El Califa, a favor de corriente
Los dos toros menos atacados de la corrida fueron, precisamente, los dos buenos toros de la familia Flores. Los otros cuatros, sobrados de kilos, lo pagaron en el ¨²ltimo tercio al que llegaron o bien parados o bien defendi¨¦ndose.
La faena de El Califa al buen tercero fue brava. De esas que llegan a la gente de la forma m¨¢s directa. El Califa jugaba a favor de corriente, con un p¨²blico muy cari?oso, pero el valenciano respondi¨® como lo hacen los bien nacidos. Sincero, bravo, arrojado, su primer muletazo fue un cambio por la espalda. A part¨ªr de ah¨ª, una lucha de poder a poder con el enrazado toro, que tuvo movilidad aunque cierta tendencia a llevar la cara a media altura. Con el torero cada vez m¨¢s crecido, la faena se rubric¨® con un desplante soltando muleta y espada. La del sexto fue una faena valiente, as¨ª de simple. No encontr¨® otra alternativa El Califa ante toro tan parado. Atac¨® con valor y se descar¨® cuanto pudo. El cuarto, muy parejo al tercero, fue otro buen toro y de notable nobleza. La faena de Jesul¨ªn, siempre entre las rayas, tuvo son y hasta buen gusto. Reunido y templado con tan excelente ejemplar, y tan bien siempre sobre el pit¨®n derecho, embebi¨® muy centrado con la muleta planchada. Labor de muy buen concepto, aunque quedara in¨¦dito con la izquierda.
Flores / Jesul¨ªn, Rivera, Califa
Tres toros de Agustina L¨®pez Flores, 1?, 2? bis y 6?, y otros tres de Samuel Flores. Bien presentados, atacados de carnes, 3? y 4?, m¨¢s ligeros dieron excelente juego. Jesul¨ªn: media trasera y tendida, y ocho descabellos (pitos); media estocada (oreja). Rivera Ord¨®nez: tres pinchazos y dos descabellos -aviso- (silencio); casi entera y descabello (silencio). El Califa: pinchazo y estocada (oreja); dos pinchazos, media y cinco descabellos (palmas). Plaza de Valencia, 24 de julio. 6? de feria. M¨¢s de media.
Los dos primeros toros de la corrida, excesivamente atacados, no contaron. Al violento que abri¨® plaza, Jesul¨ªn se lo pas¨® a la defensiva. El sobrero que hizo segundo, manso de libro en el caballo, se defendi¨® y tampoco dej¨® que Rivera se tomara confianzas. De similares hechuras a esos dos toros fue el quinto. Y tampoc¨® enga?¨®. Muy castigado y sangrado en el primer y duro puyazo, se par¨® en la muleta. Rivera se contagi¨®, y aburrido, abrevi¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.