2001, el sistema estuvo a punto de saltar por los aires y amplias zonas del centro y el Este peninsular sufrieron restricciones. Este mismo a?o, el 12 de junio, Red El¨¦ctrica de Espa?a (REE) tuvo que gestionar una hora punta r¨¦cord de un verano anticipado (33.850 megawatios hora de demanda) y limitar el suministro en Extremadura, centro y Levante. Pagaron el pato las empresas (en torno a 2.000 en toda Espa?a) que tienen contrato interrumpible y que pagan menos (hasta un 25% menos, seg¨²n contrato) por aceptar la posibilidad de que en momentos concretos, cuando el sistema no da a basto y previo aviso, se les corte la luz.
Y es que Espa?a, que a principios de los a?os 90 ten¨ªa m¨¢s capacidad de producir energ¨ªa de la necesaria, precisa ahora de todas las centrales existentes, incluso de aquellas que hace s¨®lo unos a?os parec¨ªan servir s¨®lo para chatarra por obsoletas o contaminantes. La demanda el¨¦ctrica, que en los primeros meses del a?o crec¨ªa a un ritmo del 3%, a¨²n muy por encima de la econom¨ªa, se ha disparado en junio y en julio en torno al 9%, seg¨²n han explicado el presidente de Red El¨¦ctrica Pedro Mielgo y el secretario de Estado de Energ¨ªa, Jos¨¦ Folgado.
Las costuras crujen y, como aseguran los t¨¦cnicos del Gobierno, es necesario "acometer un nuevo ciclo inversor". En eso est¨¢ el Ejecutivo, impulsor del denominado Plan de Infraestructuras Energ¨¦ticas hasta el 2011. Y en eso est¨¢n las empresas, que han aplaudido el hecho de que el Ejecutivo les haya asegurado subidas en el precio de la luz de hasta el 2% anual para los pr¨®ximos ocho a?os.
Poco a poco, est¨¢n entrando en funcionamiento nuevas centrales de ciclo combinado (que funcionan con gas natural). Ello ha permitido que el denominado "margen de reserva" del sistema el¨¦ctrico o, lo que es lo mismo, el exceso de capacidad para atender las puntas de demanda haya mejorado tras atravesar, en los a?os 2001 y 2002 (ver gr¨¢fico), una situaci¨®n cr¨ªtica.
Con una potencia instalada que ronda los 60.000 megawatios y la incorporaci¨®n de nuevas centrales de ciclo combinado, el problema de los apagones, aseguran las compa?¨ªas, es m¨¢s de distribuci¨®n que de capacidad para producir luz. Porque ese "margen de reserva", que pas¨® de 1,30 en 1995 a 1,05 en 2001, ha mejorado ligeramente y ha dado cierta tranquilidad a los responsables de la Administraci¨®n.
La electricidad, explica a la menor oportunidad el secretario de Estado Jos¨¦ Folgado, no es almacenable. Por ello es necesario que siempre est¨¦n en disposici¨®n de funcionar la mayor parte de centrales posibles. S¨®lo as¨ª se puede asegurar el d¨ªa a d¨ªa de un pa¨ªs que a¨²n sufre cuando llueve poco, cuando hace mucho fr¨ªo, cuando hace mucho calor o cuando no sopla viento. Es decir, casi siempre.
Verdad y estad¨ªstica
Las estad¨ªsticas, pese a todo, se?alan que la calidad del suministro el¨¦ctrico ha mejorado significativamente en los ¨²ltimos tiempos. El llamado TIEPI (tiempo de interrupci¨®n de suministro con duraci¨®n superior a tres minutos y que se expresa en horas) mejor¨® en 2002 respecto a 2001 un 20% y se espera que este a?o mejore en un porcentaje similar, seg¨²n datos del Ministerio de Econom¨ªa.
Para el conjunto del pa¨ªs, el TIEPI se situ¨® en 2002 en 2,38 horas (2,99 horas el a?o anterior). Claro que para un residente zonas urbanas de Tenerife, Las Palmas, C¨¢diz, Tarragona, Huelva, Almer¨ªa, Cuenca, Alicante, M¨¢laga, Barcelona, Lleida y Sevilla, las m¨¢s afectadas por los apagones, la estad¨ªstica de calidad puede caber perfectamente en el dicho de "hay verdades, mentiras y estad¨ªsticas". Porque los apagones incomodan, cuestan dinero a las empresas, afectan a la calidad de vida diaria y cuartean la imagen de la primera industria del pa¨ªs, el turismo.
Ahora, tras el gran apag¨®n balear, la prioridad del Gobierno ser¨¢ limitar los paseos del fantasma del apag¨®n. Folgado se reuni¨® la pasada semana con las Comunidades Aut¨®nomas para poner ¨¦nfasis en la necesidad de dar un "tratamiento especial" a las zonas de riesgo. En Baleares, el esfuerzo no ha dado fruto. El fantasma se pasea sin trabas.
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